𝑫𝒆𝒆𝒑 𝒆𝒏𝒅 (𝑪𝒉𝒂𝒏𝒈𝒍𝒊𝒙)

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Seo Changbin y Lee Felix, ellos eran la pareja más bonita y envidiable que alguien podría anhelar con tener algún día. A ojos de todos aquellos espectadores, Changbin y Felix eran la pareja perfecta, siempre tan cariñosos, comprensibles, se entendían tan bien que era un noventa y nueve porciento imposible que alguien los viera discutir o enfadados entre ellos.
Pero había algo en ellos, algo que habían establecido para evitar problemas graves.
Por supuesto que era siempre la comunicación, no hay nada mejor que siempre conversar acerca de sus molestias para así evitar malos entendidos. Lo sabían muy bien, siempre fueron tan comunicativos y comprensivos entre ellos. Otro factor o ingrediente que ayudaba a tener esa hermosa relación es que confiaban plenamente uno en el otro, ninguno era posesivo, siempre se daban su espacio, siempre se apoyaban mutuamente.
Changbin sabía que Felix lo respetaba y le daba su lugar como pareja, tal como el siempre lo hacía con Felix. O eso le hacía creer.
Se adoraban, o bueno, Felix adoraba y amaba tanto a Changbin, siempre fue su mundo. Y el creía firmemente que también lo era para Changbin.
Han sido ya cuatro años de relación, y siete años de haberse conocido, conocía su pareja a la perfección, o bueno, se podía decir que lo conocía bastante bien.
Ahora mismo se encontraba emocionado en demasía, dentro de pocos días sería su cumpleaños. Muchas veces estando feliz, solía hornear galletas, y eso mismo estaba haciendo. Terminando de hacer la mezcla mientras esperaba a su amado novio, quería recibirlo con unas muy exquisitas galletas con chocolate que tanto le gustaban.
Se preguntarán "¿Donde esta Changbin?" Bueno, el se encontraba con Han y Chan, los tres son productores, tienen su propio estudio, se dedican a crear canciones para otros idols, si bien ellos también podían interpretar sus propias creaciones, también les gustaba hacerlo para otras personas. Claramente también tenían canciones bajo el nombre de 3Racha.
Tanto Chan como Han, tienen sus respectivas parejas.
Han y Lee Minho, ellos se enamoraron prácticamente en el momento en que se conocieron, no hay amor más bonito que el de ellos.
Chan y Kim Seungmin, tenían menos tiempo de haberse convertido en pareja, pero de igual forma eran muy lindos juntos.

-Listo, ahora queda esperar- Dijo satisfecho al ya haber metido las galletas en el horno.
De verdad se sentía muy emocionado, pensar que pasaría otro día especial con su persona especial. A pesar de que ambos siempre fueron muy detallistas, si era honesto, realmente no le importaba tanto los regalos, los guardaba y los atesoraba como lo más preciado, pero aún si Changbin no le daba nada, con su simple presencia estaba más que satisfecho.

Felix es conocido por su gran carisma, por el enorme corazón que posee, simplemente, era conocido por ser una gran persona. Una sonrisa de el, volvía a darle color a los días de quienes lo rodeaban. Era algo tan mágico que parecía tan irreal.

Tan así era que muchos lo llamaban "Angel" y no solo por su personalidad, sino también por su físico. Lee Felix era una persona bastante atractiva, ojos que parecían brillar incluso en la oscuridad, era un brillo tan único que no se puede encontrar en algún otro lugar, labios rosados, esponjosos, suaves y una linda forma de corazón que los hacía lucir más bonitos de lo que ya eran, mejillas tan suaves como los pétalos de una rosa, Lee Felix poseía pequeñas estrellas en parte de su frente, mejillas y nariz, estrellas llamadas pecas, todo eso sin mencionar su figura esbelta, piel ligeramente bronceada, si bien Felix era una persona delgada, gracias al ejercicio que hacía junto a su novio, tenía abs marcados, su cabello rubio tan sedoso y brillante, sin duda alguna era un ángel completo. Definitivamente las personas que siquiera pensaran en hacerle daño eran unas muy malas personas.

Pronto se hizo presente el sonido de la puerta principal siendo abierta, lo cual hizo al rubio levantarse para recibir a su novio con una gran sonrisa.

-Binnie, que bueno que llegaste, he horneado galletas para comer juntos- Le notificó con beso corto mientras cerraba la puerta y de paso sacar las galletas del horno.

-Eso huele demasiado bien- Mencionó el pelinegro abrazando al menor por la espalda y dándole un beso en la mejilla de forma cariñosa.

El rubio solo terminó de poner todas las galletas en un bowl para que se enfriara, obviamente lo que menos quería era que se quemaran en un intento de comerlas. Se sentaron en el sofá y se pusieron a ver películas mientras comían las galletas, esos pequeños detalles eran lo que hacían feliz a Felix.

En un momento que se llenó de silencio la sala, miró al hombre a su lado, apoyo su mejilla en su hombro haciendo que el contrario acariciara su cabello hasta que ambos quedaron profundamente dormidos en el sofá. Realmente se sentía tan tranquilo y seguro al lado de su pareja, definitivamente no se imaginaba una vida sin él, era su lugar favorito, su lugar seguro.

Daría lo que fuera por que sea así siempre, si Changbin le pidiese quedarse con el toda su vida, el sin dudarlo aceptaría. No cambiaría todos sus momentos felices por nada del mundo, por que en verdad amaba a Seo Changbin.
Pero, no crean que de una forma obsesiva, sino, un amor puro, de esos que solo una vez en la vida se puede encontrar, un amor verdadero, eso es lo que Felix sentía por el, por quien siempre creyó firmemente que era el amor de su vida.