08

5.5K 338 19
                                        

LUNA♪

Puedo notar los últimos rayos de sol en mi espalda acompañados del sonido del mar, mis pies se hunden en la arena mientras camino y mi pelo está totalmente alborotado debido a la brisa marina, el verano en Cousins no es tan malo como pensaba.

—Creo que deberíamos de volver.—me atrevo a hablar.—Seguro que nos echan de menos y yo tengo que volver a casa.

La mano de Jeremiah juega con la mía, ambas se balancean entrelazadas mientras caminamos, su mirada va a la mía, está sonriente, pero no como siempre, incluso más, aunque es difícil.

—¿Esa es tu forma de decirme que estás aburrida de caminar por la playa?

—No es eso, idiota.—suelto una pequeña risa.—Pero es tarde, tu madre seguro que quiere que estéis todos juntos y Cousins es mi hogar, pero no sé qué tan seguro es volver a casa caminando en la mitad de la noche.

—No vas a volver caminando.—Jeremiah niega.—¿Acaso no es obvio?—su mirada va a nuestras manos, unidas, yo sonrío y asiento, sí que era algo obvio.—Además, así puedo presentarme.—levanto una ceja mirándole.—¿Qué pasa?

—No creo que sea buena idea, Jer... Eres el socorrista y no creo que mi madre tenga muy buenas referencias sobre ti después de que...

—¿Crees que es algo tan grave que mi sonrisa no pueda arreglar?

Buena pregunta, muy buena.
Ahora mismo me siento como el día de noche vieja, con el confeti bajo los pies, muy emocionada por un nuevo año, por una supuesta nueva vida, pero lo cierto es que cuando sea dos de enero todo pasará. He omitido todos mis sentimientos desde el momento en el que sus labios se habían posado en los míos, pero no sabía si podía ser así siempre, probablemente no.

—Ojalá todo fuera tan fácil.—murmuro mirando hacia abajo.—Pero aún así, tenemos que volver, Jeremiah.

—Bueno, al menos te has aprendido mi nombre, ¿debería de haberlo exigido antes de besarme? Creo que sí, pero el resultado ha sido el mismo.—ruedo los ojos y alejo mi mano de la suya, camino unos pasos lejos de él.—¡Oye!

Jeremiah adelante el paso un poco, y en poco tiempo ya me ha alcanzado de nuevo. Sus manos me rodean la cintura, tras eso apoya su cabeza en mi hombro causando una sonrisa por mi parte.

Después de eso no hablamos mucho más, tan solo seguimos caminando hacia su casa abrazados, Jeremiah rodea mi cintura y yo dejo que lo haga.

—Hogar, dulce hogar.—dice una vez frente a su casa, yo sonrió y asiento, Susana se había ocupado de que esa frase fuera literal, tan solo viendo el jardín ya se intuía.—Vamos, cojo las llaves del coche y te llevo.—la mano de Jeremiah vuelve a unirse a la mía, tira de mí para entrar a la casa, pero una nueva presencia entre nosotros hace que no lo hagamos al final.

Es su padre. No me lo había presentado, y yo tampoco le había prestado mucha atención porque no me recordaba a nada bueno, sabía que mi padre había trabajado con él, o al menos sus empresas, Steven lo dejó caer un día en el club, así que hoy había tratado de estar lo más lejos posible de él, Jeremiah lo había puesto fácil, no había tratado de presentármelo ni nada así, pero ahora no había forma de escapar.

—¡Papá!—me muevo algo incómoda al escuchar la alegría de Jeremiah.

Observo al hombre, es alto, mucho más que yo, aunque no mucho más que Jeremiah, es rubio, aunque no tanto como Susana, pero sí que comparte los mismos ojos que sus hijos, pero no brillan de la misma forma, eso era imposible.
Bajo mi mirada a su cuerpo, frunzo el ceño al ver como carga una pequeña mochila, no solo yo me doy cuenta, puedo notar como Jeremiah se tensa, su mano hace más fuerza con la mía.

MOON | Jeremiah FisherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora