Traición

Rin se sentía asqueroso y culpable, pero en cada momento que sus ojos se cruzaban con los de él, su corazón se apretaba y sus manos sudaban. Su sonrisa lo dejaba sin aliento, cada vez que intercambiaban palabras se quedaba pensativo, siempre que se saludaban y se daban la mano, podía sentir que él apretaba la suya con fuerza por varios segundos. 

Rin odiaba sentirse así, en especial cuando ya tenía a alguien a su lado por el cual debía sentirse de ese modo; sobre todo cuando ese hombre que lo dejaba en aquel estado de conmoción, también ya tenía a una persona a su lado, la cual era su hermano mayor.

Isagi Yoichi era el novio de su hermano Sae, mientras que Rin tenía una relación amorosa con Shidou Ryusei. Los fines de semana solían juntarse los cuatro con los padres de los Itoshi para almorzar, era siempre en esos momentos que Isagi y Rin cruzaban miradas.

Rin guardaba silencio, jamás traicionaría a su hermano, aunque su mente ya lo hacía; también, no podía hacerle daño a su novio, el cual siempre demostraba lo mucho que lo amaba, Shidou no se merecía esa traición. Rin iba a esperar que ese anhelo prohibido desapareciera, ese era su plan.

En cuanto a Isagi, él se sentía muy confundido con sus sentimientos. Amaba a Sae, era feliz a su lado, pero un deseo prohibido nació en su interior desde el primer momento en que conoció a su cuñado. Rin era cautivador, su corazón se removía cada vez que sus ojos se posaban en los suyos.

Isagi no quería traicionar a Sae, pero en el momento que fue a la cocina y se encontró a Rin a solas, no pudo detener su cuerpo para no acercarse a él.

—Rin —llamó con una voz seria, el nombrado correspondió al llamado.

Se miraron mutuamente, sus ojos reflejaban su deseo y desesperación. Isagi tomó la mano de Rin, sin dejar de mirarlo a la cara.

—¿Isagi? —Rin entendió de inmediato lo que estaba sucediendo. 
—Ya me cansé de fingir, sé que sientes lo mismo.

Rin miró con seriedad hacia Isagi, pero guardando silencio, sin negar lo escuchado.

—Rin, me gustas.
—Idiota...
—De verdad me gustas mucho, Rin.

El nombrado suspiró con frustración, que Isagi se rindiera en resistir no estaba dentro de sus planes. 

No querían traicionar a Sae, pero Isagi se acercó demasiado a Rin. No querían traicionar a Shidou, pero Rin no puso resistencia y se dejó besar en los labios por Isagi.

Besarse se sintió muy bien, a pesar del miedo a ser descubiertos, no dejaron de hacerlo. Isagi tomó a Rin por la cintura y lo acercó a su cuerpo, no dejaron de besarse hasta que perdieron el aliento. 

Lo que estaba iniciando era algo prohibido, el miedo y la culpa se apoderaba de ellos, pero no podían detenerse. Después de ese primer beso querían más, sus cuerpos se atraían el uno al otro, a la vez que sus sentimientos se desbordaban.

Isagi y Rin no pararon de besarse, mientras que el deseo mutuo solo crecía más, volviéndose peligroso. La traición ya estaba hecha y planeaban seguir hasta el final.