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Me río en todo el camino.

- No lo entiendo, señor, si su novia lo trata de esa manera y usted la engaña, ¿por qué está con ella?

- Porque en el corazón no se manda y ella me vuelve loco, además no la engañe — me mira por el retrovisor.

- Con una novia así es mejor no tener — me río.

- Lo que ves no es lo que ella es — y lo voy a descubrir — Aún no es mi novia, quiero que lo sea, pero es muy difícil llegar a ella.

- Usted acaba de decir...

- Sé lo que dije — trato de calmar mi risa — me gusta ver cómo se le sonroja las mejillas cuando se enoja y sus ojos extraños se dilatan cuando me quiere matar y no puede.

- Pero dijo que lo ha amenazado y yo vi que le iba a pegar...

- Lo sé, quería invitarla a cenar y si no la comprometo no iba a aceptar y me ayudaste a que aceptará — me mira como si estuviera loco, y tal vez lo estoy.

- No le escuché decir que sí.

- Pero tampoco dijo que no, por lo tanto, escojo la primera opción.

- Está loco, con una mujer así, cualquiera hombre sale corriendo — llegamos a mi edificio.

- Me gusta lo difícil y ella es la mujer de mi vida; y no soy cualquier hombre — pago la tarifa y me bajo.

Una vez me cambio, y preparo todo llamo a mi endemoniada hermana.

- ¿Qué quieres tan temprano, tarado?

- Esa no es la manera de saludar a tu hermano favorito.

- Eres mi único hermano, y estoy tratando de hacerme la idea de que ustedes no existen, me han arruinado el futuro.

- Qué dramática me saliste, debiste estudiar actuación en vez de marketing.

- ¿Qué quieres? Estoy por entrar a clases.

- ¿Cuándo es el cumpleaños de tu ídolo y qué lugares le gusta? — si la quiero sorprender, debo ir a su acosadora número uno.

- ¿Para qué quieres saber eso?

- Dime, y deja de responder con otra pregunta.

- No me hables así, tengo derecho a preguntar, ya que te estoy dando toda la información que me pides. ¿Te sirvió su desayuno favorito?

- Sí, aunque te equivocaste con lo del chocolate frío, no le gusta.

- Bueno, no todo puede ser perfecto.

- Me preocupa como sabes toda esa información.

- Soy un genio. Trabajo para la inteligencia, pero no se lo digas a nadie, puedes morir por eso —, susurra.

- Muy graciosa — se ríe — Dame la información que te pedí.

- Mm, ¿Qué consigo a cambio? — ya se estaba tardando en chantajearme.

- Que no le hable mal de ti a mi odiosa.

- No te atreverías. Si haces eso te corto lo que tienes entre las piernas y diré que te gustan los chicos; papá se va a morir si se entera de eso — este demonio.

- A veces me pregunto de donde sale tanta maldad.

- Se la robé a mis padres cuando me estaban procreando.

Bajo la lluvia de estrellas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora