treinta y uno

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Hola! Continuamos con este lindo fanfic que lleva más de un año. Hay algún que lo lleve leyendo dese hace tiempo? Kajajaa bien, hay que dar inicio al cap.

Hayashi estaba en el huerto, huerto donde dedico su fuerza y amor la mayor parte de su adolescencia. El recuerdo de su crush de su vida mortal hizo que una sonrisa se dibujara en su rostro, nostalgia, tristeza se apoderaban de ella.

- ¿Qué habrá sido de ti Mika-chan? - susurró para ella misma, pero no pensó que alguien la estuviera escuchando.

- Es feliz. - Hanako respondió.

En ese instante el mundo se detuvo, se redujo entre ellos dos. Ella sólo veía los ojos de él, el solo podía ver los ojos de ella. Solo eran ellos en el mundo, como en los viejos tiempos, cuando solían pasar el recreo juntos, cuando Hayashi se saltaba las clases, cuando no habia momento que Hanako no la estuviera molestando.

- Hanako-kun... - estaba perpleja, su mandíbula solo le permitió decir unas cuantas palabras.

- ¿por qué no estas en el más allá? ¿Qué haces aquí Hayashi? Deberías estar descansando.

- ¿Acaso me estás regañando? ¿Qué te ocurre? ¡Décadas de no vernos y esto es lo primero que dices! Increíble...

Hanako quedo en silencio, la chica en parte tenía razón, tal vez no era el momento adecuado para un interrogatorio. Se tomó el tiempo de analizarla de pies a cabeza, su aparente había cambiado, su corte de cabello, su vestimenta, sus expresiones, sin embargo, aun conservaba los rasgos de la Hayashi mortal. Sus ojos, sus mejillas, sus manos, sus labios que en el pasado anhelaba probar.

- te extrañe Hayashi, me hiciste mucha falta

Hanako se lanzó a los brazos de la chica sin permitirle una respuesta. Ya se encontraban los dos entrelazados, las lágrimas brotaban de los ojos de cada uno, las mejillas rojas. Hanako noto que las manos de la chica no dejaban de temblar. Se separo unos centímetros de ella, tomó sus manos con suavidad y con un ligero movimiento con sus dedos hizo leves masajes.

- hey, tranquila... esta todo bien.

- Hanako, no se que hago aquí, no se porque aparecí en la escuela. Hace tan solo unos días estaba en el hospital, y de la nada desperté en la escuela pero con la sorpresa que ya habían pasado varias décadas. - dejó ir todos los pensamientos que no la dejaban tranquila, que no la dejaban descansar. - ¿Qué tengo que hacer? ¿Es verdad lo que dicen aquellos chicos? Mis asuntos pendientes ¡¿cuales son?!

- calmate Hayashi. Es verdad lo que te dijeron. No te preocupes, nosotros te ayudaremos a que puedas irte.

- Gracias Hanako. - sonrió - ¿y por donde empezamos?

- no tengo idea. - confesó.

- no me sorprende.

- ¡¿HANAKO-KUN TIENE NOVIA?! - de pronto las voces de Kou y Yashiro se hicieron escuchar.

- ¿estabas oyendo nuestra conversación? - Hanako los miro seriamente.

- no es mi novio - Aclaró rápidamente.

Después de unos momentos donde los cuatro terminaban de entender la situación. Todo quedó en que Yashiro, kou, y Hanako ayudarían a la aparición femenina a resolver sus asuntos pendientes y así ella pudiera descansar.

- será difícil, pero esta bien acepto el desafío - Aclaró kou, Yashiro asintió.



Hanako y Hayashi se encontraban sentados en el borde de la ventana, justo como pasó hace años. Recordando la mortalidad de la chica, los momentos graciosos, incómodos e incluso pervertidos por parte del fantasma.

- ¿Cómo estuvieron los chicos después de mi muerte? - preguntó con tristeza.

- nada bien, obviamente. Nanami, no lo acepto, negaba creer que te habías ido. Incluso bajaron sus calificaciones. Pero Kenzo y Haruki prohibieron que se descarrile.

- Mika entró en depresión, sin embargo, se hizo gran amiga de Haruki y juntos lograron superar tu pérdida.

- espera... ¿entonces Haruki no murió?

- no, lo salvé. - confesó Hanako. - cuando el auto se dirigía a él, con mi magia hice que se desviará un poco. De hecho, ese día comenzó su amistad con Mika, después se enamoraron. Cuando se fueron de la escuela no supe que más paso.

- Teru Minamoto cuando me atacó, dijo que kenzo lo mando a desaparecerme.

- ¿kenzo? Es imposible, ¿él como sabría que estás aquí?

- no lo se, pero es un exorcista.

- no deberías creer, seguramente solo lo hizo para que bajaras la guardia.

- si, tal vez... - bajo la cabeza recordando aquel día.

Quedaron unos momentos en silencio. Admirando la escuela, el cielo, apreciando el uno al otro.

- quiero verlos.

- les perdí el rastro después de que se graduaron

- pero tenemos a sus hijos aquí. ¡Yashiro es hija de Nanami!

- pensé que era el único loco que lo pensaba.

- ¿Qué hacemos?

- sigamos a Yashiro a su casa.

- entendido.

¡por fin! Solo falta dos capítulos para darle fin a este fanfic.

Los quiero, bye.

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