Pasaron al menos un par de horas desde que las primeras clases comenzaron, el maestro de historia ya me había llamado para dar la prueba de ese café , que siendo realistas ahora que lo pensaba... Era un poco raro que de lo hubiera organizado tan rápido, me sentía insegura pensando en que había sido totalmente improvisado ya que solo pude hacer lo básico ¿Por qué no tuve la idea de que me diera más días? Así hubiera preparado más cosas, pude haber hecho panquesillos, galletas saladas o de mantequilla, pero ya era muy tarde para pensar en eso, ahora mi mayor preocupación era pasar a todos los salones, era lo peor, la tortura de hablar en voz alta delante de muchas personas que eran conscientes y pensantes.
Todos con las miradas fijas en mi , ¿Quizás tenía el uniforme sucio?, no lo creo, lo que si creía es que me estaba dando un ataque de paranoia pensando mil cosas, pasaron al menos otros 40 minutos cuando pasamos de un edificio a otro.—Nos toca en el salón..—Cristhian hizo una pausa buscando en su lista los próximos 3 salones que aún nos faltaban—mm.. A-306
Mi estómago me comenzó a doler al escuchar eso.
—¿De verdad tenemos que pasar por ese salón..?—dije mientras hacía mis pasos un poco más lentos para no llegar tan rápido, Cristhian me miró.
—Me temo que si—El se detuvo por un momento —¿Tienes algún problema con algún alumno de ese grupo Danny?
Negué con la cabeza , esa pregunta me estaba poniendo algo nerviosa.
—Entonces..¿Tienes un problema con el profesor Arturo..?—su mirada de ternura cambio a una de preocupación
—¡No!—Le grité —¡Sigamos!
Volví acelerar el paso sin detenerme , sin querer voltear a ver a mi maestro de Historia, él lo entendió, sabía que no quería hablar sobre algo que tenía escondido y no preguntó más, solo aceleró el paso hasta posicionarse a mi lado y ambos nos acercamos a la puerta del salón.
—¡Hola! ¿Podemos pasar?—Cristhian se asomaba por la puerta.
—Ah..ehmm, claro, adelante—dijo Cauich mientras anotaba en el pizarrón varias ecuaciones.
El maestro de historia entró al salón y yo me quedé detrás de él esperando que solo dijera lo que debía e irnos, deseaba en ese momento ser invisible para Cauich, mi corazón estaba a mil por minuto, no quería ser vista, no quería estar ahí.
—¡Dannielle!
—Mierda
—¿Que pasa? ¿El ratón te comió la lengua?- salí detrás de Cristhian y miré al chico que me había gritado desde el otro lado del salón para después girar mi mirada a la de Cauich , quien también me estaba poniendo los ojos encima.
Tragué saliva.
—Buen día jóvenes—Cris empezó hablar—Como sabrán algunos de ustedes, estoy seguro que también están enterados , hago colectas en la escuela, ya sea para mejorar ciertas cosas, o para causas benéficas, así que con el permiso de nuestro querido director, su compañera Dannielle y yo estamos apoyando a gatitos sin hogar, así que, a cambio de quienes nos quieran apoyar, tienen derecho a café de Danny, quienes no apoyen no reciben café.
Me quede callada sosteniendo el termo que llevaba cuando los primeros tres chicos se acercaron para meter billetes de 1 dólar o en una cajita que sostenía Cris, les serví café y uno de ellos se quedó a mi lado.
—Que humilde idea tuvieron- le dió un sorbo a la bebida e hizo un gesto agradable- ¡Esto está muy bueno!.
Todos se dieron cuenta y se levantaron para pedir un vasito mientras dejaban monedas y billetes en la caja, a la mayoría parecía encantarle pero a otros pocos no tanto, bueno, a todos no les debe gustar y esta bien.
ESTÁS LEYENDO
Hemmelig love
Teen FictionEn las páginas de "Hemmelig love" se despliega una cautivadora y dura historia de ¿amor? Tal vez... Una apasionada alumna es envuelta en un torbellino de emociones al descubrir que su corazón late al ritmo de un enigmático profesor en particular. Aq...