Remus John Lupin estaba mirando el Mapa del Merodeador. Esa tarde matarían al hipogrifo de Hagrid, y presentía que Harry Potter iría a hacerle compañía al semigigante.
-Los extraño, chicos -susurró, mientras miraba un poco distraído. Hablaba de sus amigos, con los que había hecho el mapa.
Remus estaba solo, era el único merodeador que quedaba: James y Peter habían muerto, y Sirius estaba preso. O había estado, más bien: estaba prófugo ahora, queriendo matar a Harry.
-Sirius -suspiró Remus-. ¿Por qué lo hiciste? ¿En qué te convertiste, Canuto? Odio haberte amado. Odio haber tenido una relación contigo antes de que todo pasara... Al parecer nunca terminé de conocerte.
Pasó un tiempo, sonrió internamente al notar que tenía razón y que el trío de oro entraba a la cabaña de Hagrid, y de pronto vio que en en el mapa aparecía el nombre "Sirius Black", en el bosque prohibido. Tragó saliva, sabiendo que tenía que calmarse: Sirius no iría a visitarlo, Sirius era un asesino y quería matar a Harry, a su ahijado. Tenía que acordarse de eso.
-¿Por qué sigo enamorado? -se lamentó.
Veinte minutos después, Harry, Ron y Hermione salieron de la cabaña... Pero los acompañaba alguien, y Remus estaba seguro de haber visto mal, el mapa tenía que estar mintiendo por primera vez porque las personas muertas no aparecen... Los acompañaba Peter Pettigrew.
-No, no puede ser -susurró-. Peter está muerto...
Vio como Sirius, quien seguramente estaba en forma de perro, arrastraba a Ron y a Peter a la Casa de los Gritos, y que sus amigos iban tras ellos. En ese momento supo que debía actuar. Y ayudar a su... lo que fuera ahora. ¿Amigo? ¿Novio? ¿Ex?, ya que quería buscar a Pettigrew, quien al parecer no había muerto.
-¡Travesura realizada! -dijo ocultando el contenido del mapa.
Fue corriendo al sauce boxeador. Apretó el nudo y entró rápido, y se dirigió a la habitación de la Casa de los Gritos, donde escuchó los gritos de Hermione: Sirius Black estaba allí con ellos. Preocupado, subió.
-Alohomora -dijo apuntando a esa puerta. La misma se abrió de golpe y él entró, y examinó el panorama: miró a Ron, que yacía en la cama; a Hermione, encogida de miedo junto a la puerta; a Harry, que no dejaba de apuntar a Sirius con la varita; y a Sirius, desplomado a los pies de Harry y sangrando.
Lupin sabía que Harry no haría mucho ya que no sabía el Avada Kedavra. Pero por las dudas...
-¡Expelliarmus! -gritó, y las varitas de los tres chicos volaron hacia su mano.
Entró en la habitación sin apartar la vista de Sirius, y lo observó bien: su amigo estaba totalmente demacrado, y le dolió ver eso.
-¿Dónde está, Sirius? -le preguntó, con la voz algo temblorosa por la emoción, ignorando la mirada de Harry.
Sirius, muy despacio, levanto la mano y señaló a Ron.
-Pero, entonces... -murmuró Lupin-, ¿por qué no te manifestaste antes? A menos que... -De repente, los ojos de Remus se agrandaron, entendiendo todo-. A menos que fuera él quien... a menos que te transmutaras... sin decírmelo...
Sirius, mirando a Remus a los ojos, asintió con la cabeza.
-Profesor Lupin, ¿qué pasa? -interrumpió Harry en voz alta-. ¿Qué...?
Remus no le dio importancia a la pregunta de Harry. Se acercó a Sirius, agarró su mano ayudándolo a levantarse, y lo abrazó con fuerza. Lo había extrañado.
-Te extrañé -le susurró el licántropo al oído, con disimulo.
-Y yo a ti, Remi -le dijo Canuto del mismo modo.
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12 Años Después
FanfictionSirius Black y Remus Lupin se vuelven a ver doce años después.