~•One-Shots•~ [Giyushino]

~•Me alegra verte otra vez•~

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Había una cosa que a Giyu Tomioka le molestaba, o bueno en realidad... era una persona.

- Nee~ Tomioka-san, ¿Porqué esa cara de muerto viviente?

No era raro ver a aquella chica de los ojos violetas a su lado, a veces callada, a veces molesta, otras veces estaba feliz y sonriente... pero siempre estaba a su lado, aunque solo lo molestaba.

Todo eso hasta aquel día...

- ¡Caww!, ¡¡¡Kocho Shinobu ha muerto!!!, ¡¡Caww!!

- ¡¡¡Pereció en la batalla contra la luna superior número 2!!!

Una mueca de sorpresa apareció en el rostro del chico, el estaba... ¿triste?, Pero ¿como?, ¿Porqué?. El no lo sabía.

Quizás fue el hecho de que se había acostumbrado a verla cerca, de verla sonreír y hablar todo el tiempo de cosas que a él no le importaban pero que aún así la escuchaba.

Quizá sea, por qué se había... enamorado de aquella chica.

***

Años después

Un prado lleno de pasto y pequeñas flores, mariposas volaban por el lugar tocando aquellas flores y decorando el ambiente con sus colores, mariposas de bellos colores que le hacían recordar a aquella chica del adorno en el pelo...

Alrededor de este prado habían árboles de glicinas casi que formando una barrera, árboles de un violeta intestino..., árboles que tenían aquel aroma del perfume que esa joven usaba.

- Kocho...

Aquel nombre llegaba a su mente siempre que iba a ese lugar, el nunca se acercaba a las mariposas, se irían o se asustarían de verle como casi siempre pasaba con otras personas.

Temía que se alejaran y aquel lugar perdiera una de las cosas que más le gustaba, aquellos insectos eran especiales para el pilar.

...

- Nee~ Tomioka-san, ¿Porqué todos te odian?

Palabras hirientes, pero falsas, palabras que escondían un sentimiento de cariño y que el chico no podía notar, palabras que a ella le gustaba pronunciar solo para ganarse la atención del joven de ojos azules.

- A mi no me odia nadie Kocho...

Sin desgano, el chico hablaba sin ningún tipo de ánimo, era costumbre para el escuchar aquellas palabras de parte de su colega.

Era una rutina, ella lo molestaba y el solo la ignoraba, era algo molesto pero agradable, un sentimiento confuso para ambos.

- Oh!, Vaya jeje, parece que las mariposas si te quieren...

Un insecto de bellas alas se poso en la nariz del joven, la chica aprovecho en burlarse un poco ya que normalmente las mariposas no se acercan a las personas, pero el no lo sabía.