Capítulo único: Eres como almendra y yo chocolate.

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Dar vueltas en la cama hace que mi apetito se haga más fuerte

Durante toda la noche

Anticipando la mañana, miento, no puedo esperar más tiempo

Lo siento más fuerte.


No era una fecha ordinaria ya que ese día era especial para ambos hombres que estaban recostados sobré la cama, el menor acariciaba el torso desnudo del azabache quien aún permanecía dormido. Y sin hacerse esperar una traviesa sonrisa se formó en sus labios obligando a su cuerpo salir de aquella cama. El cuerpo desnudo de HongJoong relucía entre la poca iluminación de tal habitación, el menor caminó sin importarle en ningún momento su desnudez. Su diestra tomó un juego de toallas introduciéndose a paso firme hasta su cuarto de baño donde una ducha le esperaba, deseaba estar limpio para lo que tenía en mente en ese momento.

El sonido de la regadera se hizo presenté. Las gotas de agua mojaron cada rincón de su piel, disfrutaba el agua caliente humedeciendo su cuerpo. Su ducha duró algunos minutos que terminaron por ser bastantes considerables. Abrió la puerta y tomó aquellas blancas toallas que había traído consigo comenzando a secar su tez, enredando una toalla en su cadera, y otra la llevó sobre sus hombros mientras con esa la pasaba por los mechones de sus cabellos rosados.

Sus pasos se dirigen a fuera del baño, al salir miraba como aún el otro permanecía perdido en el mundo de los sueños. El portador de ojos miel sonrió ya que aún le daba tiempo para bajar a tomar lo que le hacía falta para su perfecto regalo de aniversario.

Nuestros cuerpos tocándose, simplemente no es suficiente para mí.

Yo quiero amarte, amarte, amarte, amarte, amarte.

No me dejes dormir, tengo que satisfacer mis necesidades

Necesito amarte, amarte, amarte, amarte, amarte.


El menor bajaba con agilidad por las escaleras, entusiasmado llega hasta la cocina dónde abrió la puerta del refrigerador sacando de este un envase de chocolate líquido, sin más se devuelve hasta la recámara principal y al subir los escalones comenzó a leer la etiqueta del producto que yacía en sus manos, una imagen se apoderó de su mente junto a miles de usos que podría darle, sonreía ampliamente con tan sólo imaginarse en donde acabaría siendo aplicado.

Al estar justo al frente de la puerta con su mano derecha toma la perilla y con demasiada cautela abre de esta, el moreno comenzó a rodar un poco sobre el colchón instantes después, y fue cuestión de segundos para que el moreno comenzará abrir aquellos preciosos ojos oscuros.

El menor al ver como el mayor despierta esconde detrás de su cuerpo aquella botella, la voz grave del mayor se escucha. — Hey, ¿En dónde estabas bonito? — su voz aún se escuchaba soñolienta, el mayor intentó sentarse recargando su espalda en la cabecera de la espaciosa cama.

— Bajé por un poco de agua, moría de sed. — mintió.

— Ya veo— estiró su mano hasta el mueble de caoba que se encontraba a su lado, abrió el cajón sacando de aquel mueble una pequeña caja forrada con un brillante papel. — Feliz aniversario Amor.


El menor abrió sus orbes en sorpresa, la más hermosa curva se formó en sus labios, con sus pies descalzos caminó hasta el borde del colchón, dejando lo que escondía detrás de su cuerpo a su costado restándole importancia si el mayor mirará aquello.

Sexo para el desayuno [MinJoong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora