Parte única

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Ella sostenía aquel cuchillo con firmeza, había atravesado la piel de su adversaria a nivel de su estómago ¿Le importaba? Claro que no, pero por dentro sí que lo hacía, su corazón se estrujaba y dolía, el tiempo se había parado entre ellas, cada respiración podía sentirse, sobretodo la de una castaña que peleaba con el dolor que la invadía, no quería rendirse ante ella, no quería bajar su guardia a pesar de estar perdiendo tanta sangre. Ambas flotaban debido al Quirk de la menor mientras clones y más clones las rodeaban, había que eliminar a la heroína, pero algo frenaba las acciones de la villana.

Golpes y más golpes iban entre ellas, la Gravedad Cero las lanzaba a cualquier lugar, todos alrededor flotaban, la castaña no quería que nadie se lastimara, pero para la rubia le era indiferente. El cuerpo de la menor estaba empezando a helarse, pero seguía con su cometido, quería acercarse a la mayor a toda costa, detener su desfile de clones, llegar a un acuerdo.

-¡Toga! -gritaba entre todo el tumulto- ¡Dime que pensaste antes de nuestra batalla! ¡Cuéntame todo!

-¿¡Por qué debería!? -los ojos de Toga habían empezado a humedecerse- ¡No me conoces, Uraraka!

-¡Pero quiero hacerlo!

Toga tironeó de los cables del Zero Satélites de Uraraka para acercarla y acestarle otro golpe con su cuchillo, pero no cumplió su cometido, solo llevó sus manos a los hombros de esta para apretarlos levemente mientras las lágrimas acumuladas, daban rienda suelta por sus mejillas.

-Me enamoro fácil -susurró- ya sean héroes, villanos, chicos o chicas...¡Todos tienen una sangre exquisita corriendo por sus venas! Y no puedo evitar querer probarla.

Inconscientemente ambas se habían sumido en un abrazo que no sabían que necesitaban, la castaña respiraba con mayor dificultad, pero no le importaba.

-Se me dijo que nunca sonriera, pero me daba envidia ver a los demás hacerlo. ¡Yo también quería ser feliz y sonreír!

-¡Te entiendo! -soltó Uraraka- pienso que eso jamás debió ser algo que te negaran.

Una molesta tos cargada de sangre interrumpió las palabras de la castaña, algo que preocupó un poco más a la rubia.

-Puede que tu camino haya sido difícil, y que la Liga de Villanos que fue tan importante, no pueda ser reemplazada tan fácil -la miró con ternura- pero quería decirte que tu sonrisa es la más bonita que haya visto.

Como un vidrio, el corazón de Toga se fragmentó, las lágrimas no se detenían y ella no quería contenerlas más. Los clones de Twice fueron desapareciendo, en el fondo sabía que ya no podría verlo más, pero ya no podía evitarlo, su sangre se había acabado.

"Adiós, amigo"

-¿Tú piensas...que soy bonita? -titubeó Toga con una ligera sonrisa.

-Eres la niña más bonita de todo el mundo.

Sus palabras habían dado esa calidez que su corazón siempre necesitó. Bajó su guardia mientras sentía que ellas empezaban a descender, tenía a la castaña en sus brazos ya que casi no podía mantenerse después de toda la sangre perdida. Una vez que tocaron suelo, Toga dejó con sumo cuidado a Uraraka mientras iba por su máscara y sus tanques de reserva de sangre.

-Eres extremadamente rara, Ochako.

La castaña miraba a la rubia, su respiración entre cortada no la dejaba hablar, no podía mover su cuerpo debido a que estaba casi entumecido, estaba a merced de ella.

-Pudiste simplemente arrestarme o matarme, pero hiciste algo que nadie te pidió.

Toga se arrodilló a su lado, puso sus manos en la herida de la contraria y las llevó rápidamente a su boca para beber la sangre y transformarse en ella.

En otra vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora