𝐭𝐡𝐞 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐜𝐚𝐫𝐧𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧-Sunoo Harem

21; Sin sentido.

El agua de la bañera ya se ha enfriado, mis dedos estan arrugados, y seguramente mis labios esten de un color morado, pero todavia no estoy listo para salir y afrontar mis propias acciones. 

Los errores, los miedos y los deseos me hacen humano. Soy humano por equivocarme, por creer que siempre tendria el control, por pensar que estoy rodeado de personas de papel que no voy a querer, para al final, despues de todo, enamorarme.

Me duele la cabeza, no importa cuanto masajee mi sien, no se que hacer. Ser yo mismo u otro mejor.

Jay seguramente piense ya que me ahogue en la bañera.

E igual, pasan mas minutos en los que solo pienso en todo. En si estuvo bien que me una a los caballeros, si no cambie la novela a mi contra, si no estoy siendo un idiota por entrometerme en las vidas de los chicos. En la novela original, Sunoo era un personaje tan secundario que solo aparecia para dar pena en un capitulo por ser un bastardo y al segundo morir a manos de Yeonjun, para asi no tener ningun oponente en la linea de sucesion. Los caballeros, incluso, no le tomaron importancia a su muerte que siguieron las ordenes del principe heredero despues.

Pero ahora eso no va a pasar.  Volver a mi mundo ya no lo veo como una posibilidad, y si tuviera que morir para regresar, es demasiado riesgo que no estoy dispuesto a llevar. Ademas, he reemplanteado la idea de huir, en si habria alguna posibilidad de estar con los demas. Pero mientras Yeonjun sea el proximo rey, me sera imposible vivir en el imperio. Por eso, tal vez, use esas cartas que tengo guardadas.

Unos suaves golpes suenan al otro lado de la puerta.

-¿Disculpe, señor, necesita algo?

-No, gracias, estoy bien.-aseguro a la sirvienta, y peino mi cabello mojado hacia atras.-Ya salgo.

Mas tarde, en la habitacion y con la ropa de Jay cubriendome, ambos bajamos a el comedor a desayunar. Sigo en silencio a Jay y su sirvienta personal, bajando las escaleras, desviamos el camino hacia la entrada para ir hacia un pasillo, el cual llega a el comedor. La habitacion esta con sirvientes en cada esquina, rodeando la mesa rectangular en la que el matrimonio Park desayuna. Nos unimos a ellos, y me siento junto a mi compañero, frente a su madre del otro lado y a su derecha, en la cabeza, nos mira su padre con una expresión curiosa.

-Buenos dias.-saludo a la pareja, con un leve asentimiento.-Soy Kim Sunoo.

-Buenos días, te queda muy lindo el traje de mi hijo.-saludó y comento con amabilidad la mujer de rulos oscuros, dándome una sonrisa de lado que correspondí.

-Ya sabemos quien eres, niño, come tranquilo.-siguió hablando el hombre mayor, indiferente, dándome un ultimo vistazo para concentrarse en su plato.

Los copio, y miro a Jay con muchas preguntas. Los padres de mis compañeros de la Orden eran personas que desconocía, en la novela no había aparecido ninguno mas que el padre de Heeseung en una escena con Yeonjun que ya no recordaba. Pero me sorprendía la amabilidad de estos al ser yo, Kim Sunoo, un bastardo. Tal vez, Jay les hablo de mi. O solo los había encontrado de buen humor, dudaba que les agradara el saber lo sucedido anoche.

Terminamos todos con calma la comida, y el señor Park fue el primero en levantarse para irse hacia algún lugar de la casa. Jay también se disculpo, diciendo que se ocuparía de unas cosas y volvería rápido, pidiéndome que lo espere. Así, me quedo a solas con la mujer que no dejaba de mirarme con curiosidad.

-¿Quieres ir al jardín, querido?

Y acepte.

....

Mis manos sudaban un poco pero en verdad no estaba nervioso por la presencia de la señora, sino que ella supiera lo que había pasado y me recriminara por ello. No sabría como responder o defenderme, y aun estaba adolorido como para salir corriendo en una situación extrema. Nos habíamos sentado en una mesa redonda de mármol, no tan grande como las que habían en el palacio, pero si tenia su belleza, y tomábamos el te favorito de la señora Park.