Lo nuestro

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‎-No lo sé, te amo. - Dijo el con lagrimas en los ojos en la puerta de mi departamento.

-He esperado toda una vida para que me digas eso. - Dijo abrazándolo con fuerza no quería que el se marchara de este lugar nunca más, ella lo amaba demasiado.

-¿Puedo entrar? Hace frió aquí afuera. - Menciono el después de entrar y dejar su chaqueta y su maletín en la silla del comedor.

-Ha sido muy difícil encontrarte después de todo lo que paso. - Agrego el mientras iba dirigido hacia la cocina a preparar café.

-Lo deje muy claro al marcharme, si me dejabas ir en ese momento no me encontrarías nunca mas. - Atónita y con voz entristecida menciono ella.

-Te amo y lo sabes muy bien, te seguiría hasta el fin de los tiempos con tal de tenerte a mi lado. - Alterado menciono el joven.

-Las cosas no son así, yo te amaba eras lo que mas amaba en este mundo y tu ¿Hacerme esto? ¿Enserio? ¿Me amabas acaso? - Con lagrimas en los ojos dijo ella.

El se acerco a ella, la tomo de la cara con una mano y con la otra la pego hacia su cuerpo y la beso con tanto amor, el cual no bastaba para decir cuando la amaba. Ella siguió el beso, lo extrañaba, el era su todo y la abandono, la dejo ir sin detenerla solo se quedo allí parado sin hacer ni decir nada, Estaba rota y el lo sabia muy bien. Lo único que necesitaba era su cariño pero ese es el pasado. Han pasado dos años de aquello y maduro ya no lo necesitaba o eso pensaba hasta que apareció en su puerta.

A la mañana siguiente la joven despertó a su lado en la cama, los dos abrazados, sin que el se despierte se salio de la cama y fue a asearse un poco. Luego fue a buscar ropa para vestirse y allí estaba el, sentado en la cama con una taza de café esperándola , guiño un ojo y dijo:

-Te vez bonita luego de una ducha.

-Ya largo, vete tengo que vestirme y ni pienses que lo haré en frente de ti. - Agrego la joven luego de echarlo.

-Vamos cariño conozco todo tu cuerpo de arriba a abajo, no hay nada que ocultarme. -Dijo riéndose caminando hacia el comedor y así finalizar su taza de café.

El se equivocaba, el no conocía tan bien su cuerpo, ella había cambiado en esos dos años, ya no era la niñita rellenita, tenia curvas y uno que otros tatuajes, símbolos mas que todo.

La joven se vistió normal, con unas vans, unas calsas cortas y su buzo favorito uno de Londres que le quedaba como si fuera de un mastodonte por lo grande que era pero lo amaba sin fin, salio y se fijo en la hora, eran las 12 y todavía no había limpiado nada de la casa para su sorpresa salio de la habitación y encontró todo mas que limpio.

-Pensé que debería hacer algo útil antes que quedarme sentado en todo ese desorden. -Dijo sonriente mientras caminaba hacia ella sonriente.

-Eres muy dulce pero si lo haces para que te perdone déjame decirte que eso no sucederá. -Menciono yendo a su cocina.

-Te conozco cariño, se que en algún momento me perdonaras, lo se, te conozco como a mi mismo. -Dijo siguiéndola y abrasándola por la cintura.

-¿Tu?¿ Conocerme?Já mira amigo en esos dos años que desaparecí cambie un montón, madure, no soy la misma de antes. - Menciono alejándolo de ella.

-Vamos cariño, tarde o temprano me perdonaras y caerás a mis pies como en los viejos tiempos, tu y yo lo sabemos amor. -yendo al sillón dijo.

-Cállate, no sabes nada de mí. -Dijo con un tono de furia que hasta sus vecino notaban que se estaba poniendo cada vez mas histérica.

El permaneció callado, observando como la lluvia caía en la ventana de aquel departamento, en donde vivía el amor de su vida, que por un error suyo, había dejado de serlo hace tiempo.No sabia como hacer para que ella lo amara como antes, el extrañaba sentir sus caricias, sus labios, su aroma por toda su piel, ella lo volvía loco como ninguna otra lo habría podido lograr, el quería que ella fuera su "felices para siempre", la madre de sus hijos, pero no, ella no quería nada mas con el.

Ella fue a la cocina para preparar algo, era invierno y quería comer algo caliente. A pesar de lo que había pasado, ella lo amaba mas que a nada, pero no podía dejarse caer a sus pies tan fácilmente. Tenia su orgullo, no podía ser como antes y caer a la primera palabra cursi que el decía.

Los días pasaban, ellos se divertían mucho juntos, ya había superado sus diferencias y errores, ya no importaba el pasado, era en ahora y el futuro en lo que se enfocaban. A la edad de 24 años ella era muy independiente, trabajaba, estudiaba y era bastante madura, todo lo contrario a el, un adolescente mas que estudiaba lo que soñaban, no importaba si eso lo iba a ayudar en un futuro a conseguir trabajo o no, si el amaba lo que hacia lo iba a hacer. El era un fantástico pintor, muy perfeccionista, Ella una escritora y fotógrafa frustrada que, ahora, estudia derecho. Una mujer muy decidida y con los puntos muy bien puestos era pero nunca iba a ser feliz si no hacia lo que ella amaba, tal vez era muy realista y no se dejaba soñar, mas que una joven era una adulta, sin sueños que cumplir, a fin de mes tenia facturas que pagar y sus sueños no le iban a permitir pagarlas por eso ella los abandono en una caja y decidió hacer algo para poder sobrellevar su vida sin que nadie la mantenga. Tal vez cuando tenga mas tiempo iba a cumplir sus sueños o no, eso nunca lo sabremos .

Esta es una historia de una joven sin sueños y un joven con todos sus sueños a cumplir, con ella.¿Ustedes piensan que podrán vivir su "Felices para siempre? ¿O ella se cansara? O tal vez el lo hará.

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⏰ Última actualización: Mar 31, 2014 ⏰

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