--Capítulo 20--

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Me desperté ya que eran las ocho y debía estar a las nueve en historia.

Preparé todo lo que debía preparar para la clase en 10 minutos.

Empecé a andar hacia la puerta, pero antes de salir escuché la voz de Adi.

-Después de esta clase ven al dormitorio.

Miré hacia donde ella y vi que sus ojos permanecían cerrados.

-Vale- respondí al mismo tiempo que cerraba la puerta y salía.

Fui a clase y al terminar me despedí de Emery.

Luego fui al dormitorio como antes le había dicho a Adi.

Nada más en la puerta llamé y esta se abrió.

-Hola, ¿Adi?- dije.

-No, ella no está, es una encasqueta marrones- dijo una voz masculina.

Miré hacia donde la escuchaba y un rostro muy conocido por mí se dejó ver.

Se encontraba sentado con su guitarra en las manos mirando al techo.

-¿Ace?

-El mismo e inigualable.

-¿Y tu hermana?

-Le gusta solucionar las cosas por su cuenta y le ha pedido ayuda a Kaan y como Silas es un orgulloso se ha sentido ofendido y se ha ido, por lo que me he quedado yo solo con el marrón.

-¿Qué marrón?

-Tú- dijo aún mirando hacia arriba y con los pies sobre la mesa.

-A bueno, pues me voy si al único e inigualable de Ace le parezco un marrón, no te preocupes me voy.

-NO, ¿buscas que mi hermana me mate?- dijo bajando las piernas de la mesa y mirándome al segundo.

-¿No decías que era un marrón?

-No digo eso exactamente, pero es que me ha mandado a ayudarte.

-¿Qué?

-Se ha enterado del trabajo que tienes que hacer para activación y quiere que te ayude, porque piensa que nos será útil en esto que está ocurriendo.

-Puedo sola.

-No dudo de ello, pero que irás más rápido conmigo es un hecho.

Una seria pregunta, ¿este tío es tonto?

-Mejor no digo nada.

Puso una mueca de asco como respuesta y habló.

-Bueno, ¿empezamos?

-Claro.

-Siéntate- dijo para él luego hacer lo mismo.

Yo hice lo que me dijo.

-¿Y ahora qué?

-Pues tienes que buscar algo que active parte de tu magia, tiene que ser un objeto, pero las instrucciones no dice nada de que podamos hacer aparecer ese objeto.

Me gustaba por donde estaba yendo la cosa.

-Sigue- dije para que continuara hablando.

-Pues lo que vengo a decir es que las brujas no son las únicas que saben hacer conjuros.

Le miré a los ojos, en ellos vi poder reflejado.

Vi como le gustaba ser más poderoso que el resto.

-Vamos, a qué esperas.

-A que me des permiso.

-Yo te lo doy, vamos.

Se levantó e hizo un gesto con la mano para hacerme saber que debía seguirle.

Rurnore: OcultosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora