COLUMBIA | Quevedo

Llorar no era lo mío

Pedro

11 de octubre del 2021

61 días antes del estreno de 'Ahora y Siempre'

Nunca fui una persona de llorar mucho. No por ninguna razón en especial, sino porque jamás fue algo muy mío. Podría contar con una mano las veces que lloré en los últimos años. Y la mayoría tenían nombre y apellido. Por suerte o por desgracia, claro está. Pero aquella vez, era por una razón totalmente diferente. Mi abuela pasó días ingresada por aquel infarto. Por suerte para todos no fue grave. Pero al ser mayor y estar delicada los médicos decidieron tenerla en observación. Cosa que no entendí. Si no fue nada, no había motivos para tenerla ahí. Ese fue el motivo por el cual pasé una noche entera en vela. Llorando desconsolado como si no hubiese un mañana. Exploté, lloré por todo. Eso dijo mi hermana cuando le conté lo ocurrido en mi habitación.

Cansado, entré en YouTube. Al nuevo tema le iba bien, como a los anteriores. Siguiendo la línea de visitas diarias. Una que empezaba a subir con cada tema nuevo. O eso decía siempre Laura, mi hermana menor. Que era quien más confiaba en mí. Ni amigos ni otros familiares. Ella superaba a todos. Fue ella la que mandó varios temas míos a su grupo de amigos y se difundieron varias canciones mías entre gente de la isla.

Me pasé la mano por la cara y decidí que era hora de empezar a ser un poco más productivo. El día recién empezaba. Bueno, la tarde de echo. Eran las cinco y acababa de despertarme de la siesta. Después del día trabajando en la obra, mi cansancio era abismal. Así llevaba tres meses. Pero el dinero iba bien. Eso quería pensar. Y eso me hacían pensar mis padres.

–Por fin despiertas, te esperan tus amigos – mi padre fue firme en sus palabras.

No dije nada y me levanté después de mirar al horizonte embobado y sin ganas de mucho. Fui hacia la salida y en el porche de mi casa, Sergio y Kevin estaban haciéndole unas trenzas boxeadoras a Noelia.

–Tío, ¡buenas noticias! – dijo Sergio cuando se giró, todavía con el pelo azabache de mi amiga entre manos –. Aquí a donde ves a Noe, tan tranquila, ha conseguido hablar con Cruzzi. Quiere subirse.

Mi rostro probablemente debió ser digno de retratarse. Cruzzi. Cruz Cafuné. Quería subirse al remix de una canción que hicimos los tres chicos presentes hacía ya unos meses. 'Cayó la Noche'. Un tema creado una noche de fiesta de pura locura. Aunque temas hechos después o durante una fiesta eran bastantes. La mayoría si pillaba una borrachera o me rayaba. Imaginando situaciones con ella, como siempre. 'Nana', uno demasiado personal. Muchísimas canciones sin nombre que tenía ahí guardadas o subidas en YouTube por tenerlas.

–¿Cómo lo has conseguido? – pregunté a la chica con curiosidad. Juseph ya acabó su trenza, pero a Sergio le costaba bastante –. ¿Y desde cuando sois peluqueros?

El novio de la pelinegra rio. Sergio solo sopló. Noelia, esbozó una leve sonrisa.

–Gracias a que mi prima conoce a Cruzzi, pues bueno. Le he hablado de vosotros. Ya os conocía, por cierto. Y está interesando en vuestra canción. Habéis triunfado – sonreímos todos. Un sueño y nuestra amiga lo hizo posible –. Y las trenzas es parte de todo lo que me debéis por haceros famosos.

Kevin apoyó la mano en el hombro de su pareja.

–Todavía ni se ha grabado nada amor...

–Tengo un presentimiento con esto – estaba demasiado convencida, cosa que me sorprendió –. Y no solo yo chicos – después de eso, su mirada sobre mi hizo que entendiera esa última frase.

También lo creía ella. Sonreí. La contradicción aún seguía en mi interior. Enamorado de su recuerdo. Solo de su recuerdo.

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