AMANTES | Hyunlix

[ 030 ]

Olvide decir que en el capítulo anterior ya había pasado bastante tiempo después de la demanda.

—Buenas noches, Felix—hace una reverencia—. ¿Donde está mi pequeño?

—Ahí viene—pudo visualizar a Eunwoo bajar las escaleras corriendo y aventarse a los brazos de su padre.

—Papi, te extrañe mucho—el Alfa menor comienza a llorar, solo se quería desahogar.

—Mi amor, yo te extrañe mucho más—besa su nuca—. Me lo llevo, te lo traeré al rededor de las once. Te llamaré antes de venir para asegurarme que estás aquí.

—Está bien, Hyunjin. Con cuidado y cuídalo bien.

—Por supuesto—él Omega vuelve a su casa y cierra la puerta—. ¿Por qué lloras pequeño?

—Mi mami... ya no me quiere. Ahora tiene un novio, no me gusta, lo odio. Aparte me aparto cuando lo quería abrazar. No me deja verte...

—¿Novio?—el otro asiente—. Mi amor, no te sientas mal, tú sabes que tú mami te ama pero digamos que tiene algunos problemas por ahora, compréndelo. Pero bueno, ahora ponte guapo por qué vas conmigo a una cena muy elegante cielo, donde todos sabrán que eres mi hijo—besa su mejilla. Y si esa noche Hwang Hyunjin daría a la luz que tenía un hermoso cachorro.

Al entrar al salón donde se daría acabo aquella lujosa cena, todo el mundo se preguntaba, quien era aquel hermoso niño que tomaba la mano del mismísimo Hwang Hyunjin.

—Joven Hwang, ¿podemos saber quien es este hermoso niño?—una dulce omega se acerca hacia los mencionados, probablemente era una entrevista.

—Por supuesto, él es mi precioso Hijo—ahora si todos se querían desmayar, ¿como que Hwang Hyunjin tenía un hijo y nadie lo sabía.

—Dios mio, es idéntico a usted—pasa el micrófono al pequeño—. ¿Cómo te llamas?—pregunta con una sonrisa.

—Me llamo Eunwoo y tengo tres años—se ríe y todos los que estaban al rededor hacen un sonido con dulzura. Sin duda todas y todos amaban al pequeño cachorro de Hyunjin.

Todo en aquella cena salió Perfecto, se fueron algo temprano del evento por lo mismo de que era tarde para que Eunwoo estuviera despierto y porque Hyunjin tenía que trabajar al día siguiente.

Habían llegado a la casa del Alfa, porque Nayeon le había cocinado galletas a su precioso bebé, porque si, para el pelinegro seguía siendo su bebé.

Las guardo en una bolsa de papel y cuando volvió se percató de que se había quuedado dormido en el sillón, entonces ya era hora de llevarlo con Felix. Así que marcó su número.

Felix y Bangchan estaban cerca, muy cerca, apunto besarse e inesperadamente el mayor unió ambos labios.

Y por supuesto que el Omega de Felix comenzó a reclamarle que ese no era su Alfa. Él quería los labios de Hyunjin sobre los suyos, tan sólo de imaginarlo, respondió al beso pensando que era su Hyunjin.

Su teléfono comenzó a sonar sobre la mesa de noche, en eso se separó, sabía que tenía que tomar esa llamada qué tal que era el pelinegro diciéndole que ya iba traer a su hijo.

—Déjalo, no debe ser importante—volvió a besar los labios del rubio pero esta vez con más intensidad. Ahora Felix no sabía si continuar el beso o no, se sentía bien, pero no era lo mismo que los de Hyunjin. Sin darse cuenta ya habían pasado unos veinticinco minutos y su celular no paraba de sonar. Bangchan comenzó a acariciar su pierna y supo lo que el otro quería, pero él ni su omega no.

Gracias al cielo fue salvado por el timbre de su casa que anunciaba que alguien estaba afuera.

—Mierda, ¡escóndete!—sabía que era Hyunjin, ¿qué pensaría de él si lo viera con Bangchan?