Confusión Destinada

1. El Regreso?

Holaaaaaa, la verdad soy nueva en este fandom del Charrleo, llegue aquí gracias a la nueva película y la verdad me encanta el ship

Siendo sincera tengo muchas faltas ortográficas así que me disculpó por ello

Ahora si, comencemos

-LAS ONCE Y TODO SERENO- Nando cerro la ventana por el frío y el ruido que entraba a su cuarto, era la tercera vez esta semana que no podía dormir, al más minimo pestañeo que daba sus sueños eran inundados por la imagen de cierta fantasma Rosa

-Ay Nando, si no vas a dormir al menos apaga las velas, no todos queremos ser vampiros como tu- Nando volteo a ver a Leo el cual se había despertado debido a los pasos que daba llendo de un lado a otro de la habitación

-Mira Chisgete, se que no entiendes lo que siento, pero ver a la persona que amo solo en sueños, me esta matando- Leo se incorporó para ver mejor a su hermano, sus ojeras estaban muy marcadas- al principio crei que estaría bien simplemente verla en sueños, pero después, no lo se, es tedioso

El castaño se quedó callado, era verdad que su hermano había soñado con Teodora todo este tiempo, y que el no podía imaginar lo mal que se sentía, pero, le molestaba la actitud de su hermano, más que nada por que le generaba miedo, le daba miedo que le pasará lo mismo y que en unas cuantas horas cuando cumpliera quince años empezará a soñar con Xóchitl, le daba miedo terminar como su hermano

-Leo, no quiero arrastrarte a esto, y más que mañana es tu gran día, tu solo vuelve a dormir, yo iré a caminar-

Y sin más Nando salió de la habitación dejando a Leo pensativo y adormilado

Leo volvió a abrir los ojos, y esta vez el sol estaba brillando afuera de su ventana, se tallo los ojos y vio que no había rastro de Nando, parecía que ni siquiera había vuelto a la habitación, sin más se levanto, se arreglo y peino, bajo las escaleras donde se encontró a su nana sirviendo el desayuno

-Bueeenos días mi Leo, como amanecio? -  Dionisia dejó los tamales en la mesa y abrazo al muchacho, de un momento a otro su abuela entró al comedor junto con Nando que al parecer había Estado haciendo pan desde muy temprano

-Mi Leo, como estas hoy mi niño, nervioso por la gran noche? - Doña toñita abrazo a Leo y le sacudió el cabello, el castaño río y abrazo a su abuelita, al menos eso calmo sus ansias

-Creo que si abuela, estoy algo nervioso, digo, no todos los días sabes quien te acompañara el resto de tu vida

-o de tu muerte

Leo miro enojado a Nando quien después de interrumpirlo simplemente tomó un pan y se lo metió todo a la boca, suspiro resignado y volvió su atención a su abuela

-Abuela, ¿Crees que me tocará una buena persona? - La abuela de Leo sonrió y sentándose dijo

-Claro que lo será, esa persona te amara por siempre, y vivirá solo por ti, como tu por ella-  Leo sonrió y se sentó a desayunar mientras que su hermano peleaba con el pequeño Chihuahua por un Cacho de bolillo

La noche se acercaba cada vez más, y con ello las ansias del menor de los San Juan aumentaba, había pasado un día increíble, Valentina había ido a visitarlo, ya que después de mucho tiempo habían vuelto a hablar, esta con mucho entusiasmo contó como fue su cumpleaños, su experiencia, y el como soño con un chico pelirrojo y de piel blanca

-Te lo juro Leo, soñe muchos escenarios, pero no soñe con nadie más que con el, y cuando lo ví fue, fue como, como si la vida tomara color, pero verdadero color-

Valentina al igual que muchos otros animaron a Leo y le dieron tips de que hacer en su sueño, como preguntar por su nombre, su país, o su familia, todos muy felices sin imaginar que el San Juan quería que ese día no hubiera llegado

Ya por la noche todos se retiraron temprano para dejar al castaño descansar, lo cual agradeció mucho ya que no pensaba poder aguantas más tiempo de un lado a otro, así que después de despedirse de su abuela subió a la habitación junto con su hermano y cerro la puerta

-Hey hermanito, todo bien? - El menor sonrió de lado y se quito las botas, se dejó caer en la cama y se tapó la cara, sintió la cama hundirse cuando su hermano se sentó a su lado - Chisgete, que te pasa?

-Es solo que yo, yo tengo miedo, de acuerdo, ¿Y si no me gusta?,  ¿Y si no compaginó con ella?, ¿Y terminó como t...? - Leo se callo pero ya eran tarde Nando lo había entendido

-Como yo,  verdad?, mira Leo, se que me Veo muy mal, pero esa es mi decisión, de acuerdo?, yo siento el dormir como una tortura que aplasta mis esperanzas de verla, pero tu, tu puedes tomarlo por otro lado, solo tienes que elegirlo

Y sin más el mayor simplemente se levantó y se acostó en su cama apagando las velas

Solo bastaron unos minutos para que el menor empezará a cerrar sus ojos y terminara en un sueño profundo

Leo caminaba por la antigua casona de Puebla, donde hace muchos años derrotó a la Nahualá, podía escuchar a mucha gente y todo estaba decorado como si fuera una fiesta muy elegante

-XÓCHITL, AMIGOS HE REGRESADO- corrió por todos los lugares, abrió todas las puertas y bajo muchas escaleras, prontamente llegó a un salón enorme, con miles de velas encendidas y una música calmada - chicos?

Leo se adentro a la habitación, tenía espejos en la mayoría de las paredes y era de un color terracota, pronto se dio cuenta en su reflejo que esta vestido de gala,pero con un moño rojo de listón alrededor de su cuello

-Me permitiría esta pieza? -

Leo escucho como la música cambiaba de ritmo a una más movida y volteando lentamente se dio cuenta que ahora el Salón estaba repleto de gente, gente que tenía la cara cubierta pero con toda la atención sobre el

-No te preocupes chamaco, digan lo que digan la gente se tendrá que aguantar

El San Juan miro al hombre frente a el, estaba vestido de Charro, con toques dorados y un sombrero que tapaba su cara, pero en el habia un aire misterioso e hipnótico al mismo tiempo

-Claro- Extendió su mano, y justo cuando el otro la tomó sintió un shock eléctrico recorrer todo su cuerpo, el mayor lo jalo hacia su pecho y empezo a moverse al ritmo de la música por toda la Sala

Los dos se acostumbraron fácilmente y giraban como si estuvieran perfectamente sincronizados, Leo se sentía seguro junto a ese ser, todos siempre lo veían como un chico fuerte, alguien que no necesitaba de cariño o protección, aunque ciertamente muy en el Fondo aún esperaba que alguien le cuidara y quisiera

Así que dejándose llevar por el sentimiento recargo mas su cabeza en el pecho del extraño, sintió entonces como la mano que posaba sobre su cintura bajaba ligeramente, pero no la detuvo, quería saber hasta donde llegaría esa mano si no lo impidiera, sin embargo la mano se detuvo justo en la pretina de su pantalón

-Hey chamaco, cuantas almas te tengo que dar para que me aceptes un beso? - Leo fruncio el ceño ante esas palabras, recordando que aún no conocía quien era aquel invitado, con temor subió la mirada solo para encontrar su reflejo bailando con el mismo Charro Negro, el castaño intento alejarse pero el de ojos rojos lo jalo hacia el -Creo que te hice una pregunta Leo, Cuantas?

De pronto la música dejó de escucharse y el ambiente cambio, ya no era la mansión arreglada que vio, si no que ahora estaba en ruinas, y sobre estas el Charro y Leo se encontraban muy juntos

-No, tu no puedes estar aquí, yo te derrote, mis amigos te derrotaron- El mayor río y tomó la barbilla del más bajo, haciendo que lo mirara directamente a los ojos

-Tu mi Leo me debes un sucesor, y si crees que los hechizos de luz y de más mamadas de tus amiguitos te iban a salvar, estas pero muy equivocado- Sin más el Charro empezó a cerrar el espacio entre el y Leo, y en el momento en que sus respiraciones se encontraron Leo despertó sudando a mitad de la noche

- No  no no no no esto no puedo estar pasando- se incorporó sobre su cama y se jalo del cabello, se supone que esa noche debía ser especial, debía ser magnífica y no lo fue, ni siquiera vio a Xóchitl, y lo peor de todo es que su antiguo némesis había regresado y seguramente con ganas de vengarse .