estoy en un estado en el que me siento bien, me siento alegre, tengo amigos y tengo buen familia, aunque pensando en el hecho de que son vacaciones de verano, puede que debería salir más de casa.
aparte de pequeñas preocupaciones ocasionales, estoy en un estado que podría ser definido como estable - o incluso más sano siendo comparado con las vidas de otros adolescentes de mi edad. teniendo en cuenta que esta generación es una generación rota, una generación de deprimidos. nuestro enfoque principal de hoy en día es cualquier objeto con pantalla. si piensas un momento, vayas a un lado o a otro, verás a gente mirando el móvil.
mi objetivo ni es hacer terapia de addicción a la electrónica, sino... no lo sé. lo que quiero hacer es desahogarme y voy escribiendo lo que siento.
como iba diciendo: mirando el estado de muchos de mi edad, se podría decir que, aunque no estoy mejor que la media, estoy mejor. estoy mejor, y para mí eso es progreso.
recuerdo cuando empezó el curso escolar de '22-'23. hace menos de un año, me encontraba hablando por primera vez con mi nueva psicóloga escolar, contando mi vida, todo lo ocurrido (que explicaré en siguientes capítulos).
nos encontrábamos en una sala a solas, yo autobiografiándome, ella escuchando y los dos llorando. yo hablando, ella me miraba a los ojos, y vi como una lágrima recurría su rostro.
esta historia - la que estoy a punto de contar, se basa en eventos que han pasado en mi vida, como me siento y qué pienso al respecto, con partes dedicadas a todo lo que siento. contendrá temas que a algunxs les podrá incomodar.
gracias.
