Sex and the City 3

Capítulo 8

Cassidy abrazó a su madre

A Carrie le gustaba que su hija estuviese preocupada por ella, le gustaba que estuviese al tanto de sus problemas y de cómo se sentía en su día a día. Pero ella sabía que no podía ser honesta con Cassidy porque era muy joven para entender las cosas por las que estaba pasando.

A Carrie le dolía mentirle a su propia hija. Pero estaba segura de que lo hacía por su bien.

De repente, sonó el teléfono.

A Carrie le pareció raro. Era tarde, ¿quién podía estar llamándola a esa hora?

¿Podría ser Aidan?

Sin saber muy bien que hacer, Carrie contestó al teléfono.

-Hola, Carrie - dijo una voz masculina al otro lado.

- ¿Aidan? - contestó ella con un ligero tono de asombro - ¿Eres tú? -

Había reconocido la voz de Aidan, pero una pregunta surgió por la mente de la rubia de pelo rizado.

¿Qué hacía el hombre llamando a esas horas de la noche a su casa?

Carrie temía lo peor.

¿Cuál era la razón por la que Aidan le estaba haciendo una llamada a su casa tan tarde a esas horas?

- Carrie, tenemos que hablar - dijo la voz de Aidan - es muy importante -

El tono serio en la voz de Aidan hizo que Carrie se diera cuenta de que algo muy grave y preocupante podía estar sucediendo.

- ¿Qué pasa, Aidan? - dijo Carrie - No entiendo por qué me estás llamando tan tarde. -

Carrie supuso que Aidan no podía estar llamándola a esas horas por algo bueno.  Por eso, temía la razón por la que el hombre la estaba llamando.

- Carrie, la niña ha visto algo que no debería ver - contestó Aidan de forma seria - y temo que vaya a haber problemas si no actuamos ya -

- ¿Te refieres al beso que me diste en la mejilla? - le preguntó Carrie - ¿No crees que estás exagerando? No creo que pase nada malo si Cassidy lo ha visto -

Pero en cuanto dijo eso, la mujer se dio cuenta de que tal vez Aidan no era el único que estaba exagerando con el tema.

Pues, hace tan solo unos minutos ella también había estado preocupada por ese beso.

Mientras tanto, Cassidy escuchaba con atención la conversación, intentando averiguar qué era lo que estaba diciendo su madre por teléfono. Pero la voz de Aidan era demasiado baja como para escucharla.

"¿Sobre qué están hablando?" pensó.

La voz de Aidan volvió a subir el tono, lo cual hizo que Cassidy pudiera escuchar con mayor facilidad. Ella no quería espiar a su madre, pero no podía evitar sentir curiosidad.

- Carrie, no podemos dejar pasar esto - decía Aidan.

- ¿El qué, Aidan?- preguntó Carrie, quien todavía no acababa de entender la situación.

- El beso que te di en la mejilla - contestó él - No puedo dejar pasar eso -

- Pero...¿No crees que estás exagerando? - repitió ella - Sólo fue un beso en la mejilla -

- Carrie, si Cassidy se lo cuenta a su padre, habrá grandes problemas - aseguró Aidan.

- No lo hará - aseguró la otra - Cassidy nunca me traicionaría. Ella nunca querría que yo me metiera en problemas con Big -

A Carrie le dolía escuchar a Aidan hablando de la importancia de sus muestras de cariño hacia ella como si fuese algo malo.

Habían sido pareja durante tanto tiempo y ahora, sus muestras de cariño significaban que aún sentían algo el uno por el otro.

Aunque Carrie no quería, no podía evitar sentirse mal por ello.

- Lo siento, Aidan, pero la verdad es que, al final, son solo unas simples muestras de cariño - contestó ella - No tiene porqué haber problemas por un simple beso en la mejilla -

Y después de esto, Carrie colgó.

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Esa misma noche, Carrie no podía dormir, todavía estaba pensando en la conversación telefónica que había tenido con Aidan hace tan solo unas horas atrás.

Por su parte, Cassidy sabía que había un secreto entre Aidan y Carrie y quería saber qué estaba haciendo su madre con el hombre.

Aunque Carrie le insistía en que su relación eran solo amistad, su hija sabía que había algo más en medio.

Pero, aún así, Carrie no tenía intenciones de contarle lo que sucedía.

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Al día siguiente, Carrie llamó a Samantha.

Tenía que contarle lo que había sucedido.

Tenía que contarle que Aidan la había llamado por la noche.

- ¿Qué ha pasado? - quiso saber la rubia de pelo liso - ¿Has hablado con Aidan por teléfono esta noche? -

- Sí, he hablado con él - contestó Carrie.

- ¿Y qué te ha dicho? - preguntó Samantha con curiosidad.

Carrie le contó a su amiga lo que había dicho Aidan sobre sus muestras de cariño.

Sin embargo, Samantha no se preocupó tanto por la situación.

Para ella, era normal que Carrie y Aidan todavía sintieran algo el uno por el otro.

- Es normal que ambos tengáis sentimientos - explicó Samantha - Además, es solo un beso. No creo que tengas por qué preocuparte -

Carrie no estaba tan segura si eso era bueno o no para no preocuparse, pero tenía que confiar en la palabra de Samantha.

- Lo sé, pero... - Carrie suspiró - Me preocupa Cassidy. Ella sabe lo de mi relación con Aidan. Sabe que él y yo fuimos novios. Y empiezo a sospechar que se ha dado cuenta de que, en realidad, aun sigo sintiendo algo por él -

- No hay de qué preocuparse - aseguró Samantha - Tranquilizate, todo va a salir bien -

- Gracias, Sam - sonrió Carrie antes de colgar.

Esa era la razón por la que Carrie había decidido llamar a Samantha.

Necesitaba consejo, y su amiga era la más indicada para ese tema.