Única Parte.

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Neteyam: Ravenclaw
Ao'nung: Slytherin

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Adicionales:

Kiri: Ravenclaw
Lo'ak: Gryffindor
Tsireya: Hufflepuff
Rotxo: Hufflepuff

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Los pasos rápidos retumbaban en las losas del castillo haciendo eco en las paredes mientras un apresurado ojiazul corría por los pasillos con el uniforme desarreglado y la corbata sin armar. Desvelarse terminando un ensayo para defensa contra las artes oscuras le había pasado factura al quedarse dormido y en consecuencia llegar 20 minutos tarde a su primera clase del día.

Claro que sí tuviera a Rotxo con él lo hubiera despertado y no estaría yendo sin desayunar por los interminables pasadizos del castillo, pero no, su mejor amigo había decidido terminar en la casa del tejón y dejarlo a él como único integrante del grupo que acabó en Slytherin.

Dio la vuelta ya a pocos metros de su aula cuando una joven de ojos grandes muy parecida a él se cruzó en su camino, freno su andar para encontrarse con su hermana que llevaba muy animada una de esas plantas carnívoras en una maceta.

— ¡Ao'! ¿No tienes clases?

— Estoy... Llegando... Tarde. — Jadeo recuperando el aire que había perdido durante el recorrido. — ¿Y tú qué haces aquí?

Podía ser muchas cosas, pero siempre se preocupaba por Tsireya y lo estuviera o no haciendo. Él podía llegar tarde y escapar de clases si quería, pero no dejaría que su hermana menor siguiera el mismo camino, ella tenía mucho potencial.

— ¡Oh! La señorita Sprout me pidió ayuda con algunas cosas, ya debo volver.

Le creyó sin lugar a la duda, ella siempre era tan amable con todos que no dudaba sobre su ayuda a una profesora. Palmeo la cabeza de su hermana aplastando un poco sus rizos alborotados.

— Muy bien, nos vemos en el almuerzo.

Repentinamente recordó lo tarde que era y avanzó hasta su salón con toda la velocidad que pudo.

El silencio reinó en el pasillo mientras la joven Huffulpuff dejaba su planta sobre uno de los muros y se inclinaba para ver detrás de uno de los pilares a su derecha, mismo donde ahora se encontraba quito y escondido el capitán del equipo de Quidditch.

— Ya se fue, puedes salir.

— ¿Estás segura?

— Claro que sí tonto, ven aquí.

Lo'ak volvió dando un salto para pasar el pequeño muro y volver con ella. Tomo asiento junto a la rizada pasando una mano sobre sus hombros y besando su mejilla mientras está reía dulcemente volviendo a actuar como minutos antes de que apareciera Ao'nung y el tuviera que esconderse.

Mientras tanto, el ojiazul acababa de entrar de súbito al aula cerrando la puerta tras de sí con tal vez más fuerza de la necesaria, causando un sonido que se extendió por todo el lugar y en consecuencia, ganándose las miradas de todos los presentes.

— Señor Geljo, que alegría contar con su presencia tan... Puntual.

Un murmullo de risas generales se extendió por toda el aula, casi sentía sus mejillas enrojecer, pero mantuvo la postura mientras el profesor continuaba mirándolo.

Mientras el mayor pensaba dónde ubicarlo, él pudo detectar un aroma extraño que le hacía picar la nariz. Olía como a...

— Ya que los equipos están completos puede sentarse junto a Sully, sí.

Amortentia | HP AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora