ÍNCUBO 2 : La venganza de Brooke ( TERMINADA)

capítulo 19

Elisa había dibujado una estrella de cinco puntas y se había sentado en el centro de esta, rodeada de velas negras y rojas con una blanca solamente, que le había colocado Anya fuera de la estrella para otorgarle luz si fuera necesario en su conjuro.

— ¿ Estamos seguros de esto? — Preguntaba Anya preocupada.

Elisa la miró con ceja elevada. — Es obvio que si.

— Es magia demasiado oscura, incluso para ti.

— Lo sé, pero quiero vengar la muerte de mi hijo y no voy a descansar hasta conseguirlo.

Terminaba diciendo eso mientras se cortaba la palma de la mano con un cuchillo afilado poniendo una expresión de molestia por el corte mientras que Anya se daba la media vuelta y se iba lo más lejos posible sin dejar de tocar su amuleto protector y un rosario que portaba atado en la muñeca de su mano izquierda.
Realmente estaba aterrorizada por lo que estaba a punto de presenciar, nunca antes había estado en una situación como esta y ahora, sentía que su cuerpo era como gelatina.

El profesor Kirkman, colocaba su mano en el hombro de ella con ternura. — Tranquila.

Negaba con la cabeza — Esto no está bien.

— Lo sé, ¿ Pero qué alternativa tenemos? No hay más opciones Anya y esta claro que Brooke no iba a parar nunca, y tampoco Elisa, así que mejor delante nuestro, estando nosotros presentes, podemos de algún modo controlar lo que hacen y estar preparados.

— Yo no lo estoy.

— Solo tienes miedo, tenerlo no es malo, puedes usarlo de dos modos, que te afecte, o no, tú escoges que quieres hacer con él.

Hizo mueca — Es usted demasiado sabio por lo joven que es.

Rió con voz tenue — No soy tan joven como piensas, y supongo que mi sabiduría, la poca que tengo, es por todo lo que he visto.

— ¿ Usted trabajó con el padre Rosemberg, no es cierto?

— A si es, fueron años oscuros la verdad, esa fue la época en la que mis creencias aumentaron pero también mi respeto hacia ellas.

— Por favor, no me lo diga, no quiero saberlo.

Lo hacía sonreír ligeramente mientras que el padre Rosemberg, se colocaba a su lado y ambos lo miraron.

— ¿ Y Marie Anne? — Preguntaba el profesor.

— Con Morgan. — Contestaba sin más.

— ¿ La ha dejado sola con ella? — Cuestionaba Anya.

— Sabe que no es conveniente para ella misma cometer ningún pecado, no hará nada, solo quiere vigilarla.

— O torturarla — Añadía el profesor.

Lo miró mal — No pongas ideas en mi cabeza Kirkman, que nos conocemos.

Tanto el profesor como Anya, sonreían divertidos por su expresión y esa advertencia en su tono de voz mientras prestaban atención ahora a Elisa, se silenciaron al verla ya preparada para empezar.

Elisa terminaba de echar su propia sangre en un pequeño cuenco mientras buscaba el conjuro en la biblia satánica.
Sentía su corazón latir extremadamente rápido, nunca había hecho algo tan profundo como esto, igual que el conjuro anterior para enseñar a Brooke a meterse en la mente de un demonio, y no solo a ella, sino también a ese cura.
Cogía aire despacio y lo iba soltando lentamente para relajarse, debía hacerlo, tenía que estar tranquila para realizarlo, cerraba los ojos lentamente mientras escuchaba sus latidos intentando apaciguarlos, escuchando ahora el silencio que cada vez estaba más presente, sin oír ya las voces de nadie, ahora solo estaban sus latidos, su respiración y ella misma.
Con ojos cerrados, podía visualizar ante la oscuridad, como cada vez se volvía más intensa, y por ende, ella se estaba relajando, calmándose así misma y notando ese viaje que estaba a punto de entrar en todo su ser.