material girl ━━━━ Draco Malfoy

━━━━ capítulo dos

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¿QUE TAN MALO SERÍA SEDUCIR A UN HOMBRE POR DINERO?

Ivy Weasley caminaba de un lado a otro en la sala común de Gryffindor, su mente estaba atrapada en un torbellino de pensamientos. Las llamas del fuego en la chimenea proyectaban sombras danzantes en las paredes de piedra, mientras los retratos de antiguos alumnos observaban silenciosamente desde sus marcos dorados.

La pobreza había sido una constante en su vida, una sombra que siempre estaba allí, recordándole sus limitaciones. Con cada paso, sus calificaciones sobresalientes y sus logros académicos perdían su brillo. Había trabajado duro, más que nadie, pero ahora comprendía con amarga claridad que el conocimiento por sí solo no la sacaría de la miseria.

Seducir a un hombre por dinero. La idea la había golpeado de repente, y aunque talvez hace algunos años la habría rechazado, ahora se encontraba dándole vueltas, una y otra vez. Desde fuera, sabía que sonaba despreciable, hasta inmoral. Pero cuando cada día era una lucha por mantener un techo sobre sus cabezas y comida en la mesa, la moralidad se volvía un lujo que no todos podían permitirse.

Finalmente, se dejó caer en un sillón cercano, agotada de tanto pensar. Miró la chimenea con intensidad, como si el fuego le pudiera dar las respuestas a la pregunta que le comía la cabeza. Si seducir a alguien le daba la posibilidad de cambiar su destino y el de su familia, ¿acaso no valía la pena considerar esa opción? La línea entre lo correcto y lo incorrecto se volvía borrosa cuando recordaba como su estómago rugía de hambre y el frío le helaba los huesos.

En ese momento, la puerta de la sala común se abrió, y Harry Potter entró. Ivy se sobresaltó, completamente desconcertada.

—Ivy, ¿qué estás haciendo? —preguntó Harry, su voz llena de curiosidad.

—No... no estaba haciendo nada —respondió, intentando recuperar la compostura. Sabía que Harry estaba enamorado de ella y eso solo complicaba aún más sus pensamientos.

Harry se acercó y se sentó a su lado.

—Pareces preocupada. ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?

Ella dudó un momento, era obvio que no podía compartir sus pensamientos con él, Harry no carecía de dinero, hace menos de un año había heredado la fortuna de Sirius Black y, aun así, parecía el mismo de siempre. Como si el recibir esa gran suma de dinero, le diera igual.

—No, en serio, Harry. Solo estoy pensando en algunas cosas. Estoy bien.

Harry la miró con preocupación durante unos segundos más, pero finalmente se levantó.

—Está bien, pero si necesitas hablar, estoy aquí para ti —Le dedicó una última mirada antes de verlo subir por las escaleras hacia su habitación.