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Marinette Dupain-Cheng.

Al llegar a la habitación la abrió y entro en ella conmigo en brazos aún. Al entrar cerró y me apoyo contra la puerta y se colocó entre mis piernas para sostenerme mientras cerraba la puerta con seguro, luego con mis manos lo tome de las mejillas y lo besé, es que era tan increíble que lo estuviese besando a él, a Adrien, el chico que me gusta.

Él correspondió a mi beso, beso que iba tomando más intensidad y que de un momento a otro él corto el beso para besar mi mejilla e ir bajando a mi cuello mordiendo levemente haciendo que suelte un gemido.

Sus manos se movieron hacia mi trasero para sostenerme mejor y frotandose contra mí, haciendo notar lo excitado que se encontraba, me separó de la puerta dejándo caer mis pies contra el suelo. Para así guiarme hasta la cama, en la cual me deje caer contra ella de espaldas. Él se subió sobre mí colocando sus piernas a cada lado de mi cuerpo.

Comenzó bajando las tiras del vestido por mis hombros, bajando la parte superior del mismo, por lo que comencé a desbotonar los botones de su camisa blanca, él continuo en su labor desabrochando el brasier, al hacerlo y dispuesto a seguir, llamaron a la puerta.

Gruño dejando caer su cara entre mis pechos, suspirando sobre ellos, un escalofrío recorriendome por la acción.

— ¡Adrien! ¿Estás ahí? —la voz de Chloe se hizo escuchar.

Adrien no respondió.

— ¿Adrien Agreste? ¡Agreste! —tocó la puerta.

— ¡Sí, aquí estoy Chloe!

— ¿Puedes salir?

— Estoy ocupado.

— Agreste, necesito que salgas.

— Ya voy —respondió de malas, levantándose y abotonandose la camisa.

Me levanté de la cama y él me ayudó a abrochar mi brasier, al hacerlo me acomode las tiras del vestido. Se vio al espejo rápidamente quitándose un poco de labial que había dejado en la comisura de sus labios y yo me arregle un poco el cabello.

Él abrió la puerta encontrándose con una Chloe con las mejillas un poco sonrosadas y sus ojos denotaban enojó.

A lo lejos pude ver a Alya mirando hacia nuestra dirección, miraba hacía Adrien con una mirada de ¿decepción? ¿tristeza? ¿molestia? No supe interpretarlo por lo ebria que me sentía.

No preste atención a lo que Chloe le dijo a Adrien, pero luego recordé que había dejado el regalo de Alya en el auto de Adrien.

— A-adrien —le llamé entre balbuceos. — ¿Me prestas tu llave del auto? Necesito sacar algo que deje.

— Claro, toma —me las dió mientras ignoraba a Chloe quien le reclamaba algo, sobre ¿mí? No entendía nada.

Me alejé para salir hasta el estacionamiento y buscar el auto de Adrien, después de una durda tarea de buscar el auto correcto, lo encontré, porque joder todos los autos se parecían y no recordaba dónde había estacionado el auto Adrien.

Al abrir la puerta del auto busque el regalo de Alya, que había caído abajo del asiento, por lo que lo saqué y encontré también una pulsera, la tomé también y mire bien, curioseando un poquito.

Se parecía demasiado a una pulsera que le había regalado hace exactamente un año a Alya para su cumpleaños. Hice memoria y recuerdo que ya tiene un par de semanas que no se la he visto y ella nunca se la había quitado, siempre la llevaba en la muñeca de su mano derecha todo el tiempo.

Y ahora está aparecía debajo del asiento del auto de Adrien ¿qué se supone hacía ahí? Es algo realmente raro. Si algún día Adrien la acercó a su casa o algo por el estilo no creo que la pulsera se hubiese caído por ir un par de horas o minutos sentada en el auto ¿o sí?

Por una traición [Ninette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora