Cansado del peso de su pasado y con fobia social, Evie por obra del destino, se entera de la herencia de su abuelo. Una granja en la lejanía de las afueras de Ciudad Zuzu. Decide mudarse y empezar una nueva vida, en donde pueda tener paz, tranquilid...
Ni siquiera había empezado a hacer ejercicio y yo estaba agotado, el día de ayer hice muchas cosas: ir con Robin, la mina, el centro cívico, Pierre's, la abuela... y de sopetón no había comido bien... lastimosamente el salón abría hasta medio día y apenas eran las siete.
Me puse a pescar, esperaba esta vez pescar algunos peces y no basura o, peor aún un resfriado con la lluvia *haha*.
Mis pensamientos se iban hacia Elliott y su poema... fue muy lindo y alentador. *Él además de guapo, se veía muy elegante; era muy respetuoso también, por supuesto que sería un hombre culto... ya que la primera vez que lo vi, estaba en la biblioteca y esta ultima vez lo escuché al recitar el poema...*
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Para mi fortuna conseguí pescar dos lubinas en la lagunilla más grande, entre a una pequeña cueva que tenía en la granja y que había descubierto hace poco cuando exploré toda la granja. Me llevé unos leños y los encendí dentro, con el hacha le quite las escamas y las vísceras, tenía ganas de vomitar ya que nunca había hecho algo como esto y quien sabe que tan bien lo estaba haciendo, pero me las aguante porque mi hambre podía más, Fígaro quien estaba a mi lado se las comió.
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Después de comer y darle un poco a Fígaro me enfoque a empezar mi entrenamiento, empezaría por una hora de cardio y otra de movimientos y por la tarde/noche volviera a entrenar, solo que en lugar de movimientos serían pesas y ejercicios.
*¿Estará saliendo con alguien?* me preguntó... ¿Cuáles son sus gustos...? *agh* yo soy el raro aquí... tartamudeo, me sonrojo en extremo al avergonzarme, soy muy emocional y me cuesta ser expresivo...
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Termine sin aliento acostado en el césped... tome un poco de agua, la lluvia me tenía empapado completamente, ya que no estaba utilizando mi impermeable, solo estaba en short y tenis. Mire mi cuerpo, realmente me había descuidado y estaba delgado.
Me levante y revise mi reloj, eran las 12 y cuarto, esta vez comería apropiadamente o no podría seguir el ritmo de mi entrenamiento. Me acerqué a la cabaña ya que estaba cerca de la cueva y vi a alguien parado con una sombrilla cerca de la entrada de la granja.
Era Abigail, camine hacia ella, parecía que estaba enferma o algo ya que estaba muy roja... -E..ey Abigail, d..decidiste darte l..la vuelta como te d..dije-
Desvío la mirada a los cultivos –Sí, me gustaba venir con la lluvia pero... creo que fue mal momento-
La mire extrañado - ¿M..mal momento?-
-Olvidalo, estaba por irme- giro y se fue sin volver a voltear. Me pregunto si no le gusto como se veía la granja...
Entre para cambiarme y me coloque el impermeable, Fígaro estaba lleno de lodo en las patas -Ni se te ocurra subirte a la cama en ese estado- le advertí y el solo se estiro cerca de la chimenea.
