PRÓLOGO

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(AN: Este capítulo contiene algunos spoilers de Jujutsu. Pero diablos. Todo mi fic lo hace. Así que lee bajo tu propio riesgo).

"Heh-Pensar que mi propio estudiante me acabaría. Yuji, fuiste realmente un dolor hasta el final * Tos ***

Un hombre de cabello blanco yacía en el suelo, su cuerpo ensangrentado mientras murmuraba suavemente.

"Sensei..."

Junto a él, un joven, claramente todavía un gran estudiante, estaba llorando. Su cuerpo, cubierto por tatuajes negros que poco a poco se iban desvaneciendo.

Su expresión estaba llena de culpa mientras apretaba los dientes.

"Todo es mi culpa. No estarías en esta situación si no tuvieras que contenerte".

Después de que Yuji se vio obligado a devorar más los últimos cinco dedos de los veinte iniciales de una vez, sucedió lo inevitable. Sukuna logró apoderarse por completo del cuerpo de Yuji.

Afortunadamente, Satoru Gojo, el hechicero más fuerte, logró escapar del sello en el que se encontraba anteriormente.

Lo que siguió fue una pelea épica entre Gojo y Sukuna. Una pelea de proporciones apocalipticas que habia cambiado por completo el paisaje de Tokio.

El resultado de esta pelea fue... la derrota de Sukuna. Había sido completamente erradicado del cuerpo de Yuji y, a partir de ahora, la cantidad de maldiciones en Japón disminuiría radicalmente.

Pero, aunque el resultado fue hermoso, Yuji no podia aceptarlo.

Después de todo, mientras Sukuna luchaba con todas sus fuerzas con la intención de matar, Gojo, por otro lado, estaba severamente limitado ya que no podia matar a Sukuna sin matar a su propio alumno.

Esta fue la razón por la que Gojo se acostó ahora, mientras estaba mortalmente herido. Tanto que ninguna técnica maldita inversa podría curarlo.

"Jaja Tos ¿Recuerdas lo que me preguntaste entonces después de que te tragaste el segundo dedo?"

Yuji, que cerró los ojos, asintió. "Te pregunté quién ganaría en una pelea entre tú y Sukuna".

"Heh - Te lo dije, ¿verdad? Yo ganaria".

Fue en esas últimas palabras que Satoru Gojo, el exorcista más fuerte, cerró los ojos. Incluso después de la muerte, nunca perdió su sonrisa.

Continuará...

GOJO: Un Hechicero en la Sociedad de AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora