🤍 Mi fiel compañero 🤍

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Era un día cualquiera, Ernesto estaba preparando el desayuno para su madre, pues él debía partir a trabajar.

¡Madre, es hora de comer!

No hubo respuesta alguna. Pensó que su figura materna seguía dormida.

Unos minutos después se escucharon pasos lentos, se notaba en ellos cansancio y adormecimiento.

Hola hijo, buen día.

Buen día madre.

La mujer se sentó en la mesa, esperando a su único hijo.

Ernesto termino el desayuno y se dispuso a servirlo, pero a sus espaldas escuchó un ruido estruendoso.

¿Un choque?

Dió la vuelta asustado, no era posible que estuviera cerca de una zona vehicular, y menos de una autopista.

Estaba completamente oscuro, las luces de carros parecían estrellas, y lo peor era que no encontraba a su madre.

— ¿¡Mamá!?

Busco sin parar entre las sombras de la multitud, pero aún no conseguía éxito.

De repente, una silueta negra apareció en el piso, no podía distinguirla.

Se acercó cauteloso, el miedo le impedía saber que hacer en ese momento.

¿Quien era? Se preguntaba

Rápidamente tomó su teléfono, encendió la linterna y apunto al piso para observar que o quien era, mientras los demás desaparecían por la luz.

Sus ojos se pusieron cristalinos, un nudo en la garganta se presentó en él. La cabeza le dolía, al igual que el pecho, pero lo que más le dolía era el corazón.

Su madre estaba tendida en el suelo, con su alma desvaneciéndose.

Ernesto corrió a su madre sin pensarlo dos veces.

— ¡Mamá! ¿¡Qué sucedió!?

Su madre a duras penas podía mantenerse despierta.

— Querido, estoy bien.

El primogénito lloraba de manera desgarradora.

— Todo es tu culpa.

Al escuchar la acusación y el tono conocido de voz abrió los ojos como platos.

— ¿Qué?

Ernesto subió la mirada alertado.

Era su padre. Aquel hombre los abandonó, a él y a su madre.

— Si tú no te hubieras entrometido en nuestros caminos, ella seguiría viva.

Un enorme agujero se abrió bajo sus pies, cayendo a un pozo sin fondo.

Los gritos retumbaban, cosa que era extraño, pues no había señal de paredes. ¿Cómo demonios podría existir en ese espantoso agujero eco?

Su visión empezó a volverse nula. Sintió una extraña sensación de dolor, despertándose de golpe.

El pobre muchacho estaba sudando frío, su cara y manos estaban rojas. Comenzó a hiperventilar sin razón ni control.

De repente, en sus piernas sintió un pequeño peso y en sus manos algodón, muy suave.

Su querido gato, Henry, le estaba dando el apoyo que necesitaba.

El mínimo sentía el dolor y angustia de su amo, por lo que decidió acompañarlo.

Ernesto abrazó a su querida mascota.

— Eres el mejor regalo que mi madre me ha dejado.

No era el único momento que esas pesadillas lo atormentaban, pero su mejor amigo; o mejor dicho, su fiel compañero nunca lo dejaba solo.

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Bueno, para aclarar que •este tipo de fuente• es para los pensamientos, •este• es para los diálogos y está el obvio •normal• que es de la historia.

Este one-shot no tiene nada que ver con películas, pero si fantasia, y no quiero decir que solo haré one-shots así, nono.

Espero les haya gustado, estoy trabajando en otro mientras avanzo dos historias.

Bye <3

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