Descendiente De La Fuerza Y Pureza | Xicheng

16

16

Jiang Cheng abre sus párpados. Sus cejas y el puente de su nariz se arrugan. Con ayuda de sus brazos endereza su espalda y mira fijamente las rejas. Ha pesar de que las feromonas de un Alfa aún estaban alejadas de su celda, Jiang Cheng lo pudo sentir con claridad, sabía de quien era ese olor tan repugnante que le causaba ganas de vomitar. Aunque su pecho ya iba sanando, aún podía sentir el ardor al hacer algún movimiento brusco, sin embargo, eso no era su prioridad, no iba a dejarse ver tan inofensivo frente a los Wen estando sentado.

De entre las sombras de los pasillos, como era de esperarse, apareció un grupo de personas vestidos de rojo y negro. Uno se apresuró a abrir la puerta de la celda con una llaves y dio pase libre al que lideraba al grupo. Wen Xu tenía una sonrisa arrogante y triunfante, en cambio, a pesar de su apariencia, Jiang Cheng no se quedó atrás, dio un paso hacia adelante, y alzó su mentón con clara altivez y desafío. Los iris de Wen Xu brillaron con intensidad.

__ Wen Qing hizo un buen trabajo tratando tus heridas, me preocupaba que muriera desangrado. __ Hubo burla en sus palabras. Jiang Cheng sólo mostró desprecio en su fiera mirada. __ Sólo e venido a despedirme, hoy será el día en que GusuLan caiga bajo mis pies, aunque con tu ayuda hubiera sido más rápido lograrlo. Eso no significa que me dejes de servir, después de cumplir mi misión en GusuLan, tendré que atrapar a la rata que se escapó de la mano de mi estúpido hermano, para eso necesitaré de tu ayuda querido Jiang Cheng.

__ Prefiero morir. __ Wen Xu carcajeó y Jiang Cheng tembló.

__ No te preocupes, haré que la linda familia se vuelva a reunir. Ya no estarás solo, tendrás a muchos conocidos como compañía en este lugar, iniciando por tu hijo luego de terminar con Zewu-Jun.

Jiang Cheng gruñó. __ Nunca lo lograrás.

__ ¿Ah no? Lo sabremos cuando esté de regreso, sólo ten paciencia.

Jiang Cheng retrocedió cuando vio como Wen Xu se acercaba a él sin titubeo. Chocó contra la fría pared de su celda, fue acorralado por el cuerpo más grande del Alfa. Su mentón fue levantado. A Jiang Cheng se le fue la respiración, cerró con fuerza sus párpados y mordió sus labios. No quería ser besado, no por él, solo por Lan Xichen.

》Sólo eres un gatito asustadizo.

Su cabello cayó sobre su espalda. Abrió sus ojos y vio como Wen Xu se marchaba con una gran sonrisa en su rostro llevando consigo en su mano su cinta morada. Jiang Cheng no supo lo mucho que estaba temblando, pero se dio cuenta cuando cayó sentado sobre el suelo al no tener más fuerzas en sus piernas. Su corazón latió con rapidez, no por la emoción si no por el miedo que tuvo al pensar lo que podrían hacer estando él tan indefenso.

Estuvo perdido en la nada, tratando de procesar las palabras dichas por Wen Xu. Entonces recordó a Muelle de Loto, los cadáveres, todo destruido y el olor a cenizas. Había perdido a su antiguo hogar, a su madre y amigos, a hora, iba a pasar lo mismo por segunda vez, él no podría hacer nada aunque quisiera y si pudiera, no tendría la fuerza para lograrlo. Era un inútil, tal como su madre le había dicho alguna vez, una decepción, tal como su padre lo afirmaba en su mirada. No quiere llorar, pero ya no puede seguir aguantando. Entonces, sus lágrimas son derramadas. La incompetencia lo envuelve, se siente culpable.

Junta sus piernas con su pecho y oculta su rostro entre sus brazos y rodillas. Quiere gritar, no lo hace, no quiere que nadie se entere de sus lágrimas. No sabe cuando llegó, tampoco le interesa, pero se hunde en los brazos de la mujer Alfa quien no duda en acariciar su cabello y sobar su espalda. Wen Qing no sabe que decir, quiere dar palabras de consuelo a Jiang Cheng, pero ella nunca había sido buena con las palabras, temía empeorar la situación. Calla, sólo lo consuela con su presencia y con sus feromonas. Funciona, pues Jiang Cheng deja de llorar y hunde su rostro en su cuello aceptando su aroma.