Espina de Rosas🌹 {TERMINADA}

Capítulo 31

Los labios cálidos de Tristán me despiertan y no puedo evitar sentirme feliz de tenerlo conmigo de esta manera.

Anoche, después de nuestro encuentro, me pregunto si podía dormir conmigo y sinceramente no tuve corazón para echarlo.

Una parte de mí quiere abrazar estos sentimientos, pero la parte racional me insta a alejarlo.

Me recuerda la oscuridad que me sumergió la última vez.

— Deja de pensar tanto— escucho que dice pegado a mi oído y siento más que veo su sonrisa.

Abro los ojos y me encuentro con su mirada.

— Desde aquí, puedo oír como tu cerebro está a punto de explotar.

No lo puedo evitar, una sonrisa divertida se instala en mis labios.

— ¿Ahora, me lees los pensamientos?

Chasquea los labios.

— No. Pero sé cómo debes sentirte.

— Tristán.

— Solo digo— se defiende— Vamos a lidiar con todo más tarde—continúa—Ahora, tengo mejores cosas que hacer.

— Vale—asiento— Debemos levantarnos y prepararnos para el trabajo.

— No eres divertida— dice mientras hunde su rostro en el hueco de mi cuello y deja besos húmedos haciendo que me remueva y le dé más accesos a mí. Mientras su mano acaricia mi cuerpo desnudo bajo as sabanas.

— Bien. Creo que podemos llegar un poco tarde este día al trabajo.

⭐⭐⭐⭐⭐

Me doy el último retoque al labial y ajusto mi vestido corte recto, color blanco, manga corta, escote redondo. Tristán se fue hace un rato a prepararse para el trabajo. Después de un delicioso despertar.

Tomo mi bolso, lista para irme a la oficina.

Salgo de la habitación y cuando estoy a medio camino, del pasillo contrario sale Nancy.

— Sé lo que estás haciendo—dice en voz fría.

La miro, y por un momento pienso que hace referencia a quien soy. Optando por una máscara de indiferencia la miro.

— No sé a qué te refieres.

Da un paso al frente.

— Sé que está enredando a mi hijo en tu telaraña— me barre— Una mujer tan recorrida como tú, sabe cómo jugar—no respondo— También, sé que tú apoyaste con el divorcio de mi hija.

— Tu hija, estaba casada con un abusador, que la maltrato por años física y emocionalmente—levanto la barbilla—Dime una cosa Nancy, ¿De qué tienes miedo? — inquiero— ¿Qué escondes? — doy un paso al frente— Tal vez, que se descubra quién eres en realidad.

— ¿Qué quieres decir?

— No será que, temes que Tristán se entere de quién eres y de lo podrida que estás.

— Estás loca.

— Loca, estas tú. Mira que atacar a una chica indefensa— niego— El nombre de Emma Moore, ¿No te suena de nada?

Con satisfacción, veo que su ostro palidece.

— Sé mucho sobre ti y tu familia— me rio.

— ¡Maldita perra! — gruñe

— Ten un feliz día tú también, Nancy.

Sin más, me alejo. De reojo veo a Black de pie en silencio mientras me observa.