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Una hermosa vista era lo que se apreciaba en África, su sol anaranjado saliendo desde las montañas, el pasto seco vibrando con el movimiento del viento

Las huellas de las cebras, los sonidos de las aves y el movimiento lento de la cola de algunos felinos.

En un auto Ford, llegaba Ara y Lee, y en el asiento trasero estaba el cuerpo totalmente inerte de Jimin.

En un punto de todo el valle, Lee detuvo el auto y junto a su compañera empezaron una discusión sobre si debian dejar el auto allí con alguna señal o llevarlo hasta las coordenadas que les había dado Ancestral.

Lee dijo:
—Si lo llevamos vamos a llamar más rápido la atención de todos estos animales salvajes y no llegaremos si quiera a la cueva del diablo, o al menos no a la cueva, porque con el diablo sí que nos iremos

Ara negó
—En el auto será más seguro, podremos huir si las cosas se ponen feas, además, si vamos a pie y nos ataca algún animal tendremos que dejar atrás a él —señaló al desmayado— y Ancestral sí que nos mandará con el diablo.

—A caso no recuerdas mis poderes, si nos atacan yo los atacaré más fuerte

Bien, recordándole eso, Ara asintió
-Pero tú lo cargaras

Él sin problema lo cargo en su hombro y empezaron a caminar mientras Ara sacaba el trozo de tela y seguía el camino marcado, tenían que encontrar algunas señales para saber que iban por el camino correcto.

La primera señal era el pantano donde los cocodrilos albergaban, y ciertamente fue lo primero que hallaron a una distancia bastante alejada.

Tendría que ver una piedra enorme dónde un león estuviera allí cuidando.
Pero la advertencia fue clara.

”Tan pronto vean la piedra a lo lejos, deben rodearla, por ningún motivo aquel león debe verlos”

En el trayecto Ara pensó por qué ella estaba haciendo todo esto, sabía que Ancestral necesitaba traer de vuelta a una reencarnación pasada de Jungkook, pero se preguntaba por qué este chico lucia igual que su hermanastro Park Jimin.

No sabía el nombre del chico que Lee cargaba, pero si de algo estaba seguro, es que era muy curioso que se parezca físicamente a su hermano.

¿Quería pedirle disculpas?
Quizá se arrepentía un poco de querer matar al señor Park, bueno si alguien quisiera matar a tu padre claro que lo defenderías con uñas y todo.

Pero este era el camino que había tomado y estaba segura que algo grande le esperaba para ella, ser alguien como Ancestral, una mujer de poderes inigualables le sonaba en la cabezas, sí, sonaba bien tener aquellos poderes.

—Me parece que ahí está la piedra del león —Dijo Lee, Ara parpadeó varias veces para enfocar su vista y ver muy muy a lo lejos la piedra.

—Empecemos a rodearla —dijo ella, se metieron a la derecha donde empezaba una selva llena de árboles, lianas y variedad de flora.

Apenas empezaron a caminar, un roce de hojas se escuchó a un lado, Lee se asustó al ver a una víbora enorme arrastrarse por el suelo con la panza bastante gorda, seguramente se había comido a una persona.

—¡Ay, no puede ser, más animales! —exclamó Ara
—¡Ya estoy un poco harta de todos ellos!

—De qué te quejas, solo vimos gorilas y mosquitos infernales.

Siguieron su camino y se toparon de frente con una pantera que iba tranquila trotando, su pelaje negro brillaba con los rayos del sol, su vista los enfoco y se detuvo de golpe.

MALÉFICO: DUEÑO DEL MAL |KOOKMIN| 1960Donde viven las historias. Descúbrelo ahora