La vida es realmente extraña. Aquí sobrevolando los edificios, todos exactamente iguales, solo en mi auto que por dentro es tan gris como los edificios rectangulares que por poco tocan el cielo. Es hasta extraño pensar en que mi auto sea capaz de llegar a estas alturas, como las gotas de la sucia lluvia golpean fuertemente mi parabrisas, gotas de agua que bajo ninguna circunstancia pueden tocarme. De un color gris, si eso llega a tocar mi piel la desintegraría por completo, ver hacia abajo y solo ver nubes grises, ver hacia al frente y ver exactamente lo mismo. Separar un poco la mirada de las infraestructuras y ver vertederos de basura gigantescos, casi del tamaño de países. Apenas ver las luces de otros autos voladores porque el smog, la niebla oscura no nos dejan ver mucho. Por eso es que abajo en las calles hay tanta iluminación, aunque casi nadie sale a las calles. Solo salen los repartidores, los que llevan las cosas que se compran de un lado a otro, policías, personas que trabajan en mantenimientos de cosas, bomberos, médicos y poco más. Y nosotros, los mercenarios, los neones negros somos mercenarios que asesinan a sueldo, robamos y poco más. No tenemos un lugar fijo en el que vivir ya que las autoridades nos buscan, aun así, las pocas personas que veo en mi día a día son las personas que mato. Las demás no las veo, no hablo con ellas si las veo, y si hablo con ellos es mediante llamadas. Llamadas en las cuales ni si quieran muestran su cara debido a que son los que me dan los trabajos. No tengo una cercanía con un ser humano hace muchísimos años, tantos que ya perdí la cuenta. Solo me he dedicado a matarlos... Dentro de mi auto casi tan oscuro como fuera de este lo único que le da brillo a mi pequeño auto es el holograma que sale de mi pistola y el centro de control del auto. —Ya casi llegamos a nuestro destino. Se trata de un trabajo simple ¿no es así? Se trataba del holograma que salía de mi pistola, mi pistola era un diseño bastante nuevo, básicamente era un arma inteligente, tenía inteligencia artificial bastante avanzada. Casi era un asistente, podías tener conversaciones con él, y sinceramente... Es con lo único con lo cual yo tengo conversaciones. Al principio era bastante extraño, pero después de tantos años y de no tener con quien hablar comencé a contarle mi vida de forma inconsciente a esta cosa. Nos conocemos de años y es mi más fiel compañero, su holograma tiene forma de una bala de color amarillo con ojos y boca. Yo le digo Bullet. —Así es. Es una anciana, solo tengo que matarla y robarle el dinero... —¿El trabajo dice que hay que matarla? —Si. Eso decía el contrato, tengo que quitarle la vida y robar cierta cantidad de dinero en efectivo y objetos. —Comprendo. Ya estamos por llegar. Mi objetivo vivía por las afueras de la ciudad, así que una vez salí de la gigantesca ciudad ya estaba cerca. Fue extraño puesto que salir de entre esos gigantescos bloques de edificios fue como si me hubieran quitado un tapón de los oídos, deje de escuchar tanto ruido y sentía el sonido normal. Mas limpio, más libre, mire hacia atrás por el retrovisor y verme alejándome de la ciudad era una situación que me incomodaba bastante. No suelo trabajar fuera de la ciudad, esa compleja, y encerrada ciudad. Es como mi cárcel, la detesto, pero por alguna razón odio salir de ahí. Esa ciudad es tan extraña... De igual forma no podía hacer mucho realmente solo seguir avanzando mientras me alejaba más y más de la ciudad y me acercaba más y más hacia mi destino. Esta sensación no me gustaba mucho, era realmente extraña y sobre todo incomoda, una sensación que me hacía sentir incompleto, inseguro... Una tranquilidad que odiaba, lo único que se escuchaba eran las gotas de lluvia golpear contra el auto. Una y otra vez, sin cesar. Un sonido que por poco me volvía loco, no podía escuchar música. No hay nada de valioso en ese montón de sonidos sin sentido, tan solo me estresarían más. En ese instante, salió un holograma del centro de mando del vehículo, era un anuncio publicitario. El enuncio mostraba lo que parecía ser un androide con una voz de fondo que decía. —Usted no volverá a estar solo. No volverá a sufrir porque sus relaciones no funcionen, usted será perfecto y sus relaciones también, peor los humanos cometemos errores, con nuestro nuevo Android type-7 olvídese de las peleas, usted puede personalizar todo de su androide absolutamente todo. Tanto su físico como su personalidad no volverá a tener que conocer más gente, y llevarse mal con algunos, sentir el dolor de perder personas. Porque su nuevo amigo estará disponible para usted siempre. Y jamás se sentirá solo, se sentirá querido en la proporción que usted desee y también podrá satisfacer su necesidad sexual. En promoción dos por uno Mientras el anuncio decía todo eso el androide iba cambiando de forma e imagen, era realmente perturbador ver todo esto sin embargo era lo único que me iluminaba la cara. Nada podía iluminarme, nada fuera de este auto, nada dentro de los gigantes muros de concreto, nada iluminaba nuestros rostros. Lo único que lo hacía eran estas horribles pantallas con anuncios publicitarios. No había nada más, no había libro, ni película, ni canción ni pintura que valiera la pena ver o escuchar. Ya me daba igual, ese tipo de cosas ya no me iluminaban el rostro, lo único que lo hacía era esto. El brillo de estas pantallas que solo me incitan a gastar mi paga, porque ni siquiera comer sabe bien. Solamente lo hago porque no quiero morir, pero a pesar de que no quiero morir yo ya siento que estoy muerto, ya siento que no tengo mucho ni nada, a pesar de que mis pulmones y mi corazón siga funcionando mis ojos están tan apagados, supongo hay más de una forma de estar muerto. —Estamos muy cerca. Nos estábamos acercando. Todo era tan oscuro tanto dentro como fuera de la gran ciudad, aquí las nubes seguían siendo negras, seguía habiendo un montón de polución. Esa horrible niebla... A penas se veía, pero logre verlo. Había una casa aquí, en medio de la nada, alrededor de la misma no había nada, tan solo suelo. Suelo de color gris y café, no había vegetación ni fauna. En lo que antes había un hermoso bosque ahora no hay nada, solo tierra seca, sin color. Sin vida, existiendo ahí como residuos de una civilización muerta, mucho más a lo lejos había algunas turbinas y un montón de humo saliendo de una estructura, estaba bastante lejos, pero la podía ver porque era muy brillante. Esa estructura estaba rodeada de basura, supongo era donde quemaban la basura. No hay más espacio para lo solido entonces lo vuelven gaseoso, mirando un poco más a los alrededores pude ver que había más casas exactamente iguales a este, pero estaban muy lejos las unas de las otras, demasiado lejos, tardarías días en llegar a la otra caminando. Comencé a acercarme a aquella casa, era extraño que no tuviera luce ni nada, se veía tan apagada hasta llegué a dudar si en realidad era mi lugar de destino, pero mi GPS me dictaba que era ese lugar. Era una casa bastante curiosa, tenía el techo en forma de aleros, una casa con una estética muy asiática. Poco a poco mi vehículo comenzaba a caer. —Bullet... Ya llegamos. ¿Puedes recordarme mi misión? —Si. Por supuesto. El objetivo es una viuda, tenemos que matarla y robar dinero y salir. Mandar foto del cadáver, es todo. —Bien. ¿Estás conmigo? —... ¿A qué te refieres? —¿Haremos eso juntos? No me dejaras solo... —Obviamente no puedo dejarte solo. Lo haremos juntos como siempre hemos hecho. —Bullet, ¿nunca has pensado en que la sociedad del pasado era?... ¿Extraña? —Me cuesta generar una opinión propia respecto al pasado de los humanos puesto que no fui programado para eso. —Piénsalo Bullet, ellos antes hacían todo por su cuenta, se relacionaban, creaban familias gigantescas, tenían amigos. Iban a trabajar en trabajos normales que hoy en día hacen ustedes, se enamoraban, las ciudades no eran así. Eran muy bellas y no había luces neón por todas partes, existía el día y la noche, no había esta inmensa e infinita niebla negra, podías viajar por el mundo y conocer nuevos lugares muy hermosos. Actualmente todas las ciudades son iguales, no hablas con nadie... No... —Me cuesta generar una opinión propia respecto al pasado de los humanos puesto que no fui programado para eso. —Bullet, que miedo... ¿Sera que hicimos algo mal? ¿o tan solo somos el fin de la evolución de nuestra raza? Combinarnos con la tecnología, ignorarnos entre nosotros. Porque estamos buscando la perfección y es algo que no encontraremos nunca con los humanos, con nosotros mismos y por eso terminamos así, no fuimos capaces de entender que la imperfección es perfecta como tal. —Me cuesta generar una opinión propia respecto al pasado de los humanos puesto que no fui programado para eso. —Y es bastante extraño porque esta supuesta "perfección" se siente tan imperfecta, me hace sentir tan imperfecto, solo. Me gustaría que hicieran una máquina del tiempo y pudiera vivir 20 minutos en el mundo del pasado... Que extraño. En las fotos de antes veías a las personas saliendo de sus casas, caminando por las calles, en lugares donde se amontaban y compraban cosas, disfrutaban del sol. A veces dudo que esa realidad haya existido en verdad, me cuesta creerlo, y sinceramente no lo entiendo. A veces incluso dudo si realmente existe el sol. Antes era tan indispensable pero ahora hemos creado uno nosotros mismos, encerrado. Nuestro sol no está allá afuera en la infinidad del espacio, nuestro sol está encerrado. Aquí en las paredes de nuestro limitado mundo, n cada laboratorio, en cada invernadero, en cada casa. —Me cuesta generar una opinión propia respecto al pasado de los humanos puesto que no fui programado para eso. —Las religiones... Las personas iban a lugares a rezar y alabar cosas que no existieron, que ellos mismo se inventaban para darle sentido a su vida... Pero es curioso que ahora que nadie lo hace se siente como si casi todos hubieran perdido su sentido de vida. Hablaban de un Dios capaz de crearlo todo, capaz de hacerlo todo, que estaba en todos lados en todo momento, un ser incapaz de ser incapaz, un ser que lo era todo, que lo creaba todo. Que nos hizo a su imagen y semejanza, un ser perfecto. ¿En qué nos diferenciamos ahora de él? —Me cuesta generar una opinión propia respecto al pasado de los humanos puesto que no fui programado para eso. —Pero entonces... Creo que Dios esta idealizado. Logramos convertirnos en él, ese era el objetivo, y no se siente bien. Debe ser horrible ser Dios, no tiene nada más que su infinita soledad, lo tiene todo, pero a la vez no tiene nada. Es tan perfecto que se vuelve imperfecto, me da hasta tristeza por el porque me doy tristeza yo mismo... Creo que al igual que Dios, nosotros cometimos muchos errores. Bueno... Fuimos hechos a su imagen y semejanza después de todo. —Me cuesta generar una opinión propia respecto al pasado de los humanos puesto que no fui programado para eso. —Muchas gracias por escucharme Bullet. —No hay de que. Hace bastante que mi vehículo había aterrizado sin embargo me quede hablando con Bullet un tiempo, estaba evitando hacer lo que tenía que hacer. Respiré profundamente y abrí la puerta del auto, esta se abrió hacia arriba en forma de mariposa. Saqué mi paraguas lo abri y seguido a eso salí yo y cerré la puerta. Mi chamarra rápidamente al detectar que estaba en la superficie me cubrió la cara con un casco negro que cubría toda mi cara, era muy delgado y muy pegado a mi piel. Por lo general estas cosas son casi invisibles, pero como yo soy un mercenario no quiero que sea invisible no quiero que se vea mi rostro. Es más... No veo mi propio rostro hace bastante tiempo, ni si quiera lo recuerdo con exactitud, tan solo tengo ecos. Estaba por completo vestido de negro observando la casa mientras escuchaba todas las gotas de agua golpear en el paraguas y en el suelo. —Caminar en esta tierra se siente tan extraño. —¿Por qué? —Se siente... Inusual. Se siente como si no fuera natural. —Pero la tierra es orgánica. —Quizá... Pero no se siente como eso. Quizá sea por eso que no se siente natural. —¿No quieres hacer el trabajo? —Tengo un mal presentimiento. Pero tengo que hacerlo Comencé a caminar directo hacia la casa de la mujer paso por paso, lentamente mientras me acercaba, el fuerte viento empujaba con fuerza mi ropa e intentaba moverme, pero no alcanzaba su fuerza para hacerlo. Estaba parado frente a la puerta, utilice mi escáner neuronal y hackee la puerta de la seguridad de la puerta, esta se abrió fácilmente como si nada deslizándose hacia el lado izquierdo. Entre en la casa, las alarmas estaban desactivadas, y de igual forma desactive toda forma de comunicación que ella tuviera. En ese momento la puerta se cierra y ella me mira, sentada en el sillón de la sala. Era una mujer de aproximadamente 58 años, de cabello negro bastante largo, ella era de tez blanca y tenía los ojos marrones, no era muy alta realmente, media 1.65m, no podía ver su nombre al analizarla con el registro. Era como si no existiera, pero... Al ver esa mujer por primera vez en toda mi vida sentí algo que jamás había sentido, muchísimas sensaciones al mismo tiempo. Como si hubiera visto a un demonio, como si hubiera visto a dios en la misma persona. Estaba tan aterrado como asombrado, ella estaba vestida de colores morados. Su casa tenía una decoración bastante antigua, era como si no le gustara la arquitectura actual. Usaba colores más vivos, el color que más veía era el rojo. La mire realmente extrañado, con ganas de decir muchas cosas, gritarle, pero a la vez abrazarla. —¿Qué hace en mi propiedad? —Hablo ella con un tono amenazante. —Tiene un hogar bastante lindo. —No me gusta mucho como se decoran los interiores actualmente. Me parece bastante feo y deprimente. Por favor salga de mi casa o llamare a la policía. —¿Qué haces aquí? —Pues, vivo aquí. ¿Qué haces tu aquí? —No lo entiendo. —Yo tampoco, pero de verdad tendré que llamar a la policía si no se larga de mi hogar. En ese momento me quite el casco negro mostrando mi rostro, ni si quiera sé muy bien porque lo hice, quizá esperaba una reacción de ella, pero no fue así... Ella tan solo me miro de nuevo con esa extraña expresión, era una expresión que no me transmitía nada, estaba tan apagada, era como ver a un edificio, sin embargo... A pesar de que ella no me transmitía nada, yo sabía muy bien que era real y estaba frente a mí. Sali decepcionado cuando no me dijo nada una vez le mostré mi rostro. —... —... Váyase de mi hogar por favor no sé quién es usted. —¿No me reconoce? —Jamás lo he visto en mi vida. En ese momento, fue de las pocas veces que sentí algo tan grande y explosivo a la vez, grite con todas mis fuerzas, y le di un pisotón muy fuerte al suelo para rápidamente correr hacia una estantería, todos los vidrios y recipientes rojos que había ahí los tome y los empecé a tirar al suelo, todos eran de color rojo, absolutamente todo lo que terminaba rompiendo en el suelo terminaba cambiando de color a uno gris. Sin vida sin alma, estaba repleto de ira, grite y patee todo lo que veía. Y todo lo que veía era de color rojo hasta que lo rompía y dejaba de ser rojo. —¡MIERDA! —Se acabo, voy a llamar a la policía. —No se atreva... En ese momento saque a Bullet y le apunte directo a la cabeza, todo a mi alrededor cambio a un color azul... La miraba con odio como si quisiera dispararle. Y quería hacerlo, pero por primera vez en toda mi vida estaba dudando si jalar el gatillo o no, por primera vez en mi vida sentía este sentimiento tan extraño que me hacía querer gritar, que me hacía querer quitarme el corazón, este horrible sentimiento que me hacía querer descansar, que me hacía querer parar el tiempo un momento. Quería correr, quería esconderme. Este sentimiento me dolía bastante. La mujer me miraba asustada, su expresión me mostraba miedo y nerviosismo, pero aun así no me expresaba nada. No lo sentía real, más sin embargo era real, lo estaba viendo. Pero en ningún momento se dejó de sentir artificial, pero... A pesar de que lo sintiera así, lo estaba viendo. Era algo real, algo que yo no podría comprender, algo que abarcaba más allá de mi imaginación, algo que abarca todo mi corazón y lo desborda, algo que está, pero a la vez no está aquí. Ese mismo sentimiento me quitaba la vida. —¿Quién eres tú...? ¿Qué haces aquí? —¿Por qué me vuelves a preguntar eso? Ya te respondí... Mira. Toma lo que quieras y vete de aquí. —¿Dónde está el dinero? —Está en mi habitación, en la mesa al lado de mi cama. Coge eso y vete, déjame tranquila. —No entiendo... ¿Quién eres? O, mejor dicho. ¿Qué eres...? —Yo soy un ser humano. En el momento en el cual ella dijo eso, yo no pude evitarlo. Dispare como un desquiciado, dispare muchísimas veces, vacié todo el cargador, ella cayo en un solo momento al suelo y una vez en el suelo comencé a dispararle aún más. Su cuerpo se perforaba, su cuerpo se destrozaba, disparo tras disparo ella. Esa mujer llevaba muerte desde el primer disparo o al menos eso creía, de igual forma le dispare muchas veces. Todo se llenó de sangre, grite con muchísima fuerza una vez lo hice y una vez la bala dejo de escupir balas, me quede apretando el gatillo unas veces más y comencé a hiperventilarme. Me costaba respirar, me dolía hacerlo de hecho. Estuve a punto de vomitar. Este dolor era mucho peor que el dolor físico. Era muy diferente, pero sin duda era peor. Camine hacia la habitación que ella me menciono abrí el cajón, había dinero. No tanto como imagine, pero había, lo tome y justo cuando iba a salir de la habitación comencé a escuchar... —EROR, ERROR, DAÑOS CRITICOS SE REQUIERE REPARACION. EROR, ERROR, DAÑOS CRITICOS SE REQUIERE REPARACION. EROR, ERROR, DAÑOS CRITICOS SE REQUIERE REPARACION. EROR, ERROR, DAÑOS CRITICOS SE REQUIERE REPARACION. Eso salía del cuerpo de esa mujer... Me acerqué lentamente y me di cuenta... Su piel tenía rastros metálicos... Ella no era humana. Sali de esa casa colocándome mi casco y usando mi paraguas, camine hacia mi auto. Lo encendí, aquel sonido me erizo la piel y me despertó un poco, quería huir de aquí. Mi auto comenzaba a levitar a una gran velocidad, y comencé a moverme muy rápido de regreso a la ciudad. —¿Estas bien...? Actuaste muy raro. —Esa mujer... —¿Qué pasa? —Esa mujer la conocía. —¿Sí? ¿De qué? —Esa mujer... Tenía la forma de mi madre. —Pero... Tu madre está muerta. —Si... —¿Qué? Había terminado el trabajo anónimo. El dinero fue pasado a mi cuenta acompañado de un mensaje que decía que me quedara con el dinero, salí tan rápido del lugar que se me olvido tomarle la foto al cuerpo... Sin embargo, por alguna razón me creyeron... No entendía el propósito de esta misión. Estaba tan aterrado, el dinero no era suficiente para igualar el dolor que sentía. Si ser Dios se siente así... Entonces siento lastima por él. FIN.
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Disparo Al Cuerpo.
Science FictionHan pasado muchísimos años y la sociedad está en vuelta en otra etapa en la cual la soledad y lo artificial se combinan para darle forma al contexto del humano, nuestro protagonista es un mercenario anónimo que recibe un trabajo. Ese trabajo la term...