Ellos se ven... lindos

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El día ha llegado y con ello su tiempo de reflexión ha terminado. No estaba para nada interesado en el matrimonio, sinceramente ya había aceptado quedar y morir en soledad sino es que las Sectas de repente quisieran perseguirlo y darle caza como a sus padres.

Se levanta y mira lo grisáceo del cielo que asoma en su balcón, no hay calor y el sol pocas veces lo bendice con sus rayos luminosos.

Va a su baúl con prendas y como siempre, solo tiene tres juegos. Más al fondo ve las cajas especiales donde están las de sus padres, incluso las nupciales. Dichas prendas las conservó para sus momentos de frenesí donde necesita algo que le diera cordura. Algo que lo hiciera sentir humano.

No tiene mucho que ofrecer a esos omegas, honestamente ellos van a perder mucho si los rechaza. Conoce a la gente y lo bocas sueltas que son. Ellos serán humillados por ser rechazados por un Alfa loco, ¿Qué tan poca cosa son? Ya puede imaginarse todo lo que dirán. El no tendrá jamás la oportunidad de acercarse a nadie y ellos no podrán estar juntos.

Sin mucha preparación organiza una mesa del té frente a su jardín, donde solo hay ramas secas en maceteros viejos. Muy lúgubre todo, pero ya se ha acostumbrado a esto.

Sus invitados llegan, puede leer la incomodidad de ser atendidos por sus cadáveres y el disgusto por el mal mantenimiento del lugar. Tampoco es que el quiera hacer mucho, nunca pensó en recibir visitas.

—Honestamente, debido a mi reputación estaba resignado a ser un marginado hasta el día de mi muerte, sin embargo, puedo comprender sus intenciones de esta "alianza". —Da un sorbo a su té y ve como sus invitados hacen muecas, al parecer las hojas no son de la calidad que suelen consumir, quizás es el agua fría o el hecho de que hay más agua que hojas de té verde.

—Después de saber sus acciones contra las Sectas que atentaron a sus padres, es más que claro nuestro miedo. No tenemos intenciones de unirnos a ninguna cacería ni actuar en contra suya.—Escucha al maestro Lan hablar y suspira. No sabe como convivir con esta gente.

—Creo que... esto sería fructuoso para todos si dejamos claro nuestras condiciones. —Con una sonrisa se dirige a los presentes, en especial al menor Jiang, el cual sus ojos brillan ante la insinuación de sus palabras.

—No tengo mucho para dar más que protección y mi buen comportamiento hacia sus familias y tierras. Si están de acuerdo, acepto ser el Alfa de los jóvenes Lan y Jiang.

Escucha el suspira y el alivio, cada uno bajo diferente contexto de las personas frente suyo. Esta curioso de lo que vendrá a continuación con esta unión desesperada de paz.

Al menos espera tener algo de motivación a partir de ahora junto a sus nuevos acompañantes. También espera que ellos se acostumbren a ser servidos por los cadáveres feroces.

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De todo lo que podría imaginar en su cabeza Wei Ying no se esperaba pasar casi todo el día dialogando con el maestro Lan y él Líder Jiang sobre las condiciones de su matrimonio político. Se siente agotado y también presiente que su trasero ahora está plano.

Algo que lo tranquiliza es la ausencia de fiesta. Solo se harán las reverencias en el templo del Dios de la región, no recuerda con exactitud su nombre, pero sabe que brinda protección e iluminación. Algo que le queda claro es la poca disposición a un escándalo y quieren que esto sea algo interno. A lo mucho se dará a conocer la unión en la próxima conferencia de Sectas.

Los omegas se habían retirado mucho antes a una habitación lejana. Mañana temprano vendrían sus siervientes para prepararlos por el día de mañana.

Entre omegas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora