Traslados

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Kaji deambulaba por las aldeas congeladas, Kōri trataba de solo hacer escarcha y proteger a los humanos que habitaban ahí, era rápido y se veía como una devastación rápida, Dimitri no se percataba delo que hacían o de como Kaji regresaba a descongelar y enviar a tierras del sur a todos los habitantes, al principio todos le temían y trataban de hacerle daño, sin embargo al percatarse de que ella los había ayudado hacían caso a las indicaciones, era increíble como todo era en cuestión de un par de minutos, la magia que había dejado en ellas Jasumin, les permitía cubrir la presencia humana por unas horas, lo suficiente para que todos estuvieran alejados.

Cada vez estaban más cerca de occidente y ambas hermanas estaban haciendo de todo para retrasar a Dimitri, en este momento en el campamento improvisado Dimitri caminaba de un lado a otro a la espera del "informe" de Kōri y Kaji. Se detuvo cuando estas llegaron a su tienda.

-Díganme de nuevo porque no podemos andar sin descanso hasta occidente, muero por aplastar el cráneo del único Taishio que queda.

-Mi Señor, Kaji y yo hemos estado revisando los alrededores y no hay forma de penetrar la barrera que protege esas tierras, es mejor esperar y encontrar una grieta, o al menos que Inuyasha reúna a todo su ejercito de un solo lado, para nosotros tomarlo por sorpresa atacando por detrás del castillo.

-Sin Sesshomaru ese mocoso no tiene oportunidad señor. Kōri a enviado una helada a las aldeas cercanas para que los érrenos de la luna se congelen y tengan menos posibilidades de resistir, sus soldados estarán congelados y no podrán ni moverse.

-Bien, eso lo entiendo, pero tus poderes mi querida Kaji, son los que quiero usar para destruir la naturaleza que rodea el sur, para que sus hijos no puedan atacar con nada, no olvidemos que se rigen con la naturaleza, es importante no atacar en luna llena el sur.

-Lo comprendemos mi señor, pero demos esperaaaa...

Dimitri callo a Kōri con una cachetada que la envió hasta el otro lado de la tienda, su ira era mas que visible, un miesma negro salía de su interior, era toxico, aun más que el de Naraku, las hermanas respiraban con dificultad, sus ojos picaban por las lagrimas de impotencia ya que aun se llegaba el momento de atacar.

-Se acabo, nos iremos ahora y al amanecer estaremos atacando ese asqueroso castillo, y en cuanto termine con ese maldito perro, quiero que Kaji incendie todo a su paso hasta llegar al sur. ¡¡ESCUCHARON!! DEN LA MALDITA ORDEN DE IRNOS.

Los poderes de Dimitri también venían de la madre tierra, combinación de la practica de alquimia, daba algo a cambio de poder, creyendo que las almas de los humanos y la naturaleza muerta hasta este paso era suficiente para darlo como tributo a sus dioses a cambio del poder de dominar los elementos agua y aire, para provocar la inundación que, según él, terminaría con Inuyasha, ya que bueno, según el Sesshomaru estaba muerto.

Pov. Dimitri

Cuando las fastidiosas salieron de mi tienda saque el grimorio que robe del sur, una baratija que le robe al difunto Lord, se lo pedí por las buenas y se negó, así como le pedí la mano de su hija y se negó, todo hubiera sido diferente si me la hubieran entregado, el delicioso ahora que despide su sangre, el poder que me daría tenerla conmigo, follarla hasta desfallecer, alimentarme de ella hasta agotar esa fuerza de voluntad, tenerla a mi merced, comiendo de mi mano, ya casi y pensar que el que me dará la clave de eso será su querido padre.

Quien pensaría que escribir tus memorias y la debilidad de tus hijos en caso de que estos pierdan la razón, llevaría a los mayores a su muerte y la pequeña princesa a su completa sumisión, leyendo de nuevo el capitulo de cada uno de sus hijos me he dado cuenta que todo lo que hacen es basado a la naturaleza, terminar con la energía vital de todo alrededor creando una capa de humo y hielo les complicara todo.

Pov Narradora.

Mientras que Dimitri hacia sus tétricos planes los habitante de occidente y de las aldeas destruidas llegaban a montones a las tierras del sur, los migrantes se sentían protegidos en cuanto tocaban la frontera que era protegida por arboles enormes, una muralla se alzaba más imponente que las tierras de occidente, todo se sentía en paz, el aura mágica que se respiraba ahí era tranquilizadora, aislante del peligro que se ceñía sobre todo lo demás, dentro de todos estos habitantes se encontraban Sango, Miroku y Kohaku, si bien ellos seguían protegidos por la magia el campo de protección que había dejado Kagome como Miko, fueron llamados por Sara para que ayudaran con la evacuación de aldeas cercanas.

Decidieron quedarse en caso de que se atrevieran a atacar, Shippo y Rin Fueron los primeros en recibirlos, se habían extrañado bastante, si bien el castillo del sur era enorme y podía albergar a mucha gente dentro, solo fueron aceptados las personas mayores y niños humanos o demonios, los demás acamparían en tiendas improvisadas, todos estaban expectantes a las señales del menor ataque.

-Sango, amor, estas mas nerviosa que de costumbre.

-Claro que estoy, mi hermana Kagome se enfrentara ante semejante poder.

-No se preocupe señorita sango, mamá es más poderosa que hace unos meses, ahora no solo es una miko si no también una bruja y además ella y el señor Sesshomaru...

-Rin, recuerda hay oídos y ojos por todas partes, deberías cuidar lo que dices.

-No me regañes Shippo, solo porque seas mayor que yo, pero tienes razón, lo siento amigos, pero ya verán que ellos estarán bien.

-De acuerdo, escuchaste Sango, además no estará sola, hay gente que la esta ayudando. Por ahora deberíamos de dar una vuelta por el castillo y los alrededores, ver que todo este en orden y repartir víveres.

-De eso ya se encarga Nogi, el general del ejercito del sur, igual pueden dar la vuelta, pero no se pierdan monje mañoso.

-Qué cosas dices Shippo seria incapaz de hacer algo aquí.

Kohaku se puso muy cerca del monje, poniendo un mano sobre su hombro.

-Claro que no seria tan tonto como para hacer algo, es fácil perderse en un lugar desconocido, además mientras no estén casados, les sugiero quedarse donde yo los vea.

Kohaku, Rin y Shippo entraron al castillo en busca de ayudar en algo.

-Shippo te has vuelto mas fuerte, puedo verlo, además has madurado, pero, aun así, no me agrada la forma en la que le hablaste a Rin.

-He estado entrenando duro, tengo a personas que proteger, mi madre Kagome no solo dejo a Nogi para proteger el sur, sino que también me dejo a mí, también he de cuidar de Rin, si bien ahora tiene ciertas habilidades gracias a la sangre de Sesshomaru no puedo dejarla completamente sola, además el como hablo yo con ella es una forma de tratarla como la adulta en la que quiere convertirse, discreta ante los ojos del enemigo. ¿No es así hermana?

-El tiene razón, no debí ser tan descuidada, solo lo hace por proteger a nuestras nuevas tierras, ya que nuestra madre es ahora la dueña de todo esto junto que sus hermanos, nosotros hemos aprendido a quererlo como nuestro hogar.

Kohaku comprendió la dinámica "familiar" de ellos dos y dio por terminada la conversación ya que se pusieron a ayudar con la distribución de los ancianos. 


Espero hayan disfrutado su lectura, besos.

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⏰ Última actualización: Jul 27, 2023 ⏰

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