La Mansión Bitt

VII: "Arreglarse"

La miraban como si trataran de pensar en un forma de hacerla ver menos... humana.

— ¿Qué? —preguntó preocupada por lo que le pedirían hacer.

— Necesitamos arreglarla para la reunión. —dijo Dereck haciéndola abrir los ojos de golpe.

— ¡¿Arreglar?! —se encogió en su silla asustada por su determinación.

— Tranquila, no voy a tardar. —Dereck la tomó del brazo y la arrastró hasta la habitación de Sanders.

Estaba muy comprometido con poner a la humana "presentable". Quería que la quisieran, pero no para comer.

Sanders ya tenía todo preparado, pero sabía que si le avisaban que pensaban bañarla no se dejaría tocar.

La llevó hasta el baño y le lanzó una toalla a la cabeza.

— Límpiate. —se recargó en la pared del tocador sin dejar de mirarla.

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Mientras tanto en el comedor los otros tres se miraron tranquilos.

— Quizá debería subir. —se preocupó Sanders.

— Nah, va a estar bien. —se despreocupó Lenny.

— ¿Tienen cabras aquí cerca? —interrumpió Matia colándose al salón.

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— No veas. —ordenó algo incomoda.

— Ay, no tienes nada que no haya visto antes. —dijo sin mucho interés.

Vía abrió los ojos nuevamente. ¿Qué cosas había visto?

— ¿Qué esperas? —preguntó impaciente.

— Que dejes de mirar.

— Bueno... —se dió la vuelta de mala gana y con una mano se tapó los ojos.

Vía trató de ignorarlo para sentirse más cómoda y sin la mirada rígida de Dereck encima logró desvestirse para poder meterse al agua.

Levantó un pie y trató de introducirlo suavemente al agua, pero al tocarla no pudo evitar sentir un fuerte escalofrío.

Estaba fría, casi congelada, pero antes de poder temblar como es debido, sintió como su pie se deslizó por el fondo de la bañera haciéndola resbalar.

Dereck sintió el peligro y se volteó rápidamente para evitar que se lastimara.

La tomó de los brazos con cuidado de no hacer mucha fuerza sobre sus articulaciones y la miró preocupado.

— ¿Estás bien? —dijo sin soltarla.

— Eso creo. —se acomodó y sin analizar bien la situación se sentó en el fondo de la bañera aún tomada de la mano de Dereck.

— Gracias... —soltó bastante a gusto y finalmente lo miró.

Abrió los ojos, lo miró y se miró, su vista aguda y su falta de prendas de vestir.

Se trató de tapar con los brazos y Dereck sonrió divertido.

— Me avisas cuando salgas. —se dirigió a la puerta y sin dejar a Vía responder salió cerrándola para darle más privacidad.

Vía se quedó pasmada unos segundos y algo confundida comenzó a tallar su cuerpo con una barra de jabón nueva.

Los chicos habían traído muchas cosas del pueblo solo para ella. Todos excepto Raku, quién seguía imperturbable y aterradoramente cuidadoso con ella. No porque la protegiera a ella, si no porque resguardaba algo más. Algo más valioso.