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Omecíhuatl, del Náhuatl “Omesiwatl" es, junto a su mitad dualista Ometecuhtli, padres creadores y fuerzas duales que conformaban a Ometéotl. Un dios andrógino de dos caras y la mitad del cuerpo femenina y la otra masculina.
Es considerada como "La Señora 2" ó "Nuestra madre creadora", siendo una de las tantas representaciones de una madre para los dioses, y a su vez, de una abuela gracias al relato donde ella fragmenta su cuerpo y reparte los pedazos para crear así a las distintas representaciones femeninas que imparten la labor de madres para las deidades, entre estás representaciones se habla de: Coatlicue, Tonantzin, etc.
Era la esposa y dualidad del dios masculino Ometecuhtli. Representa la fuerza femenina, el carácter, la creación, y la divinidad de la mujer como único ser capaz de procrear, pero también representaba el amor y la devoción, el fuego de la pasión y la fidelidad hacia el hombre que se ama.
Era representada como un igual ante su contraparte, ella creaba, hacía y disponía de la tierra que moldeaba su pareja, era quien protegía y dotaba la vida. La primera mujer en absolutamente todo. Ella podía hacer todo, incluso mandar sobre su pareja, pero al no ser necesario, ambos se respetaban y actuaban conforme los límites del otro en pos del bienestar divino.
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「 DIVINIDAD. 」
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En los orígenes de todo lo que nos rodea, una gran pareja vivía en lo más alto de los espacios visibles e invisibles en las alturas infinitas del cosmos. Ambos eran magos sabios y con sus bastones de fuego inventaban mil figuras en los espacios. Se dice que ellos tenían el don de darle vida a todas las formas concretas. Ella se llamaba Omecihuatl y él, Ometecuhtli.
