Bajo Su Piel

Capitulo 26 : Propia Familia

Mis ojos pesaban demasiado para mi gusto dificultándome abrirlos. Escuchaba la voz de Zoe en la habitación hablando por el móvil por lo que creo se trata de Maite hablando de sus empresas.

Cuando finalmente logró abrir los ojos y moverme suelto un gemido de dolor.

—¡Maldición! —Me tocó la costilla derecha —. ¿Por qué me duele tanto?

—Tienes fracturas en las costillas, debes quedarte quieta —Se acerca tomando mi mano —. ¿Cómo te sientes?

—Me duelen partes del cuerpo que nunca pensé me dolerían y también la cabeza —Me toco la nuca y siento un vendaje —. ¿Qué sucedió?

—¿No lo recuerdas?

A mi mente vienen los recuerdos de la discusión con Tyler, yo yendo al elevador y luego el forcejando conmigo y tirándome por las escaleras.

—Maldito cabrón —Musitó suavemente —. Volvió a tirarme por unas escaleras.

—Tranquilízate, ahora solo debes descansar —Acaricia mi cabello —. Necesitan descansar.

—¿Necesitan? —Preguntó confundida.

La puerta de la habitación se abre entrando Edrik y Mika los cuales me sonríen amablemente.

—Me alegra que hayas despertado —Edrik se acerca inspeccionándome y revisando mis ojos —. ¿En escala de dolor del 1 al 10 cuanto sientes?

— Siete, aunque mi cabeza retumba y tengo unas terribles náuseas.

—Las nauseas pueden deberse debido a la operación que tuviste, aunque más creo que se trata por tu estado.

—¿Mi estado? —Asienten.

—Tiara, tienes 6 semanas de gestación —Musita Mika —. Felicidades querida, estás embarazada.

"Embarazada"

—¿Están seguros? —Balbuceó —. No, no puede ser.

—Lo es Tiara —Zoe sujeta mis manos —. Gracias a Dios el bebé y tú están bien, es lo importante ahora.

Esa posibilidad era casi nula para mi luego de lo sucedido, que la situación se volviera a repetir y esta vez no se repitiera la historia era algo que no podía dejar de pensar.

La puerta de la habitación se abre nuevamente dejándome ver a Dante y a Alexander; este me mira con una sonrisa de alivio y se acerca rápidamente a mi dejando un caso beso en mis labios.

—¿Cómo te sientes?

—Bien, ahora que estás aquí —Tomo sus manos —. ¿Dónde estabas?

—Eso ya no importa —Deja un beso en mi frente —. Lo importante es que ya estoy con ustedes.

—¿Ya lo sabes? —Me asiente —. ¿Y qué piensas al respecto?

—Que soy el hombre más afortunado y feliz en estos momentos —Besa mis labios de manera casta —. Solo queda que te recuperes e ir a casa para estar juntos.

—Tiara, te sacaré una cita para durante los próximos días con la ginecóloga —Musita Mika —. Tendrás que estar unos dos días más aquí y ya luego podrás irte a casa en donde Edrik y yo estaremos al tanto de tu recuperación.

Asiento, Alexander acaricia mi rostro mientras me mira con un brillo que nunca antes había visto en sus ojos.

A estas alturas ya él debe saber qué sucedió y me temo preguntar por cómo vaya a reaccionar así que prefiero callar.

—Hola dulzura —Levantó la mirada encontrándome a Ivan con un girasol en sus manos—. Me dijeron que ya habías despertado y quise venir a verte.

Se acerca, me lo entrega y le sonrió; Alexander se hace a un lado dejándolo acercarse y este deja un beso en mi cien.

—¿Cómo estás? Nos pegaste un susto enorme a todos.

—Lo lamento, estoy bien.

—Bueno, creó que nosotros te dejaremos descansar —Musita Dante —. Me alegra que estés bien, estaremos al tanto de ustedes.

—Mañana vendré a verte —Zoe se acerca despidiéndose —. La esperanza es lo ultimo que se pierde querida.

Me guiña un ojo y sale junto a Dante, Edrik y Mikaela dejándome en la habitación con Iván y Alexander.

Luego de un rato Ivan se despide marchándose dejándonos a sola; una enfermera trae lo que es mi cena y Alexander empieza alimentarme de la manera más dulce.

—¿Sabes que puedo comer sola?

—Lo sé, pero yo te quiero atender, ¿Acaso tiene eso algo de malo?

—No cariño —Le sonrió mirándolo fijamente —. Te amo Alex.

—Y yo te amo a ti nena —Me da un casto beso —. Me siento muy afortunado de tenerte.

La puerta de la habitación se abre dejándome ver mi madre la cuál sus ojos se encuentran llorosos y mi padre luce preocupado.

Al verme les sonrió y parece que toda angustia desaparece de sus rostros.

—Oh, mi vida —Mi madre me abraza —. Casi muero cuando Alex me llamo para contarme lo sucedido, ¿Cómo estás hija?

—Mejor mamá, aunque algo adolorida aún .

—¡¿Dónde está ese hijo de puta?! Juro que lo voy asesinar.

—Papá, por favor cálmate.

—Señor Landuchi, cálmese le aseguro que yo ya me encargue de él personalmente y no se volverá acercar a ella.

¿Qué?

—No sabes las ganas que tengo de acabar con ese tipo –Espeta molesto —. Me imagine lo peor hija.

Mi padre finalmente se acerca abrazándome y beso su mano.

—Estamos bien Papito, cálmate o te saldrán canas antes de tiempo.

—¿Estamos? —Musita mi madre confundía —. Tiara, cariño, ¿Por qué te refieres a estamos?

—Porque lo están Alicia —Alex le sonríe y toma mi mano.

—Estoy embarazada.

Mi madre pega un grito mientras sus ojos se iluminan con lágrimas de felicidad, mi padre parece analizar mis palabras y finalmente sonríe acercándose.

—Mi bel fiore (Mi bella flor ), voy hacer abuelo.

Mi madre lo abraza emocionada,Alexander sonríe y me abraza.

***

Los días en aquel hospital se me están haciendo eternos, pero finalmente había salido de allí.

El camino en la camioneta se me hace eterno aunque empiezo a desconcertarme cuando veo que no vamos ni en dirección a la mansión Ivanóv y mucho menos a mi departamento.

El auto entra a un parqueadero subterráneo, al estacionarse, me ayuda a bajar y abordamos un elevador privado.

—Alex, ¿A dónde vamos?

—Ya lo verás cariño.

El elevador se detiene y abre sus puertas dejándome ver un espacioso piso con muebles y decoraciones bastante modernas.

Me ayuda a salir con cuidado y observo curiosa el lujoso y enorme piso.

—¿Qué haces aquí?

—Este es nuestro hogar, Bienvenida a casa mi cielo.

—¿Qué?

—Este será nuestro nuevo hogar, nuestro propio hogar donde a partir de hoy cuidaremos y tendremos nuestra propia familia...