6- Vestido

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Crista y James estaban en el coche en dirección a la fábrica.
-Am... perdón por no decirte que estoy casado, no quise ocultarlo...

Crista lo miró apretando sus labios.
-No tiene que decirmelo, no es importante.

James se frustró, había sido un idiota al no decirle antes que estaba casado.

Crista por su parte sintió tristeza, algo en ella se quebró dentro pero no entendía el porqué.

James miraba por la ventana.
-No estamos juntos, ella vive en el hotel y yo en mi casa, solo fue un matrimonio para cubrir sus gastos en forma de agradecimiento. Es importante para mi que lo sepas.

Crista miraba por la ventana de su lado y una pequeña sonrisa asomó en su rostro.

Llegaron a la fabrica y ambos entraron.

En el momento que los trabajadores lo vieron ingresar, lo saludaban con extremo cariño y confianza.

James sabía el nombre de cada persona que lo saludaba, incluso a varios le preguntó por su familia.
-Crista, puedes recorrer la fabrica sin problema, yo voy a hablar con el gerente.

-Bueno...

James ingresó a una oficina y ella empezó a recorrer el sector de las telas.

Era lo que más le atraía, confeccionar.

Unas trabajadoras la miraron.
-Tu eres nueva verdad?

Crista las miró avergonzada.
-Si...

La mujer sonrió y la abrazó.
-Bienvenida, si el señor March te contrató es porque vio algo en ti, como a todos.
Yo soy Ester, trabajo en la confección y diseño.
Ellas son Carla y Arse, mis compañeras.

Crista se acercó a ellas y las saludo.
-Soy Crista.

-Y en qué area trabajas?

Pregunto Carla.
Crista juntó sus manos.
-Soy secretaria de Jam... el señor March.

Las tres se sorprendieron.
-Y solo trabajas?

La joven un poco dudosa dijo.
-Estudio Diseño.

Arse se sorprendió.
-Ves, por eso el señor March te contrató, el es muy inteligente.

-Si, si, porque así tendrás experiencia en el campo. El siempre ayuda a las personas.

El trio hablaba de James mientras Crista recorría los miles de metros de tela con la yema de sus dedos.

Cuando vio en un maniquí un vestido de novia que estaba rasgado.
Se veía muy antiguo.

Ester se dio cuenta que lo estaba viendo.
-Ese vestido es una reliquia familiar del señor March, por lo que sabemos, perteneció a la esposa de su bisabuelo... a la pobre la mataron.

Crista tocó el vestido, las costuras y detalles le parecieron interesantes, es justamente cómo ella lo habría hecho.

-Es lindo verdad?

James estaba detrás de las mujeres, quienes se asustaron al verlo.
-Señor March, que gusto verlo.

Crista volteó y lo vio, James estaba sonriendo.
-Lo mismo digo Ester, cómo está tu hija? Ya la operaron?

-Si, gracias a usted, si no me hubiese dado ese dinero...

Ester empezó a llorar y las otras dos mujeres la contuvieron.
-Esque vendió muchas cosas de su casa y aún así no tenía ni la mitad de lo que necesitaba. Gracias Señor.

James le tocó el hombro.
-Ester, sabes que cualquier cosa puedes decirle a tu superior o directamente a mí.

La mujer sonrio.
-Lo se... vamos chicas.

Las tres se fueron del lugar dejando a James y Crista solos.
-Te gustó el vestido?

Crista lo volvió a mirar, los detalles eran hermosos.
-Si... pero porqué está roto?

James recordó que la noche que Crista se lo puso, el rasgó el vestido jusro antes de hacerla suya.
Un pequeño rubor se dejó ver en sus mejillas.
-Ni idea.

Crista vio el orificio del vestido.
-Esto se puede arreglar, el problema es conseguir la misma tela.

James se sobresaltó.
-Tengo la tela guardada en el hotel... si quieres, puedes arreglarlo.

La joven lo miró asombrada.
-De verdad? Me dejarías hacerlo? Pero es una reliquia.

-Hazlo...

"Después de todo es tuyo", pensó.
Crista se emocionó y sonrió.
-Bien, lo hare... si... que emoción!

James buscó una bolsa de papel y con ayuda de Crista, quitaron el vestido del maniquí y lo guardaron dentro de la bolsa.

Crista vio la hora.
-Ya es hora de almuerzo.

James miró su reloj.
-Es verdad, vamos a la empresa.

.
.
.

Llegaron a la empresa y James supo que Crista quería almorzar.
-Tienes hambre?

La joven asintió apenada y él sonrió.
- Vamos a comer.

Fueron hasta el casino y la gente lo miraban extrañados.

James observaba todo, era la primera vez que iba ahí, no conocía ese lugar.

Siguió a la multitud, pero cuando lo vieron, se apartaron.

Crista con toda naturalidad avanzó y pidió lo que más le apetecía.

James le siguió y se sentaron en un lado apartados.
Crista empezó a comer y él igual.

Las personas lo miraban demasiado, era incómodo.

-No es necesario que me acompañe.

Dijo Crista.
James se encogió de hombros.
-Es muy notorio que no vengo a menudo?

Ella sonrió.
-Si, pero es entendible, por lo que veo tiene muchas reuniones con inversionistas. No creo que tenga tiempo para almorzar aquí.

-Queria estar más tiempo junto a ti.

Crista le miró, no entendía lo que estaba pasando con ellos, a veces sentía que James buscaba algo más, pero apenas se conocían.

Al terminar, caminaron por el edificio, Crista le estaba hablando sobre lo que aprendió en clases y lo mucho que le interesaba arreglar el vestido.
James solo la escuchaba, cuando una persona les deruvo el paso.

-James Patrick March, tanto tiempo.

El joven miró a la mujer y le sonrió.
-Fiona, que haces aquí?

-Fiona, que haces aquí?

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Our Present  (James Patrick March)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora