ASHKALY: en búsqueda de la verdad

Capítulo 20. Una historia de amor

- Terrence no te alejes demasiado, pareces un crío

- Y tú pareces mi padre, relájate, iré a conseguir un poco de leña – Terrence se alejó de sus amigos y de su hermano mayor, quien lo seguía tratando como un niño pequeño. Caminó aventurándose por el bosque hasta que llegó a un acantilado, miró hacia el horizonte y se sintió libre, pensó cómo se sentiría volar.

Terrence se caracterizaba por ser aventurero, soñador y sobre todo curioso, así que se acercó lentamente hacia el acantilado y miró el paisaje que escondía y se llevó una sorpresa cuando observó una pequeña ciudad inusual, no era para nada como las construcciones humanas parecía mágico. Se quedó asombrado tanto que se acercó un poco más para asegurarse que no lo estaba imaginando, pero no pensó que el suelo que estaba pisando era muy frágil y cuando menos se lo esperaba el suelo se agrietó. Estaba por caer cuando una mano lo jaló de su playera evitando que cayera.

- ¿Te encuentras bien? – Terrence no podía articular palabras debido al miedo que pasó, además que la mujer que se encontraba parada justo delante de él era el ser tan hermoso que nunca jamás había visto, o tan sólo así era ante sus ojos. Parecía una deidad, se miraba delicada pero en realidad era más fuerte de lo que podrían pensar - ¿Hola?

- Ah sí, estoy perfectamente bien, muchas gracias por salvarme – tartamudeaba – Por cierto ¿viste eso? Parecía una ciudad

- ¿Lo viste?

- ¡Terrence! – Un grito los alertó, la bella joven tomó de la mano a Terrence y lo teletransportó a un lugar lejos de ahí

- ¿Qué diablos fue eso? – Terrence se miraba pálido

- Oye tranquilo, escucha, no te haré daño. Mi nombre es Emma

Fue la primera vez que Emma interactuaba con un humano y quedó cautivada, ella temía que sus compañeros con los que viajó al plano humano se enteraran que un humano había visto a través del portal, a diferencia de ella, sus compañeros no tenían compasión mucho menos por un humano. Y ella quien había hecho varios viajes al plano humano había desarrollado estima hacia ellos, no podía permitirse que en esa misión alguien muriera, así que le contó un poco sobre su hogar, cosa que realmente no estaba permitido, pero Emma por alguna extraña razón sabía que podía confiar en él.

- Sólo no se lo cuentes a nadie ¿me lo prometes?

- Claro, no quiero verme involucrado

- Sabía que podía confiar en ti – Emma le sonrió – Bueno, tengo que irme, solo camina derecho por cinco minutos y llegarás a tu campamento. Adiós Terrence, fue un gusto conocerte

- Espera – Terrence le tomó de la mano antes de que se fuera - ¿No podemos volver a vernos?

Ese día fue el comienzo para ellos dos. Emma aprovechó que era miembro de la facción así que cada vez que tenía oportunidad viajaba al plano humano a escondidas, hasta que llegó un momento donde pasaba más tiempo con Terrence que en Ashkaly. Si bien al principio comenzó como una gran amistad, poco a poco ambos jóvenes fueron enamorándose, pasaron los años y parecía que habían crecido juntos, dejaron de ser jóvenes y pasaron a ser adultos.

- Yo no sé si es posible, pero quiero estar contigo toda mi vida, me gustaría que fueras mi esposa

- Terrence, sabes que probablemente no podremos hacer una familia ¿verdad?

- Eso no me importa, tú serás mi única familia, con eso me basta

Emma había oído que algunos residentes de Ashkaly dejaban su plano para estar con un humano, sin embargo no todos lograban tener descendientes, así que eso hizo Emma, dejó Ashkaly para empezar una nueva vida junto a la persona que amaba.