Capítulo 3

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Cristian: Papá, no la incomodes con preguntas personales y sobre todo cuando hace poco le hablaste de esa forma inadecuada.

Roberto: Bueno Cristian... ese tema ya quedo, no hablemos más de eso y solo quiero saberlo para mejorar el armamento de nuestros soldados solo es eso.

Angeline aprovecho la discusión entre Cristian y Roberto para crear una mentira hasta que se le ocurrió:

Angeline: Lo hizo un viejo conocido del Norte con sus propias manos y esfuerzo, estoy muy agradecida con él hace muchísimos años trabaja de eso y es el más recomendable e incluso le hizo un traje a un gran guerrero de España que trabajaba para el mismo Rey.

Roberto: Ya veo, se ve que es un hombre muy formidable y trabajador. Quizás pueda hacerle algunos pedidos a nivel futuro.

Angeline: A-am... lo que pasa...es que el me había dicho que se iba a retirar ya que era un señor muy anciano y su cuerpo ya no está en condiciones para forzar a mucha carga, así que no sé si siga trabajando de eso pero si puedo volver a contactarme con el lo mantendré al tanto.

Roberto: Muchas gracias por ser comprensiva y generosa.

Oye, por casualidad ¿Nunca te interesó alguien o si pensaste en casarte?...

Cristian: ¡P-PAPÁ!.

Roberto: ¿Qué?-.

Angeline: Rey Roberto Eduardo Son, mi deber como justiciera y defensora del país es solamente proteger y cuidar a los más débiles y necesitados no tengo tiempo para pensar en ello y nunca tuve ese tipo de ideología ni en mi mente ni en mi corazón, así que puedo afirmar con mucha confianza que no hay interés amoroso en mi vida.

Roberto: Mm, comprendo, pero quizás en un futuro te pueda llegar a fluir ese sentimiento especial, uno nunca sabe, pero si esa es tu opinión personal, claramente la respeto.

Angeline: -Asiente-.

Cristian avergonzado miraba con ira a su padre mientras temblaba porqué sabia que hace mucho tiempo su padre le buscaba una pretendienta a su hijo. 

(Mientras tanto en el reinado de Firalia):

Firalia: ¿Ya encontraron la ubicación donde habitan?...

Ayudantes: No mi señora, pero le prometemos que pronto los encontraremos.

Firalia: Con promesas no hacen nada ¡TONTOS! debí haberlos convertido en cucarachas hace rato, ninguno de ustedes 2 puede hacer un trabajo tan simple como de rastreo, ¡son unos patéticos!, ¡Fuera de mi vista! Y sigan buscando, o si no... los quemaré vivos, y recuerden que si intentan escapar... morirán, yo puedo verlo todo, así que sean sabios si quieren subsistir -Sonríe de forma macabra mientras habré un portal que dirige hacia afuera del castillo, así mismo echándolos-

Firalia al echar a sus secuaces, llamó a todos sus soldados para manipularlos de forma convincente y  razonable para así mismo poder quedar como la única heredera del trono de Islandia.

Firalia: Formidables guerreros de Islandia, debemos acabar con las injusticias del ex rey Roberto y su hijo, quienes aprovecharon de sus comodidades mientras a nosotros nos dejaban a merced de nuestra suerte en las calles y sobre todo en la muerte, yo no estoy aquí para esclavizarlos, estoy aquí para liderarlos de forma justa, se aprovecharon de ustedes para su propia voluntad mientras que eran los simples peones de la realeza buscando defender a lo que ustedes llamaban "Honor y Gloria" no pelearan nunca más por ellos, ustedes deben luchar por el pueblo, por ustedes, sus familias y yo misma los comandaré guiándolos por el camino de la libertad, debemos salvar a esos pobres y  desdichados soldados que no saben para quien pelean.

Todos sus soldados la subordinaron con gritos de victoria y apoyándola mientras ella sonreía pensando con éxito la estrategia psicológica que había ideado.

Firalia: Necesito que entrenen y se esfuercen mucho para que obtengamos la Victoria y así poder ganarse el respeto de todos.

Los soldados volvieron a admirarla dispuestos a dar la vida para "Hacer la vida mejor para todos"

Firalia: Cuando mis ayudantes encuentren la ubicación de ambos, idearemos una estrategia infalible para atacarlos y así poder matarlos... pero a el que no le guste la orden, será quemado por las llamas de mi ira ¿Quedo claro?...

La mayoría de los soldados estuvieron de acuerdo y le sonreían con admiración a Firalia excepto por 1 el cuál sentía en su interior miedo, tristeza e ira pero no podría hacer mucho puesto que ya estaba amenazado de muerte.

(Al día siguiente en la cabaña de la ex-realeza):

Angeline y el Rey Roberto no descansaron para preparar un plan ¡Infalible! Que podría derrocar a Firalia y a sus soldados.

Roberto: Nuestro Castillo está rodeado por 50 soldados terrenos, 25 arqueros en la zona del matacán, 15 de guardia en las murallas y patrullan hasta en los adarves y en la barbacana.

Angeline: Wow, cuanta seguridad...

Roberto: Desde que falleció mi esposa... traté de proteger a toda costa a mi hijo, solo quiero... lo mejor para él.

Angeline: Creo que hace lo correcto por él, cualquier padre pondría su vida por sus hijos.

Cristian se había asomado a las escaleras mientras que escuchaba todo de forma cautelosa.

Roberto: Eso es lo que él no comprende.

Angeline: ¿Por qué lo dice?...

Roberto: Es que, el cuando él era pequeño, su madre era una mujer muy fuerte, determinada, ágil y astuta, era perfecta, todo lo que requería un soldado, lo portaba ella. 

Pero al tratar de comandar varias de nuestras fuerzas, casi provocó que varios reinados estén en nuestra contra, así mismo convirtiéndose en una "Rebelde de la Realeza" yo trataba de impedirlo y cuando se ponía muy terca o agresiva no me quedaba más de otra que abofetearla para que reaccione.









La Manzana MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora