Capitulo 10

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Era muy diferente al resto de todo el nivel incluso de toda la escuela. Las paredes no se veían nada descuidas, estaban pintadas de un elegante color azúl y otras de color chocolate en perfecta combinación. El piso era de mármol con figuras de triángulos y estrellas, muy limpio y pulido. Tenían cosas muy modernas como una cocina con todos sus utensilios y aparatos, estufa, licuadora, horno, surtido de frutas y vegetales. En otro sector habían sillones grandes y elegantes que hacían juego con todo. 

Era evidente su elegancia y buen gusto. Había música sonando de un estéreo cerca del sillón principal. Era música clásica. Contaba con electricidad, agua y hasta internet había. Hermosas obras de arte como esculturas y cuadros de grandes pintores como Da Vinci decoraban algunas paredes acompañados de fotos familiares. Reconocieron a uno de ellos en estas; el director Francisco. 

Había fotos de él joven, posando en canchas de deportes, en barcos, coches y lugares turísticos como Francia e Italia. Fotos con su esposa, una mujer muy coqueta y con la mirada feliz. En todas salía agarrando el brazo de su marido.

Su hijo no era la excepción en las fotografías, salia en algunos lugares como parques, playas, museos,en su casa y en una más, salía en el patio del colegio siempre muy derechito y sonriente. 

Los amigos se quedaron asombrados que después de tantas habitaciones tenebrosas hubiera una con estas características. Observaron tambien más adelante mientras seguían recorriendo el lugar un escritorio muy amplio de color amarillo. En él había una computadora apagada, un teléfono inalámbrico y una maceta pequeña con una cuna de Moisés dentro. 

Detrás de este escritorio había una puerta semi abierta de la cual provenía un sonido que todos reconocieron: la música que comúnmente se escuchaba en la oficina del director. 

Sin prisas, se colocaron en fila y caminaron lentamente para asomarse y asi salir de toda sospecha. Al hacerlo, encontraron al director en un cómodo sofá muy parecido a los de la dirección, estaba sentado frente al televisor mirándolo muy concentrado. 

No sabían cómo reaccionar al verlo. El coraje hacia él existía después de todo lo investigado en las últimas horas, por lo mismo mantian la calma pues no sabían que daño les podría hacer. 

Examinaron a detalle esa habitación y no era muy diferente a la anterior, cuadros de artes y fotografías decoraban las paredes. Estaba muy bien decorado y el lugar era limpio aunque muy obscuro. 

La habitación era pequeña, apenas como una escolar y se sentía un ambiente muy tenso dentro. Una energía que no podían explicar. Miraron más a detalle y corroboraron lo más importante. No había ningún ser extranormal y lo más sorprendente era que el director estaba solo.

—¿Cómo se atrevió a hacer todo esto?—Se armó de valor César para cuestionar.

—¿Quien se cree usted?—Seguía Roberto mientras se acercaba al sofá donde estaba sentado -¡Está loco!

—Es un estupido demente.—Continuó Daniela con los calificativos.—Un hombre como usted no vale nada.

—Debe detener esto inmediatamente, ¿No se da cuenta del daño que hace?—Se acercaba Carlos para seguirle gritando.—Salve esas vidas, aún debe ser capaz de hacerlo.

Los gritos y reclamos continuaron por un momento hasta que de repente cesaron cuando vieron de frente al director. Contemplaron que permanecia sin reacción y sorpresa al verlos ahí y a sus palabras. También notaron que de sus ojos caían lágrimas al mirar el televisor lo que provocó que miraran ellos también.

El aparato pasaba un video con escenas de él jugando con su hijo, divirtiéndose, jugando al fútbol, las escondidas. Lo mostraba abrazándolo y riendo en todo momento. Su esposa grabando el video y en algunas ocasiones integrándose al juego. Parecia una familia perfecta y feliz.

Contando con el diablo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora