~●•Mi Mundo Inesperado•●~

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Y así comenzó todo esto.

Me encontraba en la sala de mi casa acostada en el sofá. Mientras me relajaba, pensaba en todos esos buenos momentos que había vivido ese año, no podía evitar sonreír. No tenía ninguna preocupación en ese momento, no pensaba en lo que hacía y tampoco me importaba.

En ese momento, escucho la voz de mi madre desde su habitación llamándome. Mientras me estiraba y vostezaba le contesté:

-Voy!-

En el momento en el que entré me sonrió

-Ven, siéntate-  me dijo ella

Me senté y comenzamos a charlar, no se me hizo raro ya que era algo normal entre nosotras. Lo que se me hizo un poco extraño era la manera en la que cuando hablábamos me repetía constantemente lo que era "el cambio"

Madre: Melody, ¿no te gustaría cambiarte de colegio hija?

No me sorprendió mucho la pregunta, ya que en mi escuela últimamente se estaban presentando casos de robos y drogadicción. Pero aún así me pareció extraño

-No lo sé-  le dije

Después de eso le di las buenas noches y me fui a dormir. A pesar de que tanto ella como yo sabíamos que me quería graduar en mi escuela, no podía sacarme esa pregunta de la cabeza

-¿y si...? ¡¡NO!!, ¡Basta!

Como me atreví tan siquiera en pensar en cambiarme de colegio. Como se sentirían mis amigos, no, no, no. Me dí un golpe en la cabeza pa' que reaccionara, cerré los ojos, y me dormí.

Esa noche soñé algo extraño. Estaba en mi salón de clases de lo más normal y derrepente siento como mi mesa se levanta de un golpe, seguido de eso mi silla me sacude de un golpe tirándome al suelo, era como si cobraran vida y quisieran lastimarme. Asustada, salgo corriendo del lugar para pedir ayuda y en eso me encuentro a mi mejor amigo Jacob

-¡¡Jacob ayúdame!!-  le supliqué

Pero él solo me quedó viendo fijamente mientras se acercaban mis demás compañeros mientras me decían al unísono

-¡¡TÚ NO PERTENECES AQUÍ!!-
-¡¡TÚ NO PERTENECES AQUÍ!!-

En ese momento sentí el verdadero terror y salí huyendo de ahí, pero al darme la vuelta escuché que me susurraban algo al oído

-Tú no perteneces aquí-

Una extraña voz familiar lo dijo, pero no podía distinguir quién era. Seguramente alguien más del montón que quería excluirme en ese momento. Y caí, la tierra se abrió en dos, y yo caía y caía. Llego un punto en el que todo era oscuridad, me asusté, no sabía que hacer, estaba perdida, acaso ¿este era el fin?...

Y en ese momento suena la alarma

Madre: ¡¡Melody levántate ya es tarde hija!!

-Lpm, ¡no es ciertooo!

Y así comenzó mi día