El Camino Sigue [Furry Yaoi] [Terminada].

Cumpliendo un sueño.

[Damian]
Es un fin de semana muy de mañana, le pedí a mis abuelos algo de ayuda para cumplir el sueño de la madre de Romeo, voy a tener que ir solo con ellos dos, eso le da tiempo a Henrick de estar con Samir, pero supongo que valdrá la pena ver la cara de emoción de esa gran mujer.

De hecho aun no les digo, tengo que llegar para decirles que tenemos que irnos, es algo que tampoco tenía previsto que fuera este mismo día, pero no puedo desaprovechar el tiempo, es lo que menos se tiene de manera lamentable.

Le he dicho a Romeo que tengo una emergencia, necesitaba ir con él, así me diría donde vive. Ya que pude obtener la localización solo es cosa de llegar, mi abuelo Harper nos llevará al aeropuerto, es la manera más rápido de viajar.

Cuando estamos frente a su casa toco la puerta, Romeo abre inmediatamente estando algo alterado:
— Damian, ¿qué sucede? ¿Qué es lo que necesitas?

Me abraza fuerte en sus brazos:
— Romeo... no puedo... respirar...

Deja de abrazarme estando apenado:
— Perdón, no medí mi fuerza, pero dime, ¿qué está pasando?

Río leve:
— No tengo nada, solo necesitaba llamar tu atención. Necesito que en este momento tu linda madre y tú vayan a hacer sus maletas, deben de vestir algo para entrar al agua y caminar en la arena.

Está confundido:
— ¿De qué hablas?

Su madre también sale caminando con esfuerzo:
— Oh, Damian, me da mucho gusto verte, ¿a qué se debe tu agradable visita? Por cierto, ¿quién es él?

Los presento:
— El formidable hombre hiena que ven aquí es mi abuelo, Harper. Abuelo, el puma es un compañero de clase, su nombre es Romeo. Y la bella dama es su madre.

Después de habernos saludado les explico la situación, de verdad no puede creer lo que estoy haciendo por ellos. Prometí que haría algo y tras haberla escuchado supe que tenía que intentar a cualquier costo volver realidad su anhelo.

Estamos en el aeropuerto, mi abuelo me explicó que mi abuelo Enzo vendrá por nosotros cuando esté de regreso.

Después de esperar y pasar por algunos filtros de rutina ya estamos en el avión, sabía que mi asiento no estaría con ellos, pero hice lo posible para que Romeo se sentara al lado de su madre, en verdad se ve emocionada, es satisfactorio poder provocar ese sentimiento.

[Romeo]
Aunque Damian hace todo esto y trata de verse feliz puedo notar que de vez en cuando baja la mirada estando triste, tal vez le duele su situación con Henrick, entiendo que esto no solo es un sacrificio de un esfuerzo por tener algún lugar para ir, también representa que trata de ser fuerte pues dejará al lobo al lado de alguien más.

Voy a tratar de que sea un buen descanso, dice que solo será el fin se semana, el domingo por la noche ya habremos vuelto. No tengo manera para agradecer o expresar lo que siento por las acciones del tigre, hay mucho que valorar de él.

Después de algunas horas llegamos, estuve jugando ajedrez en línea para matar el tiempo, es divertido ganar a personas de todas partes del mundo.

Al estar ahí veo los esfuerzos de Damian por sonreír se notan un poco más, me acerco para hablar mientras mi madre da un vistazo a todo estado impresionada:
— No trates de ocultarlo, si tienes que llorar puedes decírmelo, igual si necesitas hablar sabes que estoy para ti.

Niega suave con la cabeza:
— Estos días son para pasarla bien, no hay que tener preocupaciones, tristeza o cualquier otra cosa que nos haga sentir mal, solo nosotros tres en la playa.

Froto mi mano en su cabeza:
— Eres grandioso, estoy agradecido desde lo más profundo de mi alma.

Beso su mejilla, después salimos para dirigirnos al hotel donde nos estaremos quedando. Mi madre va para ponerse algún tipo de ropa con que pueda sentirse cómoda para estar en la playa.

Yo me empiezo a quitar la ropa estando con Damian a lo cual veo un sonrojo de su parte:
— ¿Qué haces, Romeo?

Supongo que debí preguntar si esto le era incómodo:
— Lo siento, iré a cambiarme en otra habitación.

[Damian]
Logré pararlo a tiempo, solo quitó su camisa, es probable que lo vea de torso descubierto, pero el resto no quiero ver mucho, debo admitir que tiene pectorales definidos y un buen abdomen.

Cuando estamos listos salimos directo a la playa, al estar ahí es difícil para la madre de Romeo contener sus lágrimas. Quita las sandalias que llevaba para sentir la arena en sus pies, eso la hace dar pequeños saltos de alegría, casi de inmediato trata de correr para llegar a sentir el agua en la orilla de la playa.

La ayudamos para que pueda llegar, ella me abraza muy emocionada con tanta fuerza como puede:
— Gracias... no tengo palabras para esto... eres un buen chico. Espero que la vida te lo recompense con grandes cosas, no solo hiciste que una señora cumpliera un sueño, me diste más de lo que podía imaginar, fue una sorpresa llegar hasta aquí, aún no puedo procesar que de verdad estoy aquí. Podría morir tranquila pues ya hice todo lo que quería, volví a casa con mi hijo y pude conocer este lugar... habrá grandes cosas para ti, lo deseo en gran manera.

Correspondo su abrazo:
— Hice esto con todo gusto, en parte es gracias a mis abuelos, me ayudaron en algunas cosas.

Romeo se acerca a abrazarnos:
— Gracias a ellos y a ti hicieron algo que voy a atesorar toda la vida. Una vista muy hermosa, la sonrisa fuerte de mi madre.

En verdad la ama mucho, es bueno ver a los dos felices. Empezamos a jugar un poco, me mantengo en la orilla del agua poco profunda pues no sé nadar, es mejor no arriesgarme mucho ahora.

Me llena de felicidad la manera en que Romeo la pasa con su madre, ambos ríen de la manera más pura posible, se ven tan lindos juntos. Hay veces que los esfuerzos valen mucho para ver cosas como estas, no un paisaje, es justo como el puma lo mencionó, ver la felicidad de personas que se aprecian.

[Romeo]
Ha sido un gran día, comimos cosas que nunca habíamos probado, disfrutamos de las maravillas que ofrece el lugar, mamá está muy contenta de estar aquí que incluso la veo con más fuerzas que antes, esto me da la esperanza de que pueda recuperarse.

Sin darnos cuenta la noche ha caído, creo que es hora de volver:
— Fue el mejor día de mi vida, pero será mejor descansar para seguir disfrutando el día de mañana.

Cuando quise avanzar mi madre me mira con un tanto de fatiga en sus ojos:
— Espera... me gustaría... ver la luna reflejada en el mar, ¿nos podemos quedar?

Lentamente se empieza a sentar sobre la arena de la playa, ya que parece que Damian no tiene problema nos sentamos también. Mi madre está a mi derecha y el tigrecito a mi izquierda.

Estamos viendo la luna, escuchando las olas del mar, admirando las estrellas en el firmamento, sin duda es agradable. Mi madre se aferra a mi brazo:
— La vida es bella, también es tan fugaz. Cuando yo me vaya quiero que sigan siendo tan felices como con el día de hoy, nunca desperdicien ni un segundo para ser felices. Sé que Romeo va a tener compañía que alguien bueno, aunque solo sean amigos puedo estar tranquila de quien te acompaña. Hijo, te amo, nunca dudes eso, siempre estaré a tu lado en tu corazón.

Nunca podría ignorar un consejo de mi madre:
— Créeme que siempre voy a tener en cuenta tus palabras, también te amo madre.

Nos quedamos en silencio, de pronto se recarga en mi brazo:
— Creo que alguien ya está cansada, vayamos a dormir. Despierta, madre.

De pronto cae en mi regazo a lo cual me preocupa:
— ¿Madre? Por favor, no, no, no, reacciona, ¡MADRE!

No podía creerlo, mi madre ya no estaba respirando, la vida de mi madre ha terminado llenándome de tristeza y dolor, me aferro en un abrazo queriendo evitar pensar en que esto sea real. Por favor, no me dejes, te necesito a mi lado.

Mi llanto es desgarrador, Damian me abraza tratando de consolarme, las personas que aún seguían alrededor nos ayudan tratando de llamar a una ambulancia, más sé que es tarde.

Mi madre... nada será igual sin ti... No quiero aceptar esto, por favor, quiero que me digan que esto es una broma, esto no está pasando.

Miro a su rostro que al menos se ha ido tranquila, tiene la mirada más pacífica que pude haber visto, pude decirle te amo y ella me lo dijo también. Pudo ser el mejor día de mi vida, pero sin duda también estaré marcado de otra manera.

Madre... te voy a extrañar mucho.