Capitulo 4

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Allie estaba asustada, no sabía si estaba tomando la decisión correcta, era la primera vez que le entregaba su confianza a alguien, y espero elegir a la persona correcta.

El timbre de su hogar sonó, indicando que ya Olive ya estaba ahí.

insegura ni siquiera se apresuró a abrir la puerta, pues ya se estaba arrepintiendo.

—Allie, tu amiga ya está aquí—Espetó su tía.

Allie pensó en tirarse por la ventana, pero literalmente moría si lo hacía así que descarto la opción sin siquiera razonarla.

También pensó en decirle a su tía que le diga a Olive que ella no estaba en casa, pero no se lo iba a creer porque ella la invitó.

Así que al final, optó por afrontar la situación.

Olive

Tocó el timbre de Allie sin saber lo que le esperaba.

Una mujer de unos 36 años como mucho que portaba un pelo negro, tez muy clara y ojos azules oscuros le abrió la puerta. Una ola escalofriante recorrió cada parte del cuerpo de Olive, por alguna extraña razón, la mujer le transmitía miedo, y de lejos se podía notar un aura de intimidad.

—¿Quién eres, eh niña? —Dijo la mujer recostada de la puerta que acababa de abrir.

—Vengo a ver a Allie, soy su amiga—Dijo la chica un poco asustada y con la voz temblorosa.

—Espera aquí—Le ordenó.

Luego de un corto lapso de tiempo le abrieron la puerta otra vez.

—Pasa, su habitación tiene su nombre en la puerta, así que espero que sepas leer niña.

—No soy una niña, señora. —Enfatizó el "señora".

—Si, bien, no me interesa.

Olive volteó los ojos y se dirigió a la habitación de su amiga, pero al entrar se llevó una ¿Sorpresa?

—Oye, Allie, tu tía es un poco temerosa ¿Eh?

Al voltear los ojos hacia donde Allie la había encontrado asomándose a la ventana, como si se quisiera tirar.

—¿Pero ¿qué haces?

Allie volteo su rostro hacia ella y puso una cara inocente, pero a la vez culpable, era difícil de explicar, algo como, no era nada, pero lo era todo ¿Entendéis?

—¿Nada?

—Y una mierda, ¿Te ibas a tirar Allie?

—Que va, si solo miraba al cachorro de abajo.

—Allie, por esta zona solo hay gatos.

—Vale, vale, pero que no me iba a tirar, dramática.

Técnicamente Allie no se iba a tirar, solo se iba a dar escapadita...

—Que sí, que sí, que te creo, ¿Qué no me ves? Si se nota.

Tenía una cara de espanto.

—A ver, pues muy conforme no se te ve.

—Pues claro que no, si obvio es mentira.

—Que no.

—Lo que tú digas.

—Te lo prometo.

—Vale.

—Pero no lo digas así que pienso que no me crees!

Y obvio no le creía.

—Pero bueno, ¿De qué era eso tan importante que tenemos que hablar?

—Ah sí, mhm, bueno, es algo, mhm, bueno, un poco, si, este... ¿fuerte?

A tan solo una miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora