Toxic Yanderes (AquaxKazuma)

Capítulo 2

Nuevamente en la mansión nos encontramos Aqua y yo, no sé ni cómo llegué aquí, esto parece un sueño.

Estoy atrapado en un estado de ánimo horrible, ya no sé que es real y que no.

—¿Estas bien? Oye ¿sabes cómo llegamos aquí...?

—...

—¿Hm? ¿No vas a responder?

Al costado del sofá en dónde me encontraba estaba Aqua, pero estaba cabizbaja y no quería responder nada.

—...

—...

—... Estas muy extraña.

No respondía ni siquiera al tacto físico.

—¿Eres real? ¿Esto es real?

—Voy a salir un rato, hoy me saque la lotería Darkness.

—¡¿...?! ¿Darkness?... No hay ninguna Darkness por acá. ¿A quien le hablas?

—Vuelo más tarde~.

—O-oye espera.

Realmente me siento extraño, pero no puedo dejarla ir. Así que la agarré del brazo para evitar que se fuera.

—¿Crees que esto es gracioso? Mira, si vas a ignorarme entonces no tendrás problema en ignorar lo que voy hacer.

—...

—... En serio lo haré. ¿Oíste? ¿Aqua?

—...

No puedo hacer algo así de pervertido en esta ocasión.

—¿Ah? No te vayas.

Y cuándo estaba dejando de tomar su brazo ella nuevamente intento irse, así que entonces me aferré con más fuerza a su brazo.

—¡¿...?!

Pero entonces se produjo un sonido algo incómodo.

—¡¿Ah?! ¡L-lo siento! ¡No fue mi intención! ¡Di-disculpa!

Rompí el brazo de Aqua.

No creí que mi agarré fuera tan brusco, pero causó que su brazo tronara y se rompiera. Podía sentir como ahora no tenía el suave brazo de aquella chica de la que aun sigo enamorado, sino que ahora en mis manos siento sus huesos rotos en pedazos y su cálida sangre derramandose hasta gotear sin control en el piso.

—¿O-oye? Puedes curarte ¿cierto?

—...

—O-oye perdoname, pero por favor, lo prometo esto no fue mi intención...

Ella seguía sin decir una sola palabra, mientras que yo seguía sosteniendo su brazo destrozado con mis manos. Extrañamente, cada vez más me gustaba seguir sintiendo ese desastroso brazo entre mis manos.

Tiene un orgullo muy fuerte para seguir aguantando ese dolor. Pero esto ya me preocupa.

Ella aún quería irse.

—Agh, ¿Cómo llegamos a esto? No puedo creer que sigas ignorandome. Mira, sé que las cosas no estaban destinadas a terminar así, sé que la jodi demasiado ¿qué te puedo decir? Lo siento, parece ser que no puedo hacer que te quedes... Prometo nunca hacerte pasar por todo este dolor que tú me causas. Ya puedes irte.

Solté su brazo y cuando lo hice ese brazo cayó colgado derramando mucha más sangre al suelo.

La quería dejar ir, pero no lo podría soportar, así que cuando dio el primer paso le hable una vez más antes de que se alejé.