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CAPÍTULO 1: Quiero que me odies

Aún recordaba aquel dulce olor a avellanas, aunque a él no le gustaban las cosas dulces solamente tomó el panque de avellanas y lo comió para molestarme, típico de ese Uchiha.

Sasuke era un chico popular, pese a que no era sociable y procuraba alejarse de todos, la gente lo admiraba, quería y ponía en un pedestal solo por ser guapo y provenir de una familia adinerada. Aunque claro, también el ser bueno en los deportes y el tener un gran promedio eran sin duda algo importante a su favor. Amado por los profesores y estudiantes, se podía dar el lujo de presumir ser el ser más popular en la preparatoria, pero no lo hacía.

—¿Cómo que aún no sabes lo que vas a elegir?— me preguntó el profesor Kakashi mientras yo estaba sentada frente a él en la sala de profesores —, recién en segundo año decías que querías estudiar medicina con mucha seguridad, ¿qué cambió?

<<¿Qué cambió?, que estoy embarazada, eso cambió>>

—Aún no me siento segura, creo que es una decisión complicada, además no creo quedarme tras hacer el examen— dije algo apenada, mintiendo para no soltar la verdadera razón de mi cambio tan abrupto.

—Al menos dices que presentarás el examen para medicina, pero el que te estés dando por vencida desde ahora no me agrada, tú eres la estudiante con mejor promedio de la generación, así que me decepciona ver que no tengas la confianza suficiente para presentar ese examen— suspiró —, dime la verdad, ¿tiene que ver con algo personal?, ¿es que tus padres quieren que estudies otra cosa?

—N-No es eso, solo... no me siento segura de mis conocimientos, es todo. Estoy muy nerviosa— mentí nuevamente.

—Bien, dejaré todo así por ahora, pero me gustaría conversar con tus padres.

—No es necesario, ellos no...

—¡Señor Uchiha!— el profesor Iruka se puso de pie muy contento al ver al padre de mi hijo entrar al salón de profesores —, escuché que su lesión no es impedimento para jugar el partido del fin de semana. Menos mal, realmente lo necesitamos al frente del equipo.

—Parece que me he demorado más de lo usual— suspiró el profesor Kakashi tras decir eso —. No eches en saco roto lo que te he dicho Sakura, y confía en ti para pasar el examen de medicina, como profesores te apoyaremos en todo lo posible, pero si no tienes confianza en ti misma solamente perderás un año sin más. No te des por vencida.

—Sí, profesor Hatake.

—Bien, puedes irte. Toma asiento Sasuke— apenas yo me puse de pie y lo miré a los ojos, supe que él vio cómo mis ojos se cristalizaron, por lo que salí más rápido del salón y él simplemente me miró preocupado cuando yo hice eso.

Fui a la parte del gimnasio donde guardaban todo el material, me escondí tras el carrito de pelotas, justo en la esquina de aquella habitación mientras recargaba mi cabeza en la pared, extendía mi cuerpo hacia arriba y respiraba profundamente.

—¿Por qué estás aquí?— la voz de Sasuke me sorprendió —, ¿qué fue lo que te dijo Kakashi?

—Qué te importa— me puse de pie molesta —, no es tu asunto.

—Has estado extraña— comentó con tono serio el chico más popular de la preparatoria.

—¿Y desde cuándo te importa cómo actúo?, ¿desde que nos acostamos?, dijiste que sería como si nada hubiera pasado, así que solo aléjate de mí.

—Sé que no te agrado, y a decir verdad tú tampoco me agradas, siempre eres sarcástica y grosera; pero estoy intentando ser amable contigo.

—Nadie te ha pedido ser amable, y si sigues acercándote a mí los demás sospecharán que pasó algo entre nosotros, y la verdad no tengo intención de que la gente piense que tú y yo tenemos algo— pasé de largo y lo dejé en aquella habitación. Después fui a las siguientes clases y durante el almuerzo me escondí en el laboratorio, no quería comer nada, no tenía humor para fingir estar bien, y eso se resintió entre mis amigos.