Inefable Libro uno (concluida)

19. Orgullos y Prejuicios.

Querer, querer a alguien es un tema amplio del que toda persona en este mundo tendrá una definición diferente, cuando te preguntan por qué quieres, no sabes qué responder, no sabes si quieres por el físico, por la manera de pensar, por sus principios y costumbres, por su personalidad, por su familia, por su reputación, por su pasado y por infinidad de cosas que en algún punto de vuestra historia harán que te preguntes si realmente quieres a esa persona, o solo te atrae por esos puntos que aunque creamos insignificantes, siempre estarán allí cuando conozcamos por primera vez a un ser humano diferente a nosotros.

Pero cuando te preguntan por qué amas, no piensas en esos puntos, piensas en la diferencia entre querer y amar, nunca he encontrado una explicación bien argumentada sobre la diferencia entre querer y amar, todas las personas volverán a dar explicaciones diferentes con forme vayas preguntando, pero ¿Y si te paras a pensar en lo que crees tú que es amar y querer? Puede que tu respuesta la encuentres pensando en lo que tú realmente crees.

Normalmente la gente en contadas ocasiones no encuentra las palabras para decirte que te aman, o te quieren, porque son orgullosas y prejuiciosas, el ser humano es así, el orgullo nos gana tanto que pensamos en que no podemos infravalorarnos para declararnos a alguien, y los prejuicios nos alimentan tanto para entender como es una persona, que cuando al fin logras comprenderlo, te has aburrido de ella.

Por eso Orgullo y prejuicio es mi libro preferido, porque una pareja que se ama, ha podido vencer el orgullo y el prejuicio del ser humano, para poder entender el verdadero amor que hay en alguien sin importar los puntos que nos frenan al conocer a una persona.

Flynn y yo somos orgullosos y prejuiciosos, nos da miedo confesar nuestros sentimientos por miedo a que seamos rechazados e infravalorados, pero eso no nos impedirá no hacerle caso a nuestro miedo y lanzarnos, sin importar que acabemos bien o mal.

Porque vida solo hay una, y en dos días todo se acabará, ¿Qué mal puede haber en intentarlo?

Hacía días que no hablábamos, incluso no íbamos juntos a clase, él se quedaba atrás y yo no podía pararme y esperarle, por muy mal que me sintiese, sabía que, a lo mejor, ni aun así entablaríamos conversación, había escrito mil cartas para poder entender mis sentimientos hacia él y saber que decirle el día que me declarara, siempre he pensado que escribiendo tus emociones pueden entenderse mejor, ahora estaba sola en casa escribiéndole otra carta que posiblemente nunca leería, la arrugué con mis manos, tirándola a la basura junto a las otras.

Me concentré de nuevo en mi cómic, también me había centrado mucho en él con todo lo sucedido con Flynn.

<<Todo lo sucedido se resume a un beso, nada más.>>

Bueno... sí.

La cuestión, que con tanta concentración estaba acabando el tercer capítulo del mes, decidí hacerle una sorpresa a mi comunidad y darles un capítulo de regalo y ahora se estaban descubriendo mil cosas más de la historia, contando que solo quedaban nueve capítulos para terminar el tomo cuatro de la saga y ponerme a escribir el quinto y último tomo.

Me quedaba un año y pocos meses para terminar un proyecto que me había acompañado desde que era una cría y tanto en malos como en buenos momentos.

Escuché el timbre, encendí mi móvil y me mercaban que eran las nueve de la noche, bastante tarde contando que mi madre no dormía en casa, de nuevo, por el trabajo y que mi hermana dormía en casa de su novio, de nuevo también.

Leila, aunque la mayoría de las veces no me avisaba, me habría mandado un mensaje diciendo que estaba en mi puerta.

Kate, que como siempre venía con Jake, me hubiese hecho darme cuenta de su presencia ya que el rubio se dedicaba a tirarme piedras a la ventana y agitar los brazos con fuerza hasta que me asomaba y mi amiga le soltaba un buen bofetón.