Salvaje Divinidad. [🎶] Yoomin. ¡TERMINADA!

Capitulo 21

El rey había dado en petición tener que ver de nuevo a su alegre doncel, durante su hora de trabajo había visto a su vinculo danzando por todas partes junto su hermana mayor, haciendo quien sabe que, a lo que provocaba al rey varias preguntas y curiosidad.

Ahora crecían al tener que ver a Jimin compartiendo en un pequeño comedor, en sus aposentos. Viendo apenas Jimin dirigirle la mirada, apenas una palabra que no pasara con un sí y no, el niño estaba deprimido y Yoongi pensaba que se debía a lo sucedido ayer.

A días después de la celebración Jimin no dejaba de preguntar en varias cosas de la fiesta, en lo impuro que deseaba Yoongi no tener que explicarla y mantenerlo así. Estaba seguro, que Jimin se sentía avergonzado y el rey juraba matar a la criatura que termina con la inocencia de su divinidad.

−Jimin, hay temas que ha tu joven edad no debes saber. ¿Lo entiendes? He preferido no decirte nada, porque aun no llegas a la madurez.

−Sí, lo entiendo...

− ¿Alguien te explico sobre el tema?

−Nadie, no se preocupe, majestad. Si eso le causa inconvenientes, no lo preguntare jamás, se que hay temas tabúes, que son mucho que pueda pensar.

−Exacto. Ahora... ¿Por qué no me dices que hacías Hyunjin y tú?

La pregunta hizo a Jimin despabilar, el joven vuelve a su característica alegría para buscar entre su bolsillo la pequeña cajita. Se pone de pie para ser recibida por el rey con cierta sorpresa. Jimin vuelve a su lugar, sintiendo emoción al abrirla.

− ¿Un anillo?

−Sí. ¿Le gusta? Así ambos tendremos nuestra promesa, para después... Umh, yo...

Su majestad era testigo de algo que juro no volver a provocar, veía a su pequeño ruiseñor desmoronarse desde su asiento, como si el nudo en su garganta dejara de ser una tortura para salir, ve a su pequeño e inofensivo niño comenzar a llorar, cubriendo rápidamente su rostro con ambas manos y sollozar en silencio para no ser escuchado.

−Jimin. ¿Qué te sucede? ¿Te duele algo?

El demonio escucha las exhalaciones de Jimin, deja descubierto su rostro y el rey se levanta para ser quien lo lleve hasta su cama, trata de pensar como sus dulces ojos son ahora llenos de tristeza, Jimin temblaba y en su vínculo, el corazón de Jimin se sentía aquella presión.

−Dime. ¿Por qué mi vinculo está llorando?

−Me dices poemas, me das regalos y me demuestras el amor, cuando es imposible que esté con usted. −Solloza el menor viendo con dolor al rey− No podemos estar junto Yoongi. No puedo ser digno porque, yo... Tengo un vientre podrido.

En palabras que no son dignas de un ser de luz, Yoongi conocía a los de su raza tales blasfemias como un "Vientre podrido" No había sido de una criatura vital, mucho menos inventadas por Jimin. Trata de tranquilizar el chico, hasta mostrar una mirada enfadada por el infame.

El menor de nuevo se desmorona, el demonio lo toma para recargarlo a su pecho para calmar ese dolor. Tratan de anivelar su magia para no hacer caer el palacio y es un intranquilo Jimin, que ve el anillo en su mano, aquel que tanto el demonio dio con esmero, se ve con intenciones de quitárselo, pero Yoongi no se lo permite.

−Eres mi vinculo, Park Jimin. Uno que decidió el destino emparejarme, cualquiera que desafié el destino es castigado cruelmente hasta incluso de los que intenté desafiarlo. Jimin. ¿Quién se atrevió a decirte semejante cosa?... Habla, Jimin...

−N-No puedo majestad...

−Te juro que el involucrado recibirá un castigo.

Aun se acurruca en el pecho de su majestad, negando a pesar de la insistencia del rey, sabia que una acusación así crearía problemas, aquellos que Park Jimin sabia enfrentar. Mientras el demonio, pensaba que asustaba a Jimin, intenta respirar profundo, por el bien de su vínculo, hasta lograr ver a Jimin mas tranquilo, acaricia sus mejillas mojadas.