¿Qué demonios ocurría? ¿Quién era ese sujeto desconocido que proyectaba una apariencia tan aterradora? Es que realmente era intimidante, pues parecía que tenía una cicatriz distinta en cada rincón de su rostro, y quizás en todo su cuerpo, incluso le faltaba un trozo de nariz. ¿Cómo era eso posible?
Pero, si eso no era suficiente motivo para infundir miedo, lo más terrorífico eran sus ojos. Uno era pequeño y oscuro, mientras que el otro era azul, tan grande y redondo como una moneda ampliada, el cual se movía de un lado a otro sin cesar y al quedar en blanco era como si pudiera ver detrás de su cabeza.
¡Es que ni siquiera parpadeaba! ¿Qué sentido tenía aquello?
Al llegar frente a nuestro director, quien no pareció inmutarse ni siquiera cuando esté le saludó estrechando su mano de manera brusca, el desconocido le habló algo que no pudimos escuchar desde nuestra posición, mientras Dumbledore hablaba con él y afirmaba en silencio a lo que el sujeto respondía.
Fue ahí cuando reparé nuevamente en la mano que sujetaba la mía, la cual pertenecía al gemelo que estaba a mi lado. Al escuchar un carraspeo muy mal disimulado por parte de Fred, George reaccionó y la quitó de encima para mi pesar, aunque se le veía contrariado.
-Lo siento, Alicia, es que...
-No te preocupes por eso. –Le interrumpí con amabilidad sincera- Te agradezco el gesto.
-¡Miren, se sentó en la mesa de profesores! –Añadió Angelina impactada por lo que veía-
Entonces, ¿eso quería decir que sería profesor en el colegio? ¡Debía ser una broma! Si a simple vista se notaba lo extraño que era. Olfateando como un sabueso el plato de comida frente a él y observando a los estudiantes a través de su ojo inquieto.
-¡Les presento a nuestro nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras! –Rompió el silencio del ambiente nuestro director, animadamente como siempre- ¡El profesor Moody!
Nadie vitoreó ni aplaudió como era costumbre. Ni profesores ni alumnos, a excepción de Dumbledore y Hagrid, cuyos aplausos resonaros tristes y apagados por todo el comedor.
-¿Ojoloco Moody? –Escuché decir a Potter un par de puestos más allá en dirección a Ron- ¿Al que tu padre fue a ayudar esta mañana?
-¿De qué habla Harry, chicos? –Cuestioné de inmediato a los Weasley que me acompañaban-
-Larga historia, querida. –Respondió Fred aún impresionado por lo que veía- Solo diré de momento que gracias a él las celdas de Azkaban están repletas. ¡Es uno de los mejores aurores que hay en la actualidad!
-Más que auror, es un verdadero cazador. Lo que no significa que los magos tenebrosos no se hayan defendido cuando él fue en su busca. –Complementó George- ¡Por algo tiene esa apariencia!
-No deja de ser impresionante si me lo preguntan. –Agrego fascinada por lo que me relatan- Puede ser un gran aporte para los que deseamos ser aurores luego de terminar aquí en Hogwarts.
Hubiésemos proseguido nuestra conversación, pero la voz de Dumbledore resonó nuevamente en el lugar, dándonos la autorización para comenzar a cenar y explicando nuevamente el porqué de la suspensión de la copa de quidditch, y era porque Hogwarts sería sede de uno de los eventos magnánimos del mundo mágico y que no se realizaba desde hace un siglo a la fecha: El Torneo de los Tres Magos.
-¡Está bromeando!
La voz alta de Fred rompió el silencio y la tensión del gran comedor, haciendo reír a varios estudiantes y docentes, entre ellos yo. Aquella intervención fue agradecida implícitamente por nuestro director, levantando la comisura de sus labios. Y no, no era ninguna broma, lo que alimentó la fascinación del estudiantado, dejando el apetito de lado.
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Llegando a ti (George Weasley)
FantasyA/U. En su sexto año, Alicia Grey se ha dado cuenta que está enamorada de George Weasley, quien siempre la ha mirado y considerado como una buena amiga. Alicia buscará revertir la situación, enfrentando situaciones favorables y otras no tanto, duran...