La mazmorra de las 3 AM [TERMINADA]

CAPÍTULO 22 - EL BAÚL DE LA MEMORIA

Jungkook se quedó en silencio, mirando con cara de asombro a su hermano sin saber qué decir. De todas las posibilidades que habían pasado por su mente para justificar el abandono que había sufrido, que sus padres hubiesen urdido un plan para fingir su muerte y así evitar que nadie le buscase o le ayudase no estaba en la lista. Era cruel para él, pero también cruel para la gente que le quería, y especialmente para su otro hijo.

— Yo... ¡Yo nunca me he drogado! ¡Ni siquiera fumo tabaco! —exclamó Jungkook tras unos segundos para defenderse— Te prometí antes de que te fueses a hacer el servicio militar que me portaría bien y que no me metería en problemas, y lo cumplí. ¡Deberías haber sabido que yo nunca hubiese hecho eso!

— Mi madre me dijo con 24 años que mi hermano adolescente había muerto. ¿Cómo iba a pensar que era mentira? —Dijo Seokjin con tono enfadado, pero claramente su frustración no iba dirigida a su interlocutor, sino a la situación por sí misma— Jungkook, llevo 10 años sintiéndome culpable por haberte dejado solo, pensando en cómo hubiese podido salvarte, si no sería culpa mía que te pasase eso por marcharme a cumplir con mi deber en un momento tan vulnerable de tu vida. Verte aquí, delante de mí, me resulta como un sueño hecho realidad.

— Joder...—dijo Taehyung, completamente sin palabras por lo que estaba escuchando.

— Jungkook, respeto que no quieras hablar conmigo, pero me gustaría saber qué pasó realmente. Sé que appa y eomma eran difíciles de tratar, por eso llevaba tantos años sin hablarles, pero no entiendo cómo pudieron hacer algo así.

Al escuchar la petición de su hermano, el chico se enderezó en el asiento y su respiración se aceleró, a lo que Taehyung reaccionó enlazando su mano con la de su pareja para darle ánimos. Por un instante, Jungkook miró a Taehyung, y el hombre asintió con la cabeza brevemente para decirle sin palabras que confiaba en él y que sabía que podía hacerlo.

— Lo que pasó fue... que mamá me pilló en el centro comercial besándome con el chico que era mi novio entonces, Jackson Wang. Me dijeron que ya no era su hijo, me dijeron que preferirían que estuviese muerto que tener un hijo homosexual. Su único acto de piedad fue dejarme meter algunas cosas en mi mochila antes de irme. Y yo me avergonzaba tanto mi situación que me fui a Daegu para que al menos nadie me conociese y supiese de mi desgracia. Así que me vi obligado a vivir en la calle durante dos años. Apenas un par de meses después de echarme, abusaron sexualmente de mí. He comido de la basura, hasta hace un año estaba desnutrido porque no me llegaba el presupuesto para comer a diario. He tenido que luchar muy duro para llegar donde estoy ahora. Y si no fuese por la ayuda de Taehyung, probablemente mi vida seguiría siendo una lista de desgracias hoy en día.

Mientras hablaba, la cara de Seokjin se desfiguró del horror, mientras las lágrimas caían una tras otra por sus mejillas incontroladamente. Se podía ver el dolor en su mirada, por saber el sufrimiento que había experimentado, peor que si él hubiese sido el protagonista de aquellas vivencias. Por reflejo, Seokjin trató de alcanzar la mano de su hermano, pero Jungkook rápidamente la retiró.

— Entonces... ¿tú no tienes ningún problema con mi orientación sexual? —preguntó Jungkook.

— ¡No! ¡Claro que no! Kookoo, llevo sabiéndolo desde que eras un niño, y claro que no me importa. Y si además sé que tu pareja te quiere, te cuida y te hace feliz, tengo aún menos en contra. No me puedo creer que nuestros padres fuesen tan retorcidos como para hacerte eso. Sabía que eran homófobos, pero... jamás me imaginé que fuesen capaces de hacerle algo así a su propio hijo.

— Y si sabías que era gay y que nuestros padres eran homófobos, ¿cómo no pensaste en que me habían echado de casa? ¿Por qué no indagaste?

— Me equivoqué, tendría que haberlo pensado...—dijo Seokjin, arrodillándose a los pies de la mesa sollozando, y haciendo una reverencia hasta tocar el suelo con la frente—Perdóname, hermano, perdóname. Por favor, créeme. Déjame compensarte por ello, déjame conocer al hombre en el que te has convertido. Quiero estar ahí para ti a partir de ahora, quiero estar en tu vida y ser el hermano que debería haber sido todo este tiempo.