Reborn As Hayley Marshall

24. Charla y Acuerdo

Esa noche, después de que Marcel se fuera, Hayley le estaba dando a Davina un recorrido por la casa. Una vez que le mostró a Davina dónde estaba todo, la dejó para que pudiera irse a dormir.

Hayley volvió a su habitación para poder prepararse para la cama también, pero una vez que hizo su rutina de cepillarse los dientes, lavarse la cara y ponerse el pijama (la camisa de Elijah que le prestó) se metió en la cama.

Honestamente estaba empezando a enojarse porque estaba tratando de dormir pero no podía. Después de aproximadamente una hora de dar vueltas en la cama, Hayley finalmente suspiró molesta y se sentó en la cama.

Mirando el reloj que marcaba las 3:00 a. m., se puso las pantuflas y salió de su habitación. Caminó hasta la habitación de Elijah y se debatió entre entrar o llamar. Al final, decidió simplemente entrar en su habitación.

—¿Elskan? ¿Por qué no estás dormida? —escuchó a Elijah preguntar cuando entró en la habitación donde él estaba acostado en su cama leyendo un libro con nada más que pantalones de chándal grises.

—No podía conciliar el sueño. Estuve intentándolo durante una hora, pero terminé dando vueltas —, se quejó, molesta.

—Ven aquí —dijo, retirando la manta a su lado y palmeando el espacio vacío.

Sonriendo, Hayley se dejó caer en la cama junto a él y se acurrucó a su lado mientras él se aseguraba de que estuviera cubierta con la manta.

—Entonces, ¿por qué no llevas una camisa? —cuestionó inocentemente mientras trazaba patrones en su pecho desnudo, amando la forma en que él flexionaba sus músculos cuando ella recorría ciertas partes de su piel.

—Bueno, cuando fui a ponerme el pijama faltaba la camisa de mi pijama. ¿Sabes algo de eso? —preguntó sabiendo que la camisa de la que estaba hablando era exactamente la misma que ella estaba usando en este momento.

—Nop —, dijo, haciendo estallar la 'p'.

—Pero si la veo en alguna parte, me aseguraré de dártela —, dijo riendo.

—Cierra los ojos, Elskan, te leeré para que te duermas —, ordenó Elijah en un tono suave mientras le acariciaba el cabello con la mano derecha y sostenía su libro con la mano izquierda.

—Bien. —La escuchó murmurar en voz baja.

Le leyó durante unos buenos 10 minutos antes de sentir que su respiración se equilibraba. Luego cerró su libro y lo puso en su mesita de noche y apagó la luz.

—Buenas noches, Elskan, te amo —, susurró, abrazándola contra su cuerpo y dándole un beso en la frente antes de irse a dormir también.

～A la mañana siguiente～

Volteándose para ver qué hora era, su despertador marcaba las 8:30 a.m., lo que significaba que había dormido aproximadamente 5 horas y que Hayley no se levantaría pronto. Usó su súper audición para ver si sus hermanos ya se habían levantado y, efectivamente, podía escucharlos a todos abajo.

Con cuidado, Elijah salió de la cama y cerró las persianas para que el sol no despertara a Hayley. Luego se duchó y se preparó para el día antes de bajar las escaleras.

—¿Dónde está Rebekah? —Elijah preguntó entrando a la sala donde estaban sus hermanos.

—Se llevó a Davina a buscar sus cosas a su antigua vivienda —, dijo Finn.

—¿Hayley fue con ellos? —Cuestionó Kol.

—No que yo sepa, ¿por qué? —Klaus dijo preocupado.