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— Oh, aquí estás, príncipe — el más alto abrazó por la espalda al mayor al haberlo visto en el armario, solamente buscando algo que ponerse para salir — ¿qué haces, amor?

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— Oh, aquí estás, príncipe — el más alto abrazó por la espalda al mayor al haberlo visto en el armario, solamente buscando algo que ponerse para salir — ¿qué haces, amor?

— Nada — Beomgyu respondió con una voz anodina.

— ¿Vas a salir? — el más bajo respondió afirmativo — ¿sin mí, cariño?

— ¿Tengo qué llevarte a las salidas con mis amigos? — el menor hizo un puchero.

— No, es que te extraño demasiado — el más bajo asintió con desgana — llevamos tanto tiempo sin salir, ¿recuerdas cuándo íbamos al parque juntos?, ¿o cuándo te llevaba a caminar por la playa en el verano?

— Es muy linda tu historia — el peligris suspiró — pero parece que ha sido hace tanto tiempo que ya no lo recuerdo.

Y mentía, esos recuerdos vivían en su mente, tenía presente cada segundo que pasó allí y los resguardaba en su corazón muy recelosamente. De igual forma, tenía que pretender ser duro, ya que comprendía que esos recuerdos solo se presentaron cuando eran novios; es decir, hace más de cinco años.

— Cielo, sé que dejé descuidado nuestro matrimonio — el mayor rodó los ojos y paró de buscar entre sus prendas, solo dejando sus manos en el borde del cajón abierto — pero, créeme que te amo demasiado y no soporto tu desprecio, y quiero revivir todo ese amor que nos unió hace tanto tiempo.

— ¿Y cómo planeas hacerlo? — el más alto dejó un beso en la coronilla de su marido — ¿llenándome de besos falsos?

— No son falsos, bebé — el mayor rodó los ojos — y sí, te daré muchísimos besos hasta que me perdones: así que ven aquí.

El peligris llevó a su marido hasta la cama y se acostó sobre él, llevando sus labios hasta su rostro para dejar múltiples besos realmente tiernos.

— Suéltame, Kang — el más bajo apoyó sus manos en el pecho del contrario — déjame.

— No hasta que me perdones, cariño — el menor se acomodó sobre su esposo, sentándose a horcajadas y pasando su mano derecha por su torso — te podría dejar si me permites hacerte algo primero...

— ¿Qué me harás ahora? — cuestionó en una clase de voz gélida.

— Creo que lo sabes, bebé — el más alto se acostó sobre el contrario, colocando sus antebrazos a cada lado de su cabeza para no aplastarlo — te extraño, extraño tus besos, tus abrazos, tu cuerpo. Quiero volver a tenerte, sentir que no has dejado de ser mío. Quiero amarte, cariño.

El mayor subió sus manos al cuello del más alto y juntó sus labios, formando un beso muy apasionado y tierno. El peligris sonrió entre el beso.

Pero la guerra no estaba acabada, pues el más bajo sostenía un plan, uno que haría que su marido pruebe del mismo infierno que él tuvo que soportar durante tantos años.

Pero la guerra no estaba acabada, pues el más bajo sostenía un plan, uno que haría que su marido pruebe del mismo infierno que él tuvo que soportar durante tantos años

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♡: [ 𝙍𝙚𝙫𝙚𝙣𝙜𝙚 ] ➯ 𝘛𝘢𝘦𝘨𝘺𝘶 𖡄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora