"Joder", sujetó con fuerza la sábana que tenía entre su mano y empujó la cara que tenía entre sus piernas con la otra para que entendiera que debía mover la lengua más rápido.Las gotas de sudor no paraban de recorrer su cuerpo y las olas de calor no dejaban de sentirse como una jodida delicia placentera.
Miró hacia la puerta unos segundos, asegurándose de que no entrará nadie que las viera en algo indebido y mal visto, y los cerró fuertemente cuando sintió esa lengua adentro de ella.
Podría decir que le valía una mierda todo lo que pensaran, pero... amaba a su familia y no quería dar una mala impresión, aún cuando sus padres no la apoyaban del todo.
"Dios... tus fluidos son mi bebida favorita", gruñó contra la entrepierna de la castaña, quien gimió por la mordida que le dieron en sus labios vaginales bañados de humedad.
Su coño palpitaba y su cuerpo vibraba en cada lamida que la rubia le daba por toda su centro lleno de humedad. Sus ojos se blanqueaban y su espalda no podía permanecer recta por el placer que le recorria todo su ser.
"Unnie...", jadeó repentinamente y tuvo que morder su labio inferior por su falta.
Habían puesto reglas. Y una de ellas era no hacer ruido cuando follaban en casa con demás personas rondando en ella.
"Que rico...", gimió la rubia en la entrepierna de la castaña cuando ese sonido la hizo mojarse más de lo que estaba. "Vamos, Nayeon... no te contengas", se burló al notar que la castaña estaba reteniendo el venirse.
"Ahh... Minari..."
"Nabong... correte para mí", chupó todo fluido que salía de su canal y se centró en la protuberancia hinchada mientras que dos de sus dedos entraban con lentitud en la castaña, que terminó gritando contra su puño y soltando espasmos cuando no pudo contener más el orgasmo que su cuerpo le exigía.
Aquellas manos eran suaves como seda explorando el cuerpo y llegando a sus muslos, donde su boca ahora era quien provocaba que su piel se erizara en cada beso que dejaba sobre la misma.
Nayeon trató de tranquilizar su respiración en el momento que la rubia se puso de pie. Tenía el cabello alborotado, expresión lasciva y mordiendo su labio inferior con una sonrisa.
"Me encantas, nabong", expresó en un susurro deseoso teniendo las intenciones de subirse sobre la castaña, pero jamás pensó que alguien tenía la gran idea de interrumpir su exquisita comida.
Torció el gesto y Nayeon se burló por eso. Bien sabía que la rubia quería comerse su boca, y que la interrumpieran no le agradaba para nada.
"¿Nayeon?", escucharon atraves de la puerta y ambas se miraron con terror. Nayeon se puso de pie de inmediato y Mina fue rápidamente al baño a lavarse la cara antes de que la puerta estuviese abierta.
Por otro lado, Nayeon se acomodó la camisa y también su falsa escolar que Mina había levantando para "comerse", como decía ella, el coño de Nayeon.
Aún sentía como hundía los dedos en sus muslos y aquella lengua haciéndola sentir maravillas, pero no había tiempo para ponerse a imaginar cómo la hizo llegar.
"¡Te dije que callarás!", reclamo Mina cuando salió de baño secando su cara, caminando hacia donde estaba una nerviosa Nayeon.
Ambas lo estaban, pero Mina sabía controlar más ese nerviosismo que la castaña que parecía iba a tener algún tipo de crisis.
"¡¿Acaso tú piensas bien cuando te meto la lengua?!", se defendió con las mejillas rojas. Su corazón quería salirse por lo fuerte que golpeaba su pecho y sus manos temblaban.
ESTÁS LEYENDO
Indebido | Minayeon
FanfictionTodo iba bien, aún cuando tenían sus diferencias por sus padres... su querencia jamás llegó a otro extremo... a otro sentimiento que no fuese familiar. Todo para ellas era normal y nada que fuese algo del otro mundo. ¿Como fue que cambió de algo nor...